La golosina envenenada

Debemos recordar, que cuando el imperio decide poner en acción un plan de dominación, lo hace a plena conciencia de estar seguro de cuando se inicia, así como de los cálculos del progreso de cada fase, de las bajas que sufrirían, de la reposición de unidades, de los reemplazos requeridos, etc.; pero lo que si no pueden y no se atoran en ello es de determinar, con exactitud, cuando lo van a culminar; ellos no se desesperan, saben que tienen los recursos suficientes para manejar varios conflictos en paralelo. Su conflicto con Venezuela para hacerse de sus recursos energéticos, fundamentalmente, comenzó a principios de este siglo con el intento de golpe del año 2.002, y, de su fracaso cambiaron a la huelga petrolera de fines del mismo año, luego de fallar estrepitosamente la reemplazaron por la desestabilización interna, recordemos las famosas "guarimbas" y la cantidad de muertos que estas acarrearon; trataron, en varias ocasiones, de desconocer los resultados electorales, pero frente a sus inmaculados resultados intentaron nuevamente de llamar a la violencia, donde también hubo muertos.

Todas esas fases fallidas no los han amilanado, continúan ahora con una nueva fase, la de infiltrar paramilitares colombianos, entrenados por Israel, para crear muerte, zozobra y terror en nuestro territorio; ya estamos en cuenta regresiva y todo parece apuntar a un nuevo fracaso imperial. Nuestros servicios de inteligencia han hecho una extraordinaria labor y ya se tienen los pormenores de dicho plan. Esta fase viene precedida de un plan económico o guerra económica, centrada en la procura del desabastecimiento de alimentos, de útiles de aseo y en medicinas, nuevamente con el apoyo de Colombia, transportaban estas mercancías hacia la frontera con ese País; y, además sustentados en una manipulación, criminal, de nuestra moneda, basada en la creación de leyes formales del vecino país para darles un viso de legalidad, que permiten un doble tipo de cambio; el del Banco Central de Colombia y el de las casa de cambio establecidas en la ciudad colombiana de Cúcuta.

Hay que destacar, que Colombia, como fiel servidor de su amo el imperio, se ha convertido en El Israel de América Latina, con la diferencia de que Israel, a través del Club sionista de Bielderberg, controla al imperio yankee, y Colombia, a la vez, es controlada por ambos, que la han convertido en una guarida de delincuentes narco paracos y narco traficantes. Aquí vuelvo a repetir, que cuando hablo de Colombia no me refiero a su sufrido pueblo, que pasa todo tipo de miserias para tratar de sobrevivir y que no les queda otro camino que emigrar a Venezuela en busca de alimentos, atención médica, educación para sus hijos, vivienda digna y muchas otras cosas, que en forma gratuita y de calidad, Venezuela, como pueblo hermano, les procura con el mayor cariño y desprendimiento. Ya es hora de que ese pueblo colombiano deje de huir y se levante contra esa oligarquía que por más de doscientos año lo ha esclavizado; cuántas desapariciones de seres humanos, en muchos casos de forma brutal, desmembrados con motosierras, les quitan, en forma violenta, sus tierras y pertenencias. Y también es hora de que los organismos continentales y supra continentales; tales como: UNASUR, LA CELAC y la ONU, tomen cartas en el asunto para evitar que esa sangría en nuestro vecino país siga sucediéndose en forma impune. Ustedes saben lo que significa el éxodo hacia Venezuela de seis millones seiscientos mil colombianos arrancados de su Patria. Esto no ha pasado en ninguna parte del planeta; y lo peor, es que es silenciado por los medios de comunicación manejados, casi todos, por la oligarquía fascista del mundo, que son tan bajos que alteran deliberadamente los hechos; y así, por ejemplo, en el caso de la brutal guerra económica contra Venezuela y los asesinatos cometidos por los paramilitares colombianos, esta prensa inmoral y corrupta pretende, trocando los hechos, decir que Venezuela le está causando un daño a Colombia porque no les permite robarse nuestra gasolina y nuestros alimentos, habrá incautos que se lo crean, porque ya los han amansado y dopado con manifestaciones de Guerra de Cuarta Generación, aliñados con mucho terror, clave del éxito de dicho tipo de guerra.

