Hoy más que nunca, debemos enfrentar el acaparamiento de alimentos y otros rubros por parte de empresarios y bachaqueros inescrupulosos que tienen al pueblo pasando trabajo para conseguir sus alimentos básicos. Esta estrategia apátrida para derrocar a nuestro presidente Nicolás Maduro debe ser atacada desde lo cotidiano, ya el gobierno revolucionario activo la organización popular con los CLAP, pero estos solo llegan a un estrato de la población y el resto ¿qué?, es por ello, que lo bello y hermoso que ha y está realizando la revolución en favor del pueblo, se está nublando en el pensamiento de muchos ciudadanos, no podemos ser pesimistas sino realistas y seguir luchando con esperanza y convicción, porque unidos saldremos de esta cruenta guerra económica.
Nuestro gobierno revolucionario está teniendo triunfos en el exterior, específicamente en la OEA, pero también nos están utilizando a nivel internacional como mal ejemplo para contrarrestar la avanzada revolucionaria en nuestra patria y en el mundo (caso España). Sin embargo, el triunfo necesario es dentro de nuestro país; llevamos tiempo luchando contra la guerra económica, pero es de fuerza mayor profundizarla más atacándola día a día en lo fundamental: guerra al bachaqueo, a la falta de productos en los anaqueles, al contrabando de extracción, colas y a la inflación inducida, todo con la finalidad de mejorar la adquisición de alimentos y otros insumos necesarios para nosotros los venezolanos. Esta situación que se presenta a diario por la escases de alimentos y otros rubros, están afectando lo emocional y económico en los ciudadanos.
Uno transita por la ciudad y observa en los negocios de expendios privados de alimentos, que las personas salen de estos locales con bultos de arroz, pasta, y otros. Como es posible esta situación de distribución por bultos, así ninguna comercialización y distribución puede normalizar la situación de escases por mucho que nuestro gobierno revolucionario pretenda. Por esto, se debe exigir a los sitios de distribución de alimentos privados que limiten las compras por persona para que puedan llegar a más gente. Dicha venta por bultos limita la compra a la mayoría y apuntala al bachaqueo y la especulación, y por ende a la inflación.
Los cuerpos de seguridad y las instituciones de nuestro gobierno que siempre están en esas ventas de los locales privados, deberían de controlar tal situación. Es necesario a nivel global un rediseño de distribución de alimentos y otros rubros, pero manteniendo los CLAP que es una expresión de organización popular complementada y vinculada con los entes gubernamentales que se dedican a la distribución y comercialización.
Finalmente, no podemos desmayar en este momento coyuntural para nuestra patria que está siendo atacada desde muchos flancos: políticos, económicos, internacionales, mediáticos, y donde el imperio, ya en estos momentos está en histeria, vociferando abiertamente a los cuatro vientos que nuestro presidente obrero Nicolás Maduro Moros debe salir, pero se le olvida que Venezuela tiene un pueblo guerrero y que por genética inoculada por nuestros libertadores somos antiimperialistas. Así, es prioridad primaria que nuestro gobierno revolucionario, socialista y chavista debe aliviar lo cotidiano para con ello, neutralizar la guerra económica y su efecto emocional en los venezolanos.
¡GUERRA AL BACHAQUEO VENGA DE DONDE VENGA!
¡UNIÓN, UNIÓN Y MÁS UNIÓN, NO HAY DE OTRA!
¡LA GRAN PATRIA LA CONSTRUYEN LOS PUEBLOS!
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