Pildoritas 97 (año VIII)

La revolución otra vez está rompiendo el molde y la derecha no se da cuenta

Toda Revolución y la nuestra no es la excepción. aun cuando se puede afirmar que es una versión "sui generis" por sus características, que la vinculan con estrategias de paz y enfrentando al enemigo dentro de sus propios esquemas y sus legislaciones, por lo general hechas a la medida de sus intereses para mantener el poder, subyugando a los pueblos; todo movimiento progresista que busque cambiar radicalmente el llamado "status quo", por lo general tiene la particularidad de verse obligado a usar la fuerza, ante la respuesta violenta en un intento por frenar las aspiraciones del pueblo.

De ello hay muchos ejemplos en la historia de la humanidad.

En el caso venezolano, aunque desde que la Revolución levantó la primera bandera, en el siglo XX de manos de uno de esos seres que aparecen cada cierto tiempo con la misión, podríamos decir que providencial, de guiar a las masas, sobre todo las oprimidas, olvidadas, excluidas y explotadas por factores de poder que por centurias han dominado el mundo, ha sido una revolución atacada desde todos los frentes de manera inclemente, quizá como ninguna otra en la historia reciente, que pudo derrotar a punta de pueblo a una oligarquía que se creía inderrotable, que se había apropiado del país para colocarlo a los pies de quien se ha autoerigido en dueño del mundo y que conocemos como imperialismo.

Pero, esta Revolución, quizá por haberse desarrollado dentro de una sociedad contaminada con toda clase de factores negadores de principios y valores, pareciera que creó anticuerpos que le han servido para resistir los más terribles ataques, enfrentarse a un sinnúmero de dificultades y ser capaz de vencerlos, en buena lid, a pesar de que las condiciones siempre han sido desiguales puesto que el poder del enemigo es infinito.

Es así como nuestro país, en el tiempo que lleva conducido por esta Revolución ha pasado por pruebas terribles como el golpe de estado, revertido por el pueblo y la fuerza armada en tiempo record,,, para escribir una página inédita y única en la historia del mundo moderno, un paro petrolero que dejó en saldo negativo las arcas del tesoro nacional y que puso al pueblo a aguantar hambre durante más de dos meses, invasión de cuerpos armados de paramilitares entrenados en Colombia para las más aviesas intenciones, invasión silenciosa de todo tipo de delincuencia para minar en barrios y poblaciones enteras las bases sociales del buen vivir, asesinato, hasta que se pruebe lo contrario del padre, conductor, ideólogo y corazón de la Revolución, asesinatos selectivos de destacados líderes revolucionarios, ataques despiadados a líderes y su familia, como es el caso del Presidente de la Asamblea Nacional y figura fundamental del Proceso, calumnias a granel contra todo lo que les huela a chavista, el montaje de conflictos internacionales como lo del diferendo por nuestro Esequibo, la creación de condiciones insoportables en la Frontera con Colombia para establecer un clima de guerra, que permita al Imperio aplicar el decreto de Obama y encontrar un motivo para una invasión y lo último que a mi juicio es lo más complejo a que hemos sido sometidos, la llamada guerra económica, que la historia registra en otros países, el más claro ejemplo el de Chile revolucionario de Allende, como un arma letal que ha dado al traste con gobiernos que de otra manera hubiesen sido el camino ideal para reducir las desigualdades implantadas por el salvajismo del otro modelo.

Estamos en plena guerra que ya nadie duda fue planificada minuciosamente para perfeccionar la de Chile y lanzar los ataques con pretendido poder demoledor y seguros de que la Revolución y menos sin su genio Hugo Chávez al frente, no iba a resistir ni un raund como esas peleas de boxeo que se terminan en el primero o por un descuido del contrincante o por la clara superioridad del atacante.

Por ello la guerra económica no vino sola, la vimos acompañada de una nueva modalidad conocida como guarimbas, bajo una estrategia a la que los enemigos de la patria llamaron "LA SALIDA", nombre no escogido al azar, no por casualidad, sino porque connotaba el objetivo final de una pretendida victoria que les permitiría mostrar como trofeo la cabeza del primer presidente chavista a quien consideran, por ser un obrero, una afrenta para sus apetencias burguesas y oligárquicas.

Como sabemos, a pesar del daño terrible que le están causando sobre todo a la familia venezolana, a pesar de que han logrado introducir, desazón, zozobra, dificultades inducidas en el normal desenvolvimiento sobre todo de la clase media y las llamadas clases populares de los barrios, no han podido conseguir que el objetivo que lleve a las calles al pueblo convertido en saqueador, para obligar una guerra de pueblo contra pueblo, se les dé, simple y llanamente porque los anticuerpos con que el padre de la Revolución la dotó, han comenzado a actuar, pero además porque la derecha de aquí y del mundo que se han concitado para actuar como una sola, han olvidado algo que Chávez no se cansó de repetir, "esta es una revolución pacífica pero armada", no solo de principios, valores y la fuerza que nos da el sabernos enarbolando la bandera de la verdad, sino porque tenemos una Fuerza Armada Bolivariana, que está clara de cuál es el rumbo que le conviene a la Patria, al que no vamos a renunciar, más cuando ese contingente de hombres y mujeres, por fin han comprendido que son pueblo, como el resto de los seres que tenemos el privilegio de haber vivido en Revolución.

Se han encontrado con un pueblo que ha demostrado capacidad inusitada de resistencia y que se sabe sobreponer, como nos lo enseñó el maestro que desde donde esté se debe estar sintiendo orgulloso de su obra.

Por el contrario, una vez más la derecha está demostrando, que no ha sido capaz de interpretar al pueblo y menos conocerlo, no se han dado cuenta que ese pueblo que en otras oportunidades los ha esperado en la "bajadita", esta vez les va a repetir la dosis para cobrarles una vez más sus desmanes contra la mayoría revolucionaria, que este 06 de diciembre nuevamente, va a escribir una página gloriosa para mostrarle al mundo por qué este pueblo no es cualquiera, sino uno que ha roto el molde que el imperio y sus lacayos nos quieren aplicar..-

 



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Saúl Molina


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