Venezuela: ¿El David de América?

Acaba de finalizar la 7ª. Cumbre de las Américas, la cual muy probablemente será recordada por las futuras generaciones como la versión moderna del histórico enfrentamiento, en que por la fuerza de la razón y no de las armas, el pequeño David suramericano propinó una contendente derrota al Goliat de Norteamérica.

El primer round.

La contienda, se remota al ya lejano golpe de estado propinado por la oligarquía venezolana, con el apoyo de los Estados Unidos, contra el presidente legítimo: Hugo Rafael Chávez Frías. Como se recordará en esa oportunidad, el11 de abril de 1992, se instaló el llamado gobierno de “Pedro el Breve”, por su efímera duración de menos de 48 horas.

Estados Unidos, se constituyó en el  primer gobierno del mundo en reconocer a la nueva dictadura civil, la cual en su mismísima  posesión abolió entre otras: la constitución de 1999, fruto de un proceso  asambleario nacional constituyente,  ratificado posteriormente por el pueblo venezolano en  apabullante  referéndum. De otro lado y por decreto, el dictadorzuelo declaró insubsistentes al Presidente de la república, al Fiscal General de la nación, al Contralor General, al Defensor del Pueblo y a todos los integrantes de la Suprema Corte de Justicia y de la Asamblea Nacional. Cómo agalludo el tal Pedrito, Cierto?

En dicha oportunidad, el pueblo venezolano apoyado por la fuerza armada nacional, reinstaló en el poder a su legítimo gobernante, propinando en este primer round tremenda bofetada a la mofletuda cara del gobernante gringo: W. George Bush. Desde entonces,  los gobernantes Yanquis se tragaron calladamente su veneno a la espera de una posible revancha.

Y la situación esperada se presentó con la prematura muerte del presidente Chavez el 5 de marzo del 2013. Tanto la oligarquía criolla como sus mentores gringos alimentaban la ilusión de que con su muerte,  se hundiría en los profundos infiernos la revolución bolivariana. Así que, en las posteriores elecciones presidenciales  de abril, el candidato opositor, en un acto de exasperación ocasionado por el insospechado triunfo  de Maduro, llamó a la oposición a  “manifestar su arrechera” lo cual dejó como consecuencia  el vil asesinato  de 11 venezolanos.

Así como Chávez en el 2002, empuñando en alto el crucifijo, llamó a la reconciliación y la paz, firmando posteriormente en el 2007 un decreto de amnistía para los participantes en el golpe de estado, Maduro llamó y adelantó, a lo largo del 2013, un proceso de dialogo con los diferentes sectores económicos y sociales de Venezuela. Sin embargo, la oligarquía criolla respondió con un plan de desabastecimiento de los rubros más necesarios de la canasta básica y de otros bienes y servicios. Así en la Venezuela de la segunda década del siglo XXI, se intentó repetir la experiencia del Chile de Allende de los años setenta, propiciada por la CIA y el gobierno americano, en lo que su ministro estrella Henry Kissinger denominó: “hacer chillar la economía chilena”. No por casualidad, aquí como allá  desaparecieron de los anaqueles el papel higiénico , la harina, el aceite, los productos de limpieza personal y del hogar, los cauchos, las baterías para los vehículos, etc.

 

El segundo round.

A comienzos del 2014, en respuesta a las acciones gubernamentales dirigidas contra la llamada “guerra económica”, los medios opositores empíezan a circular rumores de la inminente caída de Maduro. Hasta un brujo mejicano al servicio de la oposición,  se atrevió a pronosticar la fecha exacta: el 18 de febrero; al mismo tiempo  se iniciaba una ola terrorista, las llamadas “guarimbas”  las cuales sacudieron a varias ciudades del país, extendiéndose por varios meses en el municipio de Chacao (Caracas),  cuartel general de la oligarquía criolla.

Como consecuencia de las acciones criminales de los guarimberos, algunos de ellos reconocidos como paramilitares colombianos, sucumbieron 43 venezolanos y aproximadamente 850 cayeron heridos. Entre las víctimas figuran desde motorizados degollados por guayas atravesadas en las vías, dirigentes comunales asesinados por sicarios y miembros de la fuerza armada caídos bajo el fuego de los francotiradores, hasta enfermos en estado crítico a quienes se les impidió acceder a los servicios de salud. Asimismo, las acciones vandálicas afectaron a la infraestructura física de diversas instituciones públicas, entre ellas varios centros de salud integral (CDIs), bodegas de la red de alimentación (Mercal), universidades y hasta un preescolar al que pretendieron  incendiar y en cuyo interior se encontraban más de 70 niños y niñas de menores de 5 años. 

El gobierno  respondió de manera firme, pero llamando a las bases chavistas a mantener la serenidad y la calma, a no caer en provocaciones. La fiscalía, detuvo e inició acciones judiciales contra Leopoldo López y Daniel Ceballos, miembros del partido .“Voluntad Popular” y principales instigadores junto a Maria Corina Machado y el alcalde Ledezma, de las acciones terroristas de las guarimbas, las cuales según la oposición buscaban “la salida” de Maduro y a las que el propio Leopoldo arengaba a continuar en sus acciones “hasta que el gobierno tiránico se caiga”.

En el escenario internacional los estados Unidos mantuvieron un silencio cómplice, mientras a nivel latinoamericano la UNASUR, la CELAC y el ALBA, condenaron tales acciones como un atentado contra la estabilidad democrática de Venezuela y respaldando al gobierno legítimamente elegido. Por su parte, la inmensa mayoría del pueblo venezolano, opositor o afecto al gobierno, se alinderó del lado de la paz y la institucionalidad y en contra de la violencia y los intereses turbios de unos cuantos aventureros. . A  escaso un año de su mandato, el presidente Maduro enfrentaba y superaba exitosamente el segundo round de la contienda.

