La pregunta es tonta. Sé que no fuiste. Tu guerra, como te escuchó toda Venezuela, es otra. Tu guerra no es por el pueblo ni por la democracia. Tu guerra es contra el pueblo y contra la democracia.
Lorenzo, este domingo, no fuiste al simulacro electoral porque eres de quienes no apuesta por la paz. No te atrevas a desmentirme. Si lo haces, te busco los videos de 2002, donde tus camiones interrumpían el tránsito en las autopistas, plegados al sabotaje económico para derrocar al Comandante Hugo Chávez. Y no vengas, ahora, a decir que los culpables de aquellas trancas fueron los choferes de aquellas unidades. Eso es tan falso como falso es el corazoncito patriota de tu cómplice, Ricardo Hausmann.
Lorenzo, no fuiste al simulacro porque no crees en el Consejo Nacional Electoral. Tampoco me desmientas. Nunca has llamado a tus compinches terroristas en la MUD, a que respeten a nuestro máximo rector. En los periódicos no hay una línea en tal sentido. Si de audios se trata, sólo hablas de millones de millones de dólares "porque esa es la cifra".
No fuiste al simulacro electoral, porque para los pelucones como tú da igual si se vota o no. Para los chulos de tu estirpe, la democracia no se mide por participación ni pluralismo, sino por el grueso de los negocios y la explotación a los trabajadores de tus empresas.
No fuiste al simulacro, Lorenzo, porque tú mismo eres un simulacro. Públicamente te presentas cual paladín de la transparencia empresarial pero, cuadro cerrado, eres un conspirador nato. Lo que para ti es realmente trascendental, es el neoliberalismo que te quita el sueño y por el que inviertes día a día.
Te tengo malas noticias, Lorenzo. El pueblo sí acudió al llamado del CNE. No sólo el pueblo chavista, sino también una parte del pueblo opositor consciente de que la paz es el mejor instrumento para medir fuerzas.
Tu guerra, Mendoza, fue derrotada una vez más. El civismo de quienes verdaderamente aman a Venezuela, dio otra inolvidable lección.
¡Chávez vive…la lucha sigue!
