Florido: el capo del miedo en la MUD

La crisis política que vive Venezuela amenaza hacer metástasis de la mano de diputados como Luis Florido o coordinadores políticos como Jesús Chuo Torrealba. Pero es que con "jefes" de la talla de Ramos Allup o Leopoldo López el asunto no es para menos. Al belicoso presidente de la Asamblea Nacional le meten preso a su compadre Coromoto Lugo acusado de cosas muy feas y se le saltan los tapones a la inefable diputada Gaby Arellano calificándolo ardorosamente de preso político. Como "preso político" califica todo aquel que se opone al régimen y huele calabozo por sus fechorías cometidas contra almas desprevenidas. Pero a esto nos hemos acostumbrado los venezolanos no sin un dejo de resignación. Ahora bien, lo del diputado Florido sí que es necesario detenerse a analizar con mesura y despojado de todo asombro.

TE PODEMOS HACER COSAS PEORES...

Si a Leopoldo López lo desnudan 10 veces al día, ciertamente esto constituye un grave delito contra sus derechos fundamentales. Pero para darlo por cierto necesitamos PRUEBAS que lo demuestren. Los que nos interesamos por este caso (menos los 43 difuntos de las guarimbas) ya sabemos como vive el "preso político" más emblemático de la oposición, existe bastante material audiovisual en el Internet de cómo lo tratan en Ramo Verde. Así que las amenazantes declaraciones del diputado Florido se contextualizan en un ambiente que trasciende a la sociedad toda. Si él es capaz de amenazar en ese tono a un colega suyo, ¿qué queda para el que ni siquiera goza de inmunidad parlamentaria? No hablemos de las andanzas del "anciano" Coromoto Lugo y su jefe-compadre Ramos Allup ni de Jorge Rodríguez padre, cuyo nombre se coló en boca del diputado Florido como para darle más certeza y credibilidad a sus declaraciones. No. Hablemos de Robert Serra, de Eliécer Otaiza, de Danilo Anderson y de todos los caídos en plena efervescencia de la Revolución, para entender que las amenazas de este parlamentario constituyen una confesión de parte. Si el diputado Cabello lo acusa o no penalmente, ese es su problema. Nuestro problema es que así como el diputado Florido, en la MUD hay una fauna política sedienta de sangre roja rojita y un porcentaje significativo de ellos casualmente militan en un parapeto de partido político llamado Voluntad Popular. De popular no tienen nada, pero voluntad para causarle daño a todo el que piense distinto a ellos sí que la tienen. Se han amparado en las reglas de la democracia para encumbrarse políticamente pero sus intereses están a años luz de las expectativas del electorado que los ha llevado a trocha y mocha a ser protagonistas de la política nacional.

Un grueso sector de la población vive bajo el asedio del miedo. Y hay un miedo que cala hasta los huesos y se reviste de impotencia cuando vemos declaraciones de este tipo y que provienen de individuos que dicen representar los ideales de la democracia. Extraña democracia que se parece a la fe católica del siglo XV con su brazo ejecutor tristemente conocido como Santa Inquisición. Ya debe saber el diputado Luis Florido que su actitud de capo del miedo le resbala a los que llevamos la Revolución y los ideales del Socialismo entre pecho y espalda. Yo no le temo a la muerte ni al dolor porque nací para morir y una amenaza no mata porque sí, mata porque el silencio se enquista en los cobardes que no se atreven a luchar por la vida. Nos vemos por ahí, diputado Florido...

matatigre68@gmail.com



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