Planes de violencia: Antes, durante y después del proceso electoral

El objetivo de los eventos violentos “Guarimbas” que enlutaron a toda Venezuela no tuvieron todo el éxito que pretendían porque en Caracas las zonas populares no acompañaron a los sectores que propugnaban la violencia desde las áreas más acaudaladas de la ciudad: Chacao, Altamira y las urbanizaciones del este. ¡En Caracas los barrios no bajaron!
 
Pero en las ciudades y pueblos de los estados Táchira y Mérida los violentos lograron articularse juntos a los paracos y el resultado fue distinto: muy violento, sangriento y bárbaro. Por eso, durante meses el plan es crear esas condiciones en los barrios caraqueños y de otras ciudades del país. Cambiar la correlación de fuerzas en las zonas populares que permitan  derrocar el gobierno, después de los resultados del proceso electoral del 6 de diciembre.
 
El modus operandi utilizado  es la “siembra”, de paramilitares como miembros de las bandas que controlan el microtráfico de drogas y  el “bachaqueo”, la venta de productos robados de Mercal, bicentenario, Pedval y otros centros de distribución de alimentos. El cobro de la llamada “vacuna” sirve como extorsión a los comerciantes y otras fuerzas vivas con incidencias en las comunidades. Que van desde los colegios, casas, zonas residenciales, negocios, burdeles, etc.
 
La organización delictiva cuenta con una estructura parapolicial de inteligencia y compartimentación de información que hace difícil combatirla. Desde hace algunos años se observa la compra de licorerías, abastos, pequeños negocios en los barrios por extranjeros que forman parte de las organizaciones delictivas relacionadas con el hampa colombiana. Estos negocios aparentemente tranquilos y al servicio de la gente barrio arriba, están en el ojo de las autoridades. Desde este tipo de entidades monitorean  a la población de esas comunidades para establecer formas de control sobre ellas. Se estudia minuciosamente la conformación económica de las familias y su afiliación política al PSUV y al gobierno bolivariano. Información que utilizan para secuestrar personas y propiedades que después son recuperadas bajo chantaje del pago de rescate.
 
Venezuela es víctima de la aplicación de la combinación de técnicas de subversión con las experiencias experimentadas en la guerra de cuarta generación aplicadas con éxito en Libia, Colombia, México y otros países, con el objetivo de acosar a la población a través de la campaña de miedo y terror que estos grupos de sicarios y asesinos imponen en los barrios. Sus aliados, los Estados Unidos, jamás condenan los hechos de violencia ocurridos en esos países.
 
De allí la respuesta que las fuerzas policiales del gobierno bolivariano aplican a nivel nacional. Falta crear las condiciones legislativas para aplicar medidas ejemplarizantes a  los miembros de estas bandas internacionales, mezcla de hampa común y organizaciones paramilitares. El pueblo tiene que estar alerta y organizado para enfrentar esta batalla en contra del hampa y las fuerzas hostiles a la Revolución bolivariana.
 
Hay que recordar que las guarimbas fueron creadas por un personaje siniestro, víctima desde niño de una de las operaciones más perversas de la CIA en contra de Cuba, la operación Peter Pan. Robert Alonso acumula mucho odio porque siendo un niño fue separado de su familia, la que por “miedo al comunismo” lo envió solo a los Estados Unidos. En el siguiente link explican el prontuario de este loco al servicio de los intereses más perversos de la oposición venezolana, de los exiliados cubanos y de los sectores más reaccionarios en los Estados Unidos.
 
Terrorista de origen cubano. Dice que Llegó a Venezuela bajo “status político”. Falso. Viajó  a EEUU como parte de la operación de la CIA y de la Iglesia Católica conocida como “Peter Pan”. Más tarde pasó a residir a Venezuela,  obtuvo la ciudadanía local, y  permaneció allí  por más de 40 años, siempre asociado a la contrarrevolución cubana radicada en ese país.
 
En diciembre del 2002, cuando el primer Golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez, comenzó a jugar un papel relevante dentro de la oposición violenta venezolana.  En eso si tiene razón, pues fue efectivamente fue uno de los principales promotores de las llamadas “guarimbas”.
 
En mayo del 2004, fue acusado por su apoyo directo a un grupo de más de 100 paramilitares colombianos armados que pretendían atentar contra el presidente Hugo Chávez, y que se escondían en una finca de su propiedad.
 
 
agapitoman1926@yahoo.com


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