Todo ello es parte del Plan Colombia, que no es otra cosa que un plan creado por los EEUUAA para controlar los recursos de todo orden, que son abundantes y de óptima calidad, de América Latina. Este plan contempla el uso de la fuerza armada y el apoyo directo de Colombia; o sea, que ese país se ha prestado para dañar a sus hermanos latinoamericanos, ni siquiera actuando en nombre propio, sino en nombre del más asesino, cruento y rapaz imperio que haya existido sobre la faz de la tierra y de sus amansadores el sionismo internacional: vaya, que ni siquiera sienten una pizca de vergüenza; como debe estar revolviéndose en su tumba nuestro amado Libertador Simón Bolívar, viendo desde allá arriba como se degenera uno de sus hijos, que permite que los gringos violen a sus mujeres y tienen que guardar silencio y compostura. Hago un llamado a todos los países de América Latina, para que estén pendientes, porque a ellos también les tocará su sábado. Todos tenemos recursos que el imperio necesita y todos seremos atacados en su tiempo, no se crean que esto es solo con Venezuela. Por el momento se me ocurre que podríamos crear, sobre la marcha, una fuerza militar suramericana, capaz de disuadir cualquier intento del imperio o de otros países aliados de éste para someternos nuevamente.

Ahora bien, lo peligroso de todos estos acontecimientos es precisamente la cadena de fracasos del imperio en su afán de cambiar nuestro gobierno revolucionario por unos títeres fascistas de la oligarquía nacional, corrupta y criminal (ver los últimos asesinatos con descuartizamientos pagados por dicha oligarquía). Yo creo que esta siembra de paramilitares colombianos en nuestro territorio constituye el preludio de una invasión gringa a Venezuela utilizando a Colombia como punta de lanza por el occidente, acompañado por una acción desde El Esequibo (cuyos primeros pasos ya se están dando) por el oriente. Respuesta, un ataque en pinza controlado, apoyado tanto con personal como con equipos aéreos, terrestres y navales del imperio y controlado por ellos.

Ante tales circunstancias, que de hecho podrían dar al traste con nuestra soberanía, yo diría más bien de la existencia como país, he señalado la necesidad urgente de proveernos de una plataforma de defensa capaz de disuadir estos intentos de desparecernos; todavía estamos a tiempo de hacer algo en ese sentido. Vuelvo a repetir y lo haré hasta el cansancio, que debemos adquirir armas que cumplan el concepto de "anti": vale decir, anti- aéreo, anti-blindados, anti-buques y anti-personal, además de esto adquirir fuerzas ofensivas capaces de atacar sus centros de sustentación A esto hay que añadir el segundo concepto, que sería: la captación, entrenamiento, equipamiento y organización de más de un millón de Milicianos. Ambos conceptos deben implementarse a paso redoblado y en forma urgente; o sea, dándole prioridad sobre cualquier otro proyecto, porque lo que está en juego es la vida de millones de venezolanos, que tienen todo el derecho a vivir en paz y a ver la realización de sus sueños.

Vuelvo a formular la misma pregunta que he venido haciendo en mis últimos artículos, enfocada a nuestros dirigentes: ¿Estamos preparados para hacer frente, con éxito, a una invasión en pinza, como la descrita aquí o de cualquier otra naturaleza?. Llamo a que se haga un análisis del equipamiento militar de nuestros vecinos y se trate, al menos de, equipararlo, dejando como ventaja el amor, tan grande, que siempre hemos sentido por nuestra Patria y explotemos la desigualdad y la desunión de nuestros posibles adversarios.

Para concluir; hago un llamado a todo aquel que sienta esta patria venezolana como suya, a que se apreste a defenderla con todo; que no existe un camino más fructífero que acrecentar la unión, con lazos irrompibles, entre el pueblo y su Fuerza Armada y todos bajo el mando supremo de nuestro Presidente Nicolás Maduro Moros. De esa manera convertiríamos nuestro petróleo en una golosina envenenada para quienes la pretenden por vías ilegales o con utilización de fuerza armada.

Independencia y Patria Socialista.



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Braulio Martínez Zerpa

Coronel en retiro de la Aviación Militar Bolivariana y abogado del pueblo. Independencia y Patria Socialista.

 brauliomartinez@cantv.net

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