¿Quién tiene más poder, la delincuencia o el Estado?

Estoy cansado de vivir como paranoico delirante por causa de la delincuencia, estoy cansado de vivir asustado de siempre estar pensando, por donde me saltara la liebre de la delincuencia. No vengan con pendejadas ideológicas, y con los benditos Derechos Humanos, que algunas personas y organizaciones solo los invocan para defender a los delincuentes y criminales cuando son neutralizados y no para dar apoyo y respaldar a las miles y miles de víctimas de la delincuencia desatada. He oído y visto por algunos medios de comunicación, con estupor e incredulidad, opiniones de gente opositora al gobierno revolucionario levantar la voz para criticar al gobierno por emprender, en mi opinion por primera vez en el gobierno del camarada Maduro, acciones contundentes como las escenificadas en los recientes operativos de la Cota 905, Ciudad Tiuna, los Valles del Tuy, Zulia y Aragua, contra las bandas criminales que tenían, y siguen teniendo, controlados estos territorios.

Y hasta algunos que suelen opinar a través de este medio, con todo el derecho que les asiste opinar, por ejemplo, lo siguiente: "Los operativos deben ser fiscalizados a fondo por los organismos defensores de los derechos humanos, los efectivos deben ser aleccionados en los derechos humanos, que cada soldado sea un combatiente y también un poeta, que cada proyectil vaya cargado de la poesía, del humanismo de la Revolución; que cada operativo represivo sea continuado con un operativo cultural. Y sobre todo que cada humano caído, aún siendo delincuente, nos duela como un hermano. El problema amerita un estudio a fondo, una reflexión rigurosa, son acertadas las decisiones de reimpulsar el Consejo de los Derechos Humanos, las acciones del nuevo Defensor del Pueblo. Es necesario hacer frente a la tentación del uso indiscriminado de la violencia". Y que pasó con los veinte y pico de miles de seres humanos que caen anualmente por las balas de la delincuencia, y con las miles y miles de personas que son despojadas de sus bienes en forma violenta, y con las miles de personas que son extorsionadas, es que acaso para estas personas no hay defensores de los derechos humanos, no hay defensor del pueblo, no hay pronunciamientos de estos organismos defensores de los derechos humano, todos estas personas son invisibles con su silencio.

Los códigos de la delincuencia son extremadamente efectivos: no tienen piedad con sus víctimas, no perdonan, violencia y crueldad en sus actos, amedrentamiento, no tienen temor a las leyes, la impunidad los cobija, las armas y las balas le dan superioridad sobre los indefensos ciudadanos, la emboscada y ataque certero, sembrar el miedo para dominar, el poder que les inspira las drogas, entre otros. Ante esta realidad, será que le pedimos al gobierno que entre a sus guaridas y a los territorios que controlan con total impunidad, y los neutralicen con flores y poesías?, con los cuentos para dormir a los niños?, con regalos y espejitos?. Hay que reconocer que las zonas de paz, lamentablemente fracasaron.

El que no vive en un barrio tomado y controlado por la delincuencia, donde el estado fue desplazado, no sabe lo que es vivir en un infierno. Al menos tengamos misericordia con tanta gente honesta y trabajadora que viven en estos por necesidad, que es la inmensa mayoría en comparación con los delincuentes que los tienen sometidos. Ojala la operación "Liberación y Protección del pueblo" se mantenga en el tiempo, complementada con efectivas operaciones de inteligencia y que este tema se saque de la diatriba política, de lo contrario corremos el riesgo de perder hasta la patria, por la implosión social que puede generar la delincuencia.

salazarpjh1@gmail.com



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