La nada, quiere ser

Durante el desarrollo de su última campaña electoral para optar a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, el Presidente invicto y eterno Hugo Rafael Chávez Frías, calificó sabiamente a su oponente, (representante de la extrema derecha y defensor de los intereses de los Estados Unidos) como la "nada" Este término ha sido abordado a lo largo de la historia por diferentes autores, entre ellos podemos mencionar: Parménides, Hegel, Heidegger y Sartre, por cuestiones de tiempo y espacio, hare una breve aproximación desde la concepción de Parménides.

En su poema "Sobre la naturaleza", el filósofo griego Parménides narra que es llevado ante la presencia de la diosa sabiduría y ésta le comunica: Parménides, hay dos caminos, el camino del ser que es y no puede no ser, porque ya es; y el segundo camino, es el del no ser, que no es, y no puede llegar a ser. El primer camino, simboliza la certeza sobre la realidad que puede ser conocida y comprobado porque es, este camino nos muestra que el ser está en todas las cosas que son. El segundo camino es el de la falsedad y la mentira, ya que de la nada no sale nada, no hay nada, no existe la posibilidad de que de la nada salga algo, porque la nada es nada.

El Presidente Chávez tuvo la genial idea de llamar, denominar, identificar al candidato opositor del momento como "la nada". Desde ese día hasta hoy la nada perdedora, ha hecho esfuerzos que superan su capacidad para llegar a ser posibilidad futura, se encuentra en una etapa de desespero y locura, mintiendo, engañando, insultando a los representantes de los poderes establecidos, creando zozobra e incertidumbre en la población, generando violencia y desequilibrio psicológico y emocional, sobre todo en sus respetables seguidores. A pesar de todos estos intentos, no hay en la nada perdedora un discurso con lógica argumentativa y sentido, no hay coherencia entre pensar, decir y hacer, lo que hay es mentira, odio, traición, entrega, engaño; no hay en la nada perdedora identidad, sentido de pertenencia con la patria, con su historia y su cultura.

En su insistencia, continua la diosa en la narrativa poética del filósofo de Elea, le dice, cuídate de los sentidos, porque parecerían darle existencia al no ser. Significa que nosotros/as engañados/as por una falsa percepción de los sentidos le damos existencia al no ser, a la nada, vemos la mentira, el engaño, la apariencia como verdad, la nada puede valerse de artimañas para engañarnos, por ejemplo, el marketing publicitario pueden hacernos ver que la nada es algo. Debemos estar claros, tener conciencia política y crítica para no dejarnos engañar y entender que de la nada no sale ni saldrá nada, que jamás podrá llegar a ser.

Docente universitario.

jgiralico@gmail.com

 



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