Politiporrazo

No dirás falso testimonio ni mentiras

Cuando la influencia de la Iglesia Católica se presta a la confusión por culpa de peligrosos ensotanados, descubrimos supuestas "buenas intenciones". Dejan colar la falaz politiquería de individuos con manos peludas y verbo engañoso, que dentro y fuera del territorio patrio de Simón Bolívar, han detestado al Libertador tildándolo de masón y ateo.

Son desproporcionadas y repugnantes las declaraciones de monseñores minúsculos, enquistados en la Congregación Engañosa Venenosa, CEV que se hace llamar Conferencia Episcopal Venezolana, siempre coincidentes con la dirigencia de la oposición contrarrevolucionaria nacional, sin condenar nunca a los anticristos responsables de ejecutar mortales políticas terroristas, en violentas guarimbas.

Un canal de televisión por cable, que responde al catolicismo internacional, muestra promociones de la bandera venezolana con 7 estrellas, en lugar de lucir 8, cual lo sugirió el Libertador y lo hizo cumplir el Presidente Hugo Chávez "Beatíficamente" las y los monitores en TV rezan, acompañando un texto titulado "Orando Por Venezuela", presentándonos como nación sin fe ni esperanza.

Ver y oír tales deprecaciones, recuerdan a Simón Bolívar y el episodio del terremoto de 1812, aquel donde curas realistas culpaban del movimiento telúrico a la revolución independentista, mintiéndole al pueblo, lo que originó la frase histórica del Libertador "si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca".

Se repite la mentira dos siglos después, esta vez por "curamichates" criollos y extranjeros, a quienes se les olvidó el octavo mandamiento, pese a tener como máximo jefe de la Iglesia Universal, al PAPA latinoamericano Francisco, hombre de ideas claras, auténtico seguidor de los mandatos de Jesucristo.



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Luis Sánchez Ibarra


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