Inaplicabilidad de la causula democrática contra Venezuela

Mauricio Macri, recientemente electo presidente de la Argentina, en un sobresalto de brutalidad y de confrontación antidemocrática decidió, antes mismo de asumir la presidencia, reclamar a sus socios del MERCOSUR, la aplicación de la cláusula democrática contra el gobierno democrático de Venezuela.

Algunos ideólogos neófitos, abogados criollos, junto a los propietarios del monopolio privado del negocio de la información derechista y golpista paraguaya- actores privilegiados de la contaminación, el falseamiento de información, la desinformación y la guerra hegemónica de destrucción de la democracia-; hablaron en forma irresponsable y con evidente intención de confundir a la población, de que la cláusula es aplicable a Venezuela.

Es realmente así? Se puede expulsar a Venezuela del bloque en base a la cláusula democrática?

La llamada cláusula democrática se encuentra en el Protocolo más conocido como USHUAIA I y es parte esencial del funcionamiento del MERCOSUR.
La cláusula democrática es aplicable, como lo indica el artículo 3 sólo cuando se da la "ruptura del orden democrático en uno de los Estados partes".
Es decir, cuando existe usurpación, golpes de Estado, bajo variadas formas, como el que ocurrió en el Paraguay con el Golpe de Estado de junio del 2O12.
En esta ocasión, ante la ruptura del orden democrático por parte de los sectores económicos, políticos, empresariales golpistas autóctonos, las sanciones contempladas como forma lícita de reacción contra la destrucción de la democracia por el artículo 5, fueron lícitamente impuestas a los destructores del orden democrático. Es la aplicación correcta y legítima de la cláusula. Y la única causa de aplicación.

Este no es el caso de Venezuela. No existe golpe de Estado y existe un gobierno democrático, legítimo y lícito.

La cláusula democrática USHUAIA I, es absolutamente inaplicable a esta situación.

Golpe de Estado existió en Venezuela cuando Obispos, Cardenales, empresarios y políticos perpetraron ese crimen cotra el legítimo y democrático gobierno de Hugo Chávez en abril del 2OO2, procediendo a la masacre de inocentes civiles y una persecución criminal. Golpe de Estado, repetimos, se produjo en Paraguay en el 2012 y la cláusula fue aplicada respetando el derecho internacional y la soberanía popular del pueblo paraguayo.

Esta actitud del macrismo y la derecha argentina, va más allá de la aplicabilidad de la cláusula democrática. Significaría no sólo un apoyo a la violenta oposición derechista venezolana, sino que podría significar una ofensiva directa para desestructurar el MERCOSUR y un ataque directo contra los gobiernos democráticos. Nadie en su sano juicio puede negar, que bajo estricto control internacional, bajo un control a la lupa, en ese democrático país, se realizaron 19 elecciones. Nadie puede dudar en su sano juicio, que la oposición, fue derrotada, salvo un referéndum ganado.

La oposición venezolana es una agrupamiento de agrupaciones políticas y empresariales extremadamente violenta y propensa al terrorismo y a la barbarie. Directamente financiada y satelizada por el régimen norteamericano.

La declaración y deseo de Macri, hace que la atención se centre y se focalice en dos hechos importantes. Primero, las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre. Segundo, la próxima cumbre del MERCOSUR en Asunción, donde Macri buscará la confrontación, el conflicto y la desintegración del bloque.

El deseo expresado por Macri, es parte más bien de una ofensiva bien articulada y coordinada en la región y fuera de la región, destinada a destruir procesos de soberanía, de integración y de independencia.

Los gobiernos miembros del MERCOSUR, Uruguay y Brasil se posicionaron claramente a favor del gobierno democrático de Venezuela y contra la aplicación de la cláusula. La razón: de toda evidencia, no hubo en Venezuela, alteración del orden democrático ni ruptura del orden democrático.

Y se prevén, además, elecciones democráticas y transparentes, bajo estricto control internacional.

El gobierno de Cartes, salvo la expresión de histeria del golpista ALDO ZUCOLILLO y su empresa ABC, no está en la mejor situación para plegarse a este exabrupto y a la política de régimen norteamericano de destruir a Venezuela.

En estas condiciones, difícilmente Macri pueda plantear en la próxima cumbre el tema.

El interés de la próxima cumbre radica en el hecho de que por primera vez se dará un cara a cara entre dos proyectos: el de independencia, desarrollo endógeno, soberanía e integración y proyectos de subordinación a intereses foráneos, de subdesarrollo, represión, persecución política e ideológica y miseria.

La cláusula democrática es, definitivamente, inaplicable desde todo punto de vista.


*Dr. En Derecho Internacional
hugordb@gmail.com



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