¡Un, dos, tres, tamarindo!; la infausta historia política de Henry Ramos Allup

Condenado al "ostracismo" por la entonces dirigencia acciondemocratista, Henry Ramos Allup, encuentra en la quinta república su mejor oportunidad política. La derrota aplastante, por Hugo Chávez, sobre sus más carismáticos enemigos lo colocan al frente de la dirección política de AD. Como Secretario General del llamado partido del pueblo, Henry, enfrenta, excluye a todo aquel "dirigente" acciondemocratista que cuestionara su mando, a lo externo "enfrenta" a sus nuevos y más "denotados" enemigos, los "dirigentes" de Primero Justicia, derivados del enfrentamiento y división de viejas y nuevas "figuras" dentro de Copei. No sólo Chávez y su movimiento político constituyeron para la época los "enemigos" a vencer. Para Henry, la Dirección General de AD, trajo una triste y deprimente victoria, a la postre, se va quedando solo. Primero Justicia pasa a ser el primer partido político de oposición.

Henry Ramos Allup, carcamán de la vieja clase política, llegó a la quinta república con la responsabilidad y "liderazgo" de reivindicar y reconstruir la vida política nacional, de resarcir la nefasta y triste historia política de sus antecesores, pero Henry, no lo entendió o no le dio la gana. Con su ofensiva verborrea "dispara" en todas y contra todos, culipandea las derrotas opositoras, las elude, culpa a los lechuguinos, petimetres y mariposones de PJ, como también a los medios de comunicación por el fracaso en el golpe de estado de abril de 2002 y del paro petrolero, 2002-2003, no asume responsabilidad alguna…, Durante las guarimbas y proceso referendario contra Chávez, 2003-2004, Henry, en la dirección opositora no acepta los resultados electorales, declara tener pruebas de fraude que nunca, en doce años, ha mostrado…Así trascurre la vida política de Henry Ramos Allup durante el gobierno de Chávez. Él, Chávez, el tenientico coronel, que a decir de adecos y copeyanos freiría en aceite la cabeza de sus adversarios, se convirtió en el más grande de los obstáculos, inexpugnable gigante, que debía superar Henry Ramos Allup para llegar a su sueño dorado, la presidencia de la "República de Venezuela".

Con la "caída en combate" del Comandante en Jefe Hugo Chávez y la llegada al poder político del primer gobierno chavista, Henry considera que, Nicolás Maduro no es ni tiene su estatura política, ¡su dialéctica!¡Oh, sí, esa dialéctica exquisita y elocuente de Henry! De nuevo pasa a la ofensiva, a la dirección de las fuerzas opositoras, ahora sí debe y tiene que ser su momento. Bajo la premisa del "mal gobierno de Nicolás" y cómo, Henry y su mesa de unidad, acabarían con las colas, la delincuencia, la inflación…, el mal gobierno, la oposición se hace del control político de la Asamblea Nacional. Poco duraría este encanto, a las primeras horas del triunfo, la oposición niega, ¡no recuerda!, sus promesas electorales, se "arrincona" bajo el pretexto de esperar al mes de enero para su posicionamiento en el poder. Planteamiento que con el paso de los días debió ser desechado, la promesa electoral sólo fue parte de la propaganda y marketing político, una vez más la oposición venezolana con Henry Ramos Allup a la cabeza, nos había engañado.

Si las colas por comida, medicamentos y cualquier otro insumo para necesidades básicas, fueron promovidas, coordinadas y financiadas por ellos, por la oposición, como elemento fundamental para convencer a la población del mal gobierno madurista, ¿por qué debían quitarlas?

A partir del martes 5 de enero de 2016, una vez asumido el poder y control parlamentario, Henry Ramos Allup, pasando sobre la mayoría de PJ, en reunión secreta, se imponerse a Julio Borges y es nombrado presidente de la AN. Desde allí, ante las cámaras, como payaso hollywoodense, cual "guasón" en cualquier oportunidad, ratifica su disposición a derogar la Constitución Bolivariana, al desconocimiento y derrocamiento de Nicolás Maduro y demás poderes en seis meses… Desde la AN, se "dictan y elaboran" leyes abiertamente anticonstitucionales, desconocedoras en su forma y fondo del derecho y la justicia consagrados y derivados de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Todo con un fin, el reconocimiento, por poderes y organismos extraterritoriales, de la AN como un poder parlamentario supra constitucional en torno al cual y del cual depende toda la vida e institucionalidad democrática venezolana. El problema de Henry y sus "secuaces" diputados, políticos y empresarios asociados es que el pueblo sabe, conoce y defiende sus derechos, los conoce a ellos, a la oposición venezolana y sabe de qué son capaces.

Desde entonces, Henry Ramos Allup, aupado y financiado desde el exterior, emprende una grosera y brutal campaña contra la institucionalidad democrática venezolana e internacional que no esté alineada a sus intereses. Se dictan y proponen los mil un métodos, tratados, formas y maneras mediante las cuales salir del presidente Maduro, todas, toditas las propuestas pasan por el desconocimiento de la Constitución Nacional. Para él, para Henry Ramos Allup, el mantener la institucionalidad democrática consagrada en la Constitución de 1999, es el mayor obstáculo, el muro de contención, para sus macabros planes de gobierno dictatorial al mejor estilo imperial del siglo XXI. En la víspera, al concretarse el plazo fijado por Henry y a Henry, para acabar de una buena y definitiva vez con la era chavista, su historia política se enfrenta a sí misma, en seis meses de gobierno en la AN, Henry Ramos Allup ha decepcionado a propios y extraños. Su ineptitud ha obligado el accionar intervencionista no sólo de Mariano Rajoy, presidente Español, sus Cortes y Medios Reales, sino también del mismísimo Barack Obama, presidente de la potencia bélica más destructiva y depredadora que jamás la humanidad conociera.

Hoy, los seis meses de plazo fenecen con un resultado, más que tragicómico, de comedia, un resultado paradójico; la oposición, con Henry Ramos Allup en su dirección, tampoco ha logrado derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, hijo de Chávez, el simple chofer de autobús, si Chávez fue un gigante, ¿qué decir de Nicolás Maduro?, ante la adversidad y la intriga opositora. La mayor desgracia opositora será "mañana", cuando cada uno, preñado o no de buenas intenciones, desde la casa de misia Jacinta, lleno de ego, en busca de control, poder, cargo o prebenda gubernamental, decida contar "su verdad", la verdad incuestionable, sobre cómo humillaron, vejaron… sumiendo y derrotando a todo un pueblo, a toda una nación, por hambre, por falta de medicamentos o falta de los más básicos y por qué no, hasta de los más extravagantes, insumos para la vida moderna, como método de lucha política.

Como en el pasado, a pesar de la verdad en boca de sus protagonistas, puede ser que existan personas negadas a creerla, dispuestas a cuestionarla, pero esa será la verdad y quienes promovieron o coordinaron con fines y por ambiciones de poder político tal destrucción, tal aberración contra la nación venezolana, contra nuestro don de gente, de humanidad, contra nuestros DD.HH. tendrán un destino incierto. Entonces habría valido la pena todo esfuerzo, todo sacrificio por ser leal al patriotismo, al ideal de Patria Libre, Soberana, Independiente, Buena, Solidaria, Bolivariana de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

¡Henry; ríndete y devuelve los dólares, eres fraudulentamente inepto… el hazmerreír de la comarca!



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Felipe Marcano


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