La condición escuálida o la ignorancia como dicha

El escualidismo no es una posición política, es básicamente una opción ética, una forma de ser y actuar en la vida. Podría decirse incluso que es una condición espiritual. El ser humano siempre busca los atajos ante la complejidad, es por ello que para evidenciar la condición escuálida, muchas veces (por comodidad) se apela a los caminos fáciles ¿Firmó o no firmó? ¿En qué partido milita?

¿Qué nos dice eso, acerca del escualidismo? Prácticamente nada. En los únicos lugares donde no he encontrado matices son en las malas telenovelas venezolanas, donde los buenos y los malos están bien delimitados por prejuicios raciales y de clase, de resto, la vida es un abanico de posibilidades donde es bien difícil poner una etiqueta que hable sobre quién es o no una persona digna de ser llamada Escuálida.

Para mí, sin ánimos de que esto sea una taxonomía del ser, Escuálido es:

1.- Quien vive exaltando la muerte. Quien se burla del dolor ajeno sólo para saciar los complejos y propios vacíos existenciales.

2.- Quien ostentando un cargo público roba, trafica, usa los favores sexuales para escalar o para que otros escalen. Quien hace de la persecución, del nepotismo, del compadrazgo o del amiguismo formas de gestión pública.

3.- Quien vive buscando los errores ajenos, sin someter a un mínimo de crítica su propio proceder. Por ejemplo, quienes viven hablando de la corrupción del sistema político pero en su cotidianidad son bachaqueros, raspa cupos, especuladores, no respetan las señales de tráfico, no le ceden el puesto a una anciana o a una mujer embarazada en el Metro o autobús, quienes se colean, quienes ejercen la violencia física y psicológica hacia sus parejas y/o sus hijxs. Quienes hacen parte de su credo diario la frase: "ver la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio ojo".

4.- Aquel que acepta un cargo de responsabilidad para el cual no está preparado, pero que además, luego en él, practica con severa disciplina la condición escuálida expuesta en el punto 2.

5.- Quien no es coherente con su posición ético-política y en vez de negarse a disfrutar de los beneficios de un sistema político a su juicio decadente y dictatorial, se ubica siempre en la primera fila para hacerse de todos los programas sociales de ese mismo sistema que desprecia.

6.- Quién permite las injusticias, quien no se pone del lado de los débiles, quien siempre piensa en "cómo se verá afectado" si actúa en defensa del desvalido o en una situación donde el agraviado sea alguien distinto de él.

7.- Quién se burla de la ignorancia de otro, pero jamás se ha ocupado de cultivar un mínimo de saber. También Escuálido es quién teniendo conocimiento no ejerce como herramienta del bien, pues prefiere tatuarse en el corazón las palabras: "Talento sin probidad". Escuálido es quien desmerita el conocimiento de otros basado en miedos y complejos de inferioridad, y sepulta a quién pueda ser útil sólo porque una naturaleza retorcida les dice que hay que acabar con quien les haga sombra.

8.- Quién no se permita perdonar a otros y perdonarse a sí mismo. Aceptar el mal que pudo haber infringido y enmendar la plana. La soberbia es el combustible predilecto de las almas escuálidas. El Ego, su reactor nuclear.

9.- Quién sólo se ocupa de sus problemas individuales y siente una absoluta desconexión por el dolor y las vidas ajenas. Esos para quienes solo importan "sus muertos", "sus angustias" y "sus dolores", los que sólo lloran cuando el mal toca la puerta de la Torre Eiffel pero que ni siquiera se ven aludidos cuando los drones despedazan infantes en Palestina o cuando los terroristas masacran pueblos enteros para llevarlos directos a la democracia. Escuálido es quien espera porque Facebook o Taylor Swift les diga hacia dónde deben ir su corazón, sus lágrimas y atención.

10.- Pero a mi juicio, el Escuálido de pura cepa, el verdadero, el orgulloso portaestandarte de la legión de los necios, es aquel que toma por realidad un sueño que han puesto ante sus ojos; quien a pesar de ver los indicios, señales y -en muchos casos- hasta las pruebas, prefiere seguir dormido, y no sólo eso, sino llegar a extremos de acabar con sus pares con el fin de no despertar.

En la película Matrix, existe un personaje que refleja bastante bien la condición escuálida, se llama Cypher. En una escena famosa donde Cypher ya se encuentra entregado a la idea de la traición, dice: "sé que este filete no existe. Sé que cuando me lo llevo a la boca, la Matrix le está diciendo a mi cerebro que es jugoso y delicioso. Después de nueve años... ¿Sabe de qué me doy cuenta? La ignorancia es una dicha".

En fin, el resumen de todo esto es que si usted, amiga o amigo, lee esto y se siente retratadx por algún o todos los puntos, pues tiene aún tiempo de ser parte activa del cambio: del real y único movimiento que vale la pena que es el del amor, el de la solidaridad, el que valora la vida, el que se preocupa por sus semejantes, por todos los seres vivos por igual. Llámelo como quiera, eso es lo que menos importa. Lo que sí tiene importancia es el hecho de que debe comenzar ya y le voy a decir por qué. Deténgase un momento y mire a su alrededor. ¿Qué ve? Yo le voy a decir qué: cientos, miles de niños y niñas que van creciendo, que se alimentan del ejemplo que usted les da. Si lo que reciben estas generaciones se encuentra contaminado por los 10 puntos anteriores, pues ese es el mundo que construirán: un planeta, una existencia que no es viable. Milite donde mejor se sienta, identifíquese como desee, siga a quien quiera, pero algo sí le digo: evite siempre la condición escuálida.

ciberejercito@gmail.com



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