La Asamblea Nacional queriendo utilizar su mayoría con el solo objetivo de tumbar a Maduro, ciega sorda y muda ante una crisis que en un alto porcentaje ellos provocaron, al seguir a pie juntillas el manual de golpe suave, ante el cual el pueblo resiste de manera estoica y las pretensiones de que un estallido social, sea el detonante de una intervención armada por parte del gobierno de los Estados Unidos, que les permita tomar el poder, sin ponerse a pensar que de hacerse efectivos esos planes lo que les quede para gobernar no va a ser otra cosa que un país en ruinas, como los que ya han pasado por las acciones depredadoras imperiales, tanto que la crisis de hoy parecerá una simpleza tal, que muchos van a añorar, haber seguido en ella antes que tener que enfrentarse a escenarios de muerte, desolación, hambruna y verse obligados, incluso, a sumarse al innumerable ejército de refugiados en que el imperio ha convertido al mundo junto a lacayos como los de aquí que no disimulan en lo más mínimo su subordinación para entregar la Patria.

Esa Asamblea, sin programa, sin proyecto, sin ideas ya ha mostrado sus intenciones que no son otras que las de contribuir a agravar la crisis, para intentar pescar en rio revuelto, pero simplemente olvidan que este pueblo ha madurado, como para, igual que superó en circunstancias aun más difíciles y sin las herramientas ideológicas y de organización que ahora tiene, poder superar la que hoy enfrenta y resistir hasta el punto de derrotar las pretensiones imperiales.

Esa Asamblea está desperdiciando una oportunidad de oro, para, en un gesto de altura política, en lugar de pretender desmontar el Estado que en 17 años ha levantado la Revolución, en el que a pesar de errores, por cierto reconocidos, ha logrado conquistas sociales de primer orden a partir de la inclusión de quienes siempre estuvieron a la vera del camino, viendo pasar a quienes se aprovecharon durante décadas de los erarios públicos para el beneficio de pocos en detrimento de muchos.

Esa Asamblea convertida en centro revanchismo y de continuo enfrentamiento con los demás poderes del Estado, ya está siendo evaluada por el pueblo, todo el pueblo incluso el que les dio su voto, y no es apresurado afirmar que hay un número creciente de arrepentidos, que creyendo en un cambio han podido comprobar que simplemente fueron engañados, porque han llegado a ponerse de espaldas con las necesidades del pueblo y sus prioridades que son la de resolver la inflación, acabar con el desabastecimiento y lograr una mejor calidad de vida desmejorada bien sabemos por la ejecutoria de acciones del manual de guerra no convencional de la cual son sus operadores.-

Por otro lado obnubilados por lo que creen un poder omnímodo, toman la decisión de colocar al frente de ella al personaje menos indicado, quizá a quien tiene la acumulación de odio de mayor magnitud, quien llega de entrada disparando a mansalva, amenazando hasta de muerte y estableciendo plazos para echar por tierra una decisión de un pueblo, tan legítima como la que eligió a la mayoría que hoy detentan.

Eso al pueblo no le cae bien, y esa guapetonadas que con mucha frecuencia se repiten van a ser muy tomadas en cuenta apenas ese pueblo tenga la oportunidad.

Las oportunidades las pintan calvas y por lo general, cuando se desaprovechan traen consecuencias lamentables y cuando por el contrario en lugar de aprovechar el poder que el pueblo colocó en sus manos, esta Asamblea Nacional con su bancada mayoritaria, inicia su gestión buscando pleito con todos los demás poderes, pareciera que se olvida que ese pleito no lo está cazando solo con quienes ejercen posiciones en ellos, sino que lo están haciendo contra una muy buna parte del pueblo, que a diferencia del muy heterogéneo que les votó, está muy bien organizado, tiene experiencias en superación de adversidades y tiene una conexión que ya luce indisoluble con la única fuerza capaz de inclinar la balanza que no es otra que la Fuerza Armada, constituida por hombres y mujeres quienes en su mayoría no van a permitir la usurpación del poder a espaldas del pueblo.-