Maniobras criminales contra los gobiernos radicalmente progresistas de Ecuador, Brasil y Venezuela, adelanta actualmente la derecha internacional en tanto contingentes de colombianos huyen de la miseria de su país hacia el nuestro.
Ante la imposibilidad de llegar al poder por la vía electoral-mente democrática, el fascismo resurgido en el continente americano, no se resigna a perder sus groseros privilegios.
El para-militarismo creado en Colombia por el otrora gobierno de Álvaro Uribe para proteger al narcotraficante, so pretexto entonces, de combatir a las FARC, ahora actúa en Venezuela.
Es la misma que asesinó a nuestro diputado Robert Serra y su compañera e igualmente asesinó a la colega de Venevisión, Adriana Urquiola, de lo cual la ultra-derecha pretendió culpar al chavismo.
No otra cosa se desprende del vídeo presentado por el presidente Maduro donde el terrorista Rafael Pérez Venta, pone al descubierto los planes delincuenciales que se adelantan contra la revolución bolivariana.
Una emboscada a militares bolivarianos en el Táchira que tiene al borde de la muerte a dos de sus oficiales se ha sumado al terrorismo que nos asedia, dijo el presidente Maduro en cadena de radio y televisión. Esto le obligó a cerrar por 72 horas la frontera con Colombia.
Por otra parte, el jefe de Estado, adelanto que se diseñará una nueva política para regularizar la avalancha de colombianos que huyendo de la miseria, emigran de su país al nuestro.
Maduro hizo un llamado a las instancias internacionales a colaborar con Venezuela en materia de derechos humanos para ayudar a esos emigrantes de la hermana república, dado que aún seguimos siendo un país del tercer mundo y, si bien, hemos rebajado del 30 al 4,7 por ciento los índices de miseria, nuestros recursos son finitos; máxime cuando el precio del petróleo sigue bajando estrepitosamente.
Por supuesto que todo ello forma parte de la guerra no convencional que los titiriteros de USA ensayan en países suramericanos, empezando por Brasil.
Nuestros servicios de inteligencia se mantienen en permanente contacto con sus similares de Colombia que colaboran en función de desmantelar las mafias de paramilitares en los pueblos de Bolívar, Sucre, Ricaurte y Nariño, ha enfatizado Nicolás Maduro.
Entre tanto, paralelamente, los gobiernos progresistas de Ecuador y Brasil continúan siendo blancos de similares ataques de los que el poder mediático de la oligarquía universal, cuando no manipula las informaciones en detrimento de la verdad, guarda un silencio cómplice.
