No seremos más tu carne de cañón

El pueblo venezolano, cansado de la dictadura del gobierno de Marcos Perez Jimenez, dirigido por líderes de partidos políticos que encabezaban los Adecos, salió a las calles en 1958 en una rebelión popular que costó la vida a muchos venezolanos, logrando el objetivo: Derrocar esa Dictadura.

La felicidad duró muy poco, un cogollo ADeco se apoderaría del Poder, desplazando a los verdaderos protagonistas de esa causa: el pueblo pobre (adecos de base inclusive). A partir de entonces se desató la persecución sobre los activistas y revolucionarios que eran del mismo lado y serían tildados de guerrilleros somentiendolos a la tortura, desaparición y muerte.

El pueblo fue usado como "Carne de Cañón".

En el devenir de los tiempos durante un poco más de cuarenta años no fue diferente, los encarcelamientos, las desapariciones, torturas y muertes de dirigentes de izquierda, se convirtieron en una Política de Estado en Venezuela. Seguía siendo el pueblo quien sufría y derramaba su sangre.

Cansado de la política neoliberal y enardecido por las medidas económicas dictadas por Carlos Andres Pérez en 1989 (El Paquetazo), "el pueblo manso" provocado por el gobierno que lo marginó y obligó a vivir con la miseria y el hambre, bajó de los cerros, levantó su ánimo y salió a las calles, obteniendo de las fuerzas militares del gobierno represión y masacre.

Fue en El Caracazo! cuando de nuevo corrió la sangre en Venezuela y el pueblo fue carne de cañon.

Un hombre de boina roja, el cuatro (04) de febrero de 1992, decide acabar con la pesadilla de muertes, desapariciones y entrega de la soberanía que se hacia descaradamente al mejor postor del "Norte". Ese dia corrió la sangre de valientes soldados (que son pueblo), sublevados por tanta injusticia, objeto de la represión del gobierno, se convertieron en carne de cañon y también en nuestros mártires.

El Boina Roja que marcó nuestras vidas con su "Por ahora" histórico y al salir de la cárcel, con ese ímpetu y valentía nos convocó, convocó al pueblo a "tomar el poder político en Venezuela". Y así fue, así se hizo. Por medio de elecciones libres y democráticas Chavéz hecho pueblo llegó a la Presidencia de la República.

Por su coraje, gallardia y espiríritu nacionalista, a pesar de las más terribles campañas en su contra, Chávez con la Revolución Bolivariana se convirtió en una piedra en el zapato de los masacradores, de los perseguidores de siempre que al ver amenazados sus privilegios y vida de despilfarro, derroche, malversación y vicios de todo tipo, arremetieron contra él.

No lo perdonan. No perdonan al pueblo por seguir a Chávez y odian al pobre, lo llaman pata en el suelo, lo desprecian, lo denigran, lo insultan por su humildad y nobleza; y lo odian por creer en una idea, por tener claro el concepto del Socialismo. Por ser Revolucionarios y Chavistas.

Cuando ese pueblo ha salido, como lo ha hecho en el transcurrir histórico, a defender sus derechos, quienes hoy le demuestran odio y lo desprecian, aplauden esa actuación, se alegran y celebran al ver derramar la sangre de los pobres por las calles que huelen a Petróleo.

Gracias a Chavéz, no seremos más nunca Carne de cañón de los poderosos, nos hemos declarado en Rebeldia. Estamos decididos a ser libres.

No volveremos a volcarnos a las calles como desean, para ver desde sus lujosos aparatos de TV, como masacran de nuevo al pueblo.

No saldremos a gritar, como esperan, en contra de Nicolás Maduro. Hagan lo que hagan: Golpes de Estado Fallido, Sabotaje Petrolero, Guarimbas, Guerra Económica, boicot de medicinas, acaparamiento de alimentos, desprecio a las mujeres, maltrato a la familia al esconder productos de la cesta básica, desprestigio a nivel internacional con pretenciones de invasión imperial, asesinato a nuestros líderes políticos y paren de contar.

Les aseguro que si el pueblo pobre sale a las calles a derramar su sangre, no será como carne de cañon de los Burgueses y masacradores de siempre, de quienes los desprecian por ser negros y desdentados, sólo para saciar sus apetencias de poder. Saldría si, pero a defender la Patria, su Soberania y al propio pueblo, como lo hizo Bolivar, como lo hizo Chávez y como se esfuerza en hacerlo el presidente obrero y Constitucional Nicolás Maduro, siguiendo el legado del Comandante Eterno.

Por toda esa historia y por preservar la Paz de Venezuela, aunque nos odien, No seremos más nunca la Carne de su Cañón.

eubira@gmail.com



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