¿Poder para que nos sometan? ¿o Poder para decidirnos por una esperanza liberadora?

Estamos a las puertas de un proceso electoral que será decisorio para
la continuación o no de los logros alcanzados por la revolución
bolivariana con nuestra Carta Magna de 1999, que estableció nuestros
derechos ciudadanos, en una democracia protagónica y participativa,
que significó un reencuentro con el hecho político y la política.

Los procesos electorales que hemos vivido durante casi toda nuestra
historia republicana han sido extremadamente excluyentes, racistas,
misóginos. Por eso los retos que se nos presentan para revitalizar
nuestro sentido de pertenencia a nuestra patria son muy complejos.

Esta situación la deben tener muy clara nuestros candidatos de la
revolución, porque las conquistas que hoy tenemos el Poder Popular y
el horizonte dibujado para la construcción del estado comunal era hace
poco años  una utopía y quizás se hubiera quedado solo en eso, si
Chávez no hubiera convertido la política en una práctica y lo político
en herramientas de emancipación.

La propuesta que inició Chávez para darle poder al pueblo, no tiene
otro fin que hacer a nuestro pueblo cada vez más culto, cada vez más
consciente, cada vez más invicto, cada vez más independiente, libre,
soberano; cada vez más socialista.

La comuna más que una forma de organización, es una forma de vida
autosustentable, ecosocialista; es una propuesta tan increíble, tan de
avanzada, que quizás todavía no hemos comprendido la magnitud de la
misma, porque significa que una vez que hayamos alcanzado el estado
comunal. Este Estado−Nación que conocemos, ya no tendrá razón o
sentido, al final  habremos comprendido que la libertad siempre ha
sido un asunto de conciencia.

De allí la importancia de poner nuestro poder, nuestro voto, en la
esperanza liberadora que representan los candidatos de la revolución,
pues es  garantía para impedir que el poder imperial nos arrodille,
nos someta, nos vuelva a convertir en la generación boba, sin un
proyecto de vida, ni un fin, ni un objetivo con sentido de humanidad.

 La tarea no es fácil, nos enfrentamos a un diablo que tendrá que ser
abatido por Florentino nuevamente, pero es una decisión que depende de
nuestra firmeza, depende de nosotr@s.

O seguimos el camino de la miseria, del libre mercado, del sálvese
quien pueda, o decidimos asumir que ciertamente estamos en un proceso
de construcción que debe ser colectivo, que tiene algunas fallas
técnicas y de voluntades; que tiene gente muy noble pero también
gente, que enferma por el poder,  no solo se pierde en el camino, sino
que arrastra a much@s consigo.

Nuestra ventaja es que no estamos distraid@s de nuestra historia
reciente, tenemos memoria de lo que hemos tenido que luchar para
alcanzar nuestras conquistas sociales. Que ese modelo que impero antes
de 1999, esa vergüenza para el pueblo venezolano, no lo queremos de
vuelta.

A esta altura los que no son tan  jóvenes, quienes vivieron la penuria
de comer una sola vez al día, de ser arrestados por ser pobres, de ver
morir a sus familiares en cárceles indignas, que no tenían la
oportunidad de disfrutar de las bellas artes, ni de estudiar,
discriminados por cuanta cosa se le ocurría  a la burguesía de este
país, pregunto:  si  ¿acaso no  causa terror, pánico, miedo, angustia
que la derecha llegue a tomar puestos es la Asamblea Nacional y tiren
por la borda los logros alcanzados hasta ahora?.

•       ¿Acaso Ramos Allup, tendrá mejores propuestas para nuestro pueblo
que Diosdado Cabello, que Freddy Bernal, que Ernesto Villegas?

•       ¿Será que Julio Borges, cuando tome el poder parlamentario el 6D, le
va a importar ese hijo tuyo, que fue arrestado cuando se restituya la
ley de vagos y maleantes porque encontraron al carajito tomando en la
esquina?

•       ¿Será que a Marquina se le quitará el sueño, cuando por su voto, los
millones de personas que hoy reciben atención primaria en salud, en
los CDI, se queden sin medico comunitario? ¿ Sera que apoyara alguna
iniciativa para que los médicos egresados de la U.C.V. vayan a ocupar
los espacios en los barrios y comunidades de lugares como Alto
Orinoco, Canaima, Alto Apure,  la Guajira, cuando se cancelen los
convenios con Cuba que han permitido que nuestros jóvenes se formen en
medicina comunitaria?

•       ¿Será que los diputados de la MUD, apoyarán   la inversión en
educación, para que millones de niños, niñas, adolescentes jóvenes,
sigan estudiando de manera gratuita desde educación inicial, hasta
educación superior, en equitativas condiciones? ¿O que tenga acceso al
libro y lectura que les  garantiza la posibilidad de abrir su
pensamiento al conocimiento universal?

•       ¿Será que los diputados de la MUD, en su afán de recuperar el tiempo
perdido,  no procederán a cobrar, con intereses impagables las
viviendas asignadas a través de la Misión Vivienda a millones de
personas que estaban en condiciones de vida crítica?

•       ¿Será que la unidad democrática, que tod@s sabemos  están bajo las
órdenes del FMI, apoyarán, como lo han hecho a los diputados de la
revolución respecto al  tema de las pensiones? ¿Acaso no podrán en
práctica la receta que aplico España de reducir las pensiones a la
mitad? ¿Acaso levantarán la voz, cuando se le aplique nuevamente la
ballena a los viejitos?

•       Acaso los diputados de la MUD, levantaran su voz para impedir que
una pila de funcionarios corruptos se enriquezca a costa del robo de
las pensiones de los más desamparados como ocurrió en la IV, gente sin
ética, sin moral, que hoy sustentan lo que tienen a costa del hambre
de tanta gente que murió en la miseria porque le robaron su pensión,
que era su derecho y que nunca les llego.

Por estas razones mi voto es para la revolución, por el recuerdo de mi
abuelo, que tanto quise, que tanto extraño , a quien me hubiera
gustado  disfrutara de una pensión y no hubiera tenido que pasar los
últimos años de su vida, asistiendo constantemente a esas
interminables reuniones de los sindicatos de obreros que se daban en
uno de los sótanos de las torres del silencio cada sábado, con ese
calor insoportable, donde con apenas cinco años me quedaba dormida
entre sus brazos mientras observaba las lágrimas derramadas, que
llenaban los pliegues de la piel ya gastada de las abuelas, con sus
sombreros de antaño, que levantaban su voz, diciendo que tenían
derecho a una pensión digna, que por supuesto nunca  llegó.



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Kelly J. Pottella G.

Miembro de la Red Nacional de Escritor@s Socialistas de Venezuela. Promotora cultural. Pertenece al periódico comunitario Enlazando la Diversidad. Estudiante de sociología. Vocera del Consejo Presidencial del Gobierno Popular de Cultura por Dtto Capital.

 kellypottella@gmail.com

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