Al paredón Timoteo Zambrano. Le llegó la hora del fusilamiento político. Llegó la hora también de que ningún venezolano diga una “j” a favor del país donde nació, donde se crió y seguirá hasta que llegue la perfección de los tiempos. Zambrano dio en el blanco. Hizo que se les cayera las máscaras a todo aquel que dice con esa bocota que su lucha es en favor de la patria. Todo lo contrario, son unos apátridas descarados.
Y no les da pena. No les importa la inmoralidad. No tienen vergüenza. Con la cara muy “lavada” dicen todo tipo de barbaridad en contra de su propio país. Políticos con un disfraz de venezolano. Con orgullo se presentan con una chaqueta tricolor. Van a reuniones de la MUD con uniformes de venezolanos patriotas; pero la verdad verdadera es que apoyan todo lo que se haga en el mundo en contra de Venezuela.
Ya Timoteo venía asomando que tiene un poquitiquín de sangre venezolana. Pero lamentablemente eso es un delito para la dirigencia de la MUD que está en contra de todo lo que pueda venir en favor de un venezolano. No se tiene la menor duda de que Zambrano sabía que lo estaban cazando para darle matarile. Ahí no perdonan a nadie.
Es triste que en una organización política que no muchos la creían seria tenga el descaro de presentarse con una cara por delante y otra por detrás y que no les avergüence. Con ese orgullo pendejo de ser venezolanos critican al gobierno porque, según ellos, tiene presos políticos por pensar distinto; lo cierto es que son políticos o terroristas presos que han tratado de acabar con el país y con la vida de venezolanos inocentes.
Y en el fondo tienen razón. Prohibido pensar distinto. Timoteo asomó la idea de que no estaba de acuerdo con que cuatro países, Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay expulsaran a Venezuela del Mercado Común del Sur (Mercosur) porque muchos venezolanos iban a sus sufrir las consecuencias. Zambrano pecó y lo agarró la ley de los dictadores; aquellos que ahora dicen que Timoteo no es opositor sino chavista, gobiernero, madurista; o sea, para la oposición hay que estar de acuerdo con todo lo malo que le suceda a Venezuela.
Así como están fusilando a Tomoteo Zambrano tiene ideas crueles. Un tal Florido amenazando con torturar a Diosdado Cabello; un Henry Ramos Allup diciendo que los magistrados son unos hampones, las rectoras unas malandras, los periodistas unos sapos, que muchos serán enjuiciados, que las mujeres no tendrían derecho a nada así estén preñadas; y lo peor, ese carapacho dice que cuando ellos sean gobierno las cosas van a ser peores, o osea, Rómulo Betancourt y Raúl Leoni se quedaron pendejos delante de estos pichones dictadorzuelos.
Claro que se burlan de los venezolanos que han aprendido a pensar. Creen que tienen el derecho de engañar hoy, mañana y siempre. Claro que pensar distinto es un delito, según ellos. No es necesario ser un sesudo analista político para llegar a la conclusión de que castigar a Timoteo Zambrano es una orden dictatorial. Es no permitir que alguien en sus filas diga las verdades así sea a favor de propio país. No pueden ocultar lo apátrida que son. Hasta brujo contrataron para que la Cumbre en Margarita fracasara. No les funcionó las amenazas con cacerolear a países invitados. Pobre de aquel que se hubiese atrevido a pensar o desear el éxito de la Cumbre como en realidad lo fue.
Y los oyen y los ven: Nuestro país, nuestra gente, nuestro pueblo, nuestros pobres, nuestras mujeres, nuestras viejitas, nuestros campesinos, nuestros pescadores, nuestro estudiantes, nuestros jóvenes,etc., ¡mentira! Son unos hipócritas con máscara de dos caras. Allí tienen la prueba. Destituido Timoteo Zambrano por decir cuatro letras a favor de Venezuela. Así es como quieren a “su Venezuela”.
