Marea Socialista, política y parodia

Comencemos por los conceptos. Política, vamos a remitirnos a Aristóteles que concibió, hace 2.400 años atrás, a los humanos como seres sociales por naturaleza, agrupados para vivir y avanzar tanto social como económicamente. Para ello el sabio griego consideró que la finalidad de la política era el logro del "bien común", es decir, la felicidad de todos los ciudadanos de la polis (ciudad). Para el filósofo griego la acción política se desarrollaría en las ciudades griegas, máxima expresión de la naturaleza social de hombres y mujeres en el mundo antiguo. Dicho de otra manera, el ejercicio de la política sólo tiene sentido cuando se logra la felicidad (que va más allá del bienestar pero que comienza con este) de los ciudadanos. Si estos son infelices, los políticos no están haciendo bien su trabajo. Recuérdese que, para este griego genial, la felicidad humana debe ser práctica e inmediata, no una aspiración a futuro, aunque pueda contener algo de ello.

Parodia, viene del mundo literario, del teatro, es un recurso de la comedia para representar en forma de burla un hecho, situación, personaje o estilo. Los venezolanos sabemos mucho de parodia, casi todas nuestras comedias televisivas abusaron de esta forma de hacernos reír, de manera especial Radio Rochela resultó ser el paradigma de este tipo de programa. Sin embargo, lo de la parodia es un asunto muy serio y el mejor ejemplo literario lo tenemos en Don Quijote, imitación burlesca de los caballeros medievales. En una parodia se puede identificar la historia original y también qué aspectos de esa historia fueron cambiados, pues aparecen para el lector (o espectador) como exageraciones, absurdos o formas humorísticas que alteran el sentido que tenían.

En Venezuela política y parodia han tenido, más de una vez, contornos trágicos, una estela de sangre. Hace poco, releyendo la última novela de Herrera Luque, "Los cuatro jinetes de la baraja", encontré que se rememora un ejemplo histórico de lo que venimos hablando. Cuenta nuestro novelista que, Guzmán Blanco y Pedro José Rojas (Ministro del Interior de Páez), para finalizar la sangrienta Guerra Federal, realizaron un pacto secreto en donde el gobierno se compromete a firmar una capitulación (Tratado de Coche), la entrega del poder a los federales (Falcón) y, en el ínterin, los dos "políticos negociadores" se repartieron cuatro millones de pesos de una "cuenta secreta" en un banco inglés que sólo conocía el Ministro. Pero, para disimular el asunto, decidieron hacer una parodia final: una "última batallita" en donde murieron 800 venezolanos y un oficial honorable que se suicidó cuando se enteró del teatro sangriento montado por los bandos "enemigos". En Venezuela, concluye Herrera Luque, los políticos siempre negocian, se llevan los "reales" al exterior para disfrutar la "dolce vita" y muchas veces sus seguidores incautos y manipulados ponen los muertos.

Tal vez en antecedentes como este pensó Marea Socialista cuando, al pronunciarse con relación a la marcha del 1S (Toma de Caracas) de la oposición, la califica de "desarrollo de un nuevo fraude político. Una estafa a dos bandas que busca re polarizar el país en función de un pacto espurio entre gobierno y oposición de derecha." ¿Por qué estos representantes del chavismo crítico sostienen tal posición? Veamos sus argumentos:

  1. Sin descartar que puedan surgir brotes de violencia que se vuelvan inmanejables para los irresponsables dirigentes montados en esta parodia. El sentido principal que tiene la convocatoria de la MUD es agrupar sus fuerzas para hacerlas valer en la mesa de negociación que, de hecho, ya está funcionando y lo hace de espaldas del pueblo.
  2. Los lineamientos girados a los dirigentes locales de los partidos de la MUD por parte de la secretaria general de esa organización, definen cinco objetivos políticos. Y aunque menciona "la lucha contra el hambre…", en realidad todos ellos tienen un claro sesgo electorero…
  3. Por eso el discurso agresivo, violento y amenazante que vienen enunciando los principales voceros de la cúpula del gobierno, lo mismo que la confesión de Maduro diciendo que superaría a Erdogan, el déspota turco, en el nivel de represión y totalitarismo con el que contestaría la marcha, tiene otro objetivo: ponerle más limites a los recortados derechos y garantías constitucionales, violar en el caso concreto de la concentración el derecho a protesta. Pero más que eso, atemorizar, ejercitar prácticas represivas y de control social que le permitan continuar con el brutal ajuste al pueblo que vive de su trabajo. Y con la aplicación de políticas entreguistas como el Arco Minero.
  4. Nuestro rechazo a la Marcha del 1 de septiembre se complementa con la denuncia de esta práctica totalitaria. La búsqueda de ambas cúpulas de un Nuevo Pacto de Punto Fijo, se dará en el marco de disputas como las que veremos crecer en los días anteriores a la marcha y que continuará en los posteriores. Pero esta disputa es solo la máscara que oculta un fraude gigantesco. No tienen reales intenciones de enfrentar el Paquete, ni la entrega del Arco Minero, ni el desfalco ni el pago de la Deuda, porque los sectores económicos representados por los dirigentes de la MUD también son parte interesada en todos los negocios

De esta forma el Equipo Operativo Nacional de Marea Socialista ve en la marcha simplemente una farsa, una parodia de protesta porque ya las dos cúpulas políticas (Psuv y MUD, beneficiarios hasta ahora de la polarización) han negociado una entente: la "solución Nicaragua", diría Pérez Martí.

Como comenzamos con Aristóteles, este se preguntaría, ¿dónde están los hechos concretos que avalan tal diagnóstico? Aquí entraríamos en el terreno de las hipótesis, sin embargo, este equipo político indica cuatro elementos "en pleno desarrollo": i) Un nuevo Pacto de Punto Fijo porque coinciden en que los costos de la crisis recaigan sobre los que menos tienen (asalariados y jubilados), ii) niegan el "multidiálogo" polarizando la salida a la crisis, iii) pretenden entregar "la Nación al gran capital" internacional (Arco Minero, por ejemplo) y iv) más de la mitad del país no se encuentra identificada ni con el PSUV ni con la MUD, por ello quieren revivir al país polarizado en donde estas cúpulas siempre ganan, incluso perdiendo.

Bueno, tal vez Herrera Luque – con su "escepticismo ilustrado"-- tenga razón sobre la naturaleza de los políticos venezolanos. Esperemos los acontecimientos.



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Nelson Suárez

Docente/Investigador Independiente (Literaratura, Ciencia, Tecnología y Sociedad)

 suarez.nelson2@gmail.com

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