De la huelga de hambre a la "Executive Order"

Este bochinche con las huelgas de hambre ha caracterizado a los oposicionismos en Venezuela, no porque crean que con dichas acciones presionen al gobierno revolucionario, sino porque necesitan montar un show mediático que los medios privados nacionales y extranjeros puedan mostrar como la "situación-límite en la que, según ellos, se encuentra la República, a lo que quieren dar en llamar crisis política o de gobernabilidad.

Y para ello, es decir, para esta maniobra adeca que copiaron los de la extrema derecha, nada mejor que utilizar a los jóvenes estudiantes universitarios, los mismos a los que la derecha les niegan toda participación política en sus candidaturas para diputados a la Asamblea Nacional, excepto que sea parte de la elite de hijitos de papi y mami o sea algún vástago judeosionista cuyo pedigrí da como para poner el billete al igual que el resto de plutócratas de Fedecámaras-Venamcham.

El caso es que reaparecieron los colchoneteros del colesterol o huelguistas de hambre con cachitos. Unos se han lanzado en esta dietética aventura, porque cierto medio impreso amenazó con cerrar para que le dieran más dólares porque los que les habían dado los gastaron en compras y francachelas en EEUU; otros lo hacen porque Javú necesitaba notoriedad, hasta que en el canal de La Colina los mandaron a desalojar la iglesia y regañaron al cura, porque ese espacio está destinado para las bodas televisadas; los otros, convencidos de que cuando caiga Nicolás Maduro canonizarán al médico José Gregorio Hernández para renovar la fe del pueblo y usar este evento religioso como cortina de humo; algotro dejó de comer por razones personales y el monstruo de Ramo Verde no aguantó los ecos estomacales y el olvido de la MUD y aprovechó el anuncio del Cronograma Electoral de Tibisay Lucena, su salvadora, para poder así justificar su desistimiento de huelga de hambre.

En todo caso, en materia de teatro es mucho lo que han avanzado los colchoneteros del colesterol y huelguistas de hambre con cachitos, porque ellos saben que sacrificar neuronas y lanzarse a la muerte no vale la pena, si se trata de crear las condiciones para que los plutócratas lleguen al poder, a costa de sus vidas.

Lo malo de este desistimiento de huelga de hambre con cachitos, es que como necesitan distraer sus caprichos y juegos de guerra, ahora volverán a las guarimbas y a matar chavistas, como hicieron en los años 2013, 2014 e inicios del 2015, más aún, cuando desde las universidades emblemáticas que tienen secuestradas los rectores universitarios de la ultraderecha, los están aupando y mandando a tomar las calles, para que el resto de paramilitares que han sembrando a lo largo y ancho del país, haga su trabajo de asesinar a inocentes.

Mejor sería entonces, que continuaran los colchoneteros del colesterol o huelguistas de hambre con chachitos, a tener que vivir la violencia que adelantan los amos del Valle, toda vez que ellos saben con meridiana claridad que las elecciones parlamentarias están definitivamente perdidas, con el peligro que representa esa juventud bolivariana y las mujeres que llenarán el Hemiciclo, para seguir haciendo Patria.

Ante tal fracaso del oposicionismo en general, el recurso que les queda es el del desabastecimiento programado, la especulación o sobreprecio y la hiperinflación determinada por el Dólar Today, a lo interno, mientras que a lo externo, el Club de los expresidentes crematistas están haciendo la tarea, porque a Barak Hussein Obama cada día que pasa, se le hace más difícil justificar su incursión armada contra Venezuela, que en cualquier momento ejecutará en atención a su "Executive Order" imperial, que no ha derogado. Y, ahí no habrá cachito que valga.



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Luis Alexander Pino Araque


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