Tercer round.

El año 2014 terminó con una aparente recuperación de la normalidad. Sin embargo, por debajo los instigadores de la desestabilización del país le seguían apostando a la provocación de un “estallido social” y así en pleno més de diciembre, con la complice participación de los medios de comunicación nacionales e internacionales, difundieron el rumor de que al comenzar el nuevo año la situación de escasez sería desesperante y llamaban a la población a aprovisionarse de los artículos de primera necesidad, entre ellos las baterías para las linternas y radios. Como consecuencia se generó una respuesta colectiva de pánico, expresada en interminables colas a las puertas de los supermercados, calculándose que en sólo tres días (del 7 al 10 de enero), los venezolanos compraron lo que normalmente se consume en mes y medio en todo el país, dejando así los anaqueles completamente vacíos. Por otra parte, muchos locales comerciales cerraron tempranamente sus ventas y las mantuvieron así durante todo el mes de enero, con la excusa de estar en inventario.

A finales de Enero del 2015 Joe Biden, vicepresidente de los Estados Unidos afirmó ante varios mandatarios del CARICOM (Comunidad de estados caribeños), que el presidente Maduro iba a ser derrocado y que PETROCARIBE iba a ser liquidada,  y por lo tanto los instaba a separarse de su alianza con Venezuela. Al mismo tiempo, los medios de comunicación nacionales e internacionales (CNN, ABC y el PAIS de España,  Caracol y RCN de Colombia)  arreciaron su campaña de presentar a Venezuela como un estado forajido y a su gobierno como una dictadura, perseguidora de sus opositores y violadora de los derechos humanos de los “presos políticos”, encabezados por su número uno: Leopoldo López. Durante el sólo mes de enero difundieron más de 80 pronunciamientos, con la misma matriz,   de diversos funcionarios de distinto nivel de los estados Unidos contra el gobierno venezolano  e impartiendo una orden ineludible:   la libertad de los presos políticos. Para ellos no contaba para nada, que fueran los responsables de la muerte de 43 venezolanos y que la justicia venezolana los estuviera acusando de terrorismo, precisamente una de las banderas que ha esgrimido la administración americana para justificar su intervención en otros lugares del mundo.

A comienzos de Febrero se dio a conocer un pronunciamiento de la Mesa de la Unidad democrática (MUD), Coordinadora de la oposición, con las firmas de Antonio Ledezma (alcalde de Chacao), Maria Corina Machado y Leopoldo López, en el que llamaban a todo Venezuela a integrarse a un “Gobierno de Transición”, tras la inevitable caída de Maduro. Por los mismos días, los servicios de inteligencia del estado, detectaron un plan de magnicidio dirigido contra Maduro y el cual se pretendía ejecutar el 12 de febrero, bombardeando con dos aviones tucano(Traídos del exterior)  una manifestación a la que asistiría el primer mandatario en Maracay , el palacio presidencial y otros lugares estratégicos de la ciudad de Caracas. El ataque se daría tras la divulgación en un programa de Patricia Poleo (Periodista venezolana) en un medio televisivo de los Estados Unidos, de un video en que un grupo de supuestos oficiales armados anunciaban su desacato al gobierno de Maduro y su llamamiento al resto de la fuerza armada a sumarse al “Gobierno de Transición”. Dos de los supuestos oficiales, que participaron en la grabación  fueron puestos presos y con sus declaraciones involucraron entre otros a tres oficiales de la fuerza aérea.

Tras el abortado plan de magnicidio, Antonio Ledezma, uno de los firmantes de la “Convocatoria a la transición” fue detenido y la oposición arreció su campaña comunicacional denunciando que había sido salvajemente golpeado por los funcionarios policiales y que lo tenían incomunicado, al igual que a Leopoldo López, en un tétrico calabozo, sin acceso a la luz solar y en la que se veían obligados a hacer sus necesidades fisiológicas en el mismísimo suelo.   Por su parte, los medios de comunicación oficiales, mostraron videos de la detención de Ledezma, en las cuales avanza sonriente haciendo la “V” de la victoria, rodeado por los funcionarios de la fiscalía. Igualmente dan a conocer las celdas donde se encuentran recluidos, que si bien es cierto no son una suite presidencial, si cuentan con todas las comodidades inluidas  servicios sanitarios, televisión, internet y una ventana que permite la entrada de la luz solar.

El pasado 9 de marzo, cuando la tensión provocada por el intento de magnicidio comenzaba a calmarse, el propio presidente de los Estados Unidos apareció en los medios internacionales leyendo su ya famoso “decreto ejecutivo” en que con fuerza de ley declara a Venezuela “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de los estados Unidos” y decreta asimismo la emergencia nacional. Posteriormente, en declaraciones concedidas en una descarada rueda de prensa, argumenta que en determinados momentos es necesario “torcer el brazo” a quienes no hacen lo que los Estados Unidos quieren. La oposición y sus medios de comunicación nacionales (Tres cadenas de TV, casi mil emisoras y los principales periódicos nacionales y regionales) celebraron alborozados dicho decreto, dando por hecha una intervención directa de tropas americanas en Venezuela.

Maduro y su gobierno, inician una maratónica carrera contra el tiempo en busca del apoyo nacional e internacional y a su llamado: “Obama, deroga el decreto ya!”, responden en menos de dos semanas, 4 millones de twits en las redes sociales y más de once millones de firmas recogidas en la campaña en Venezuela más otras 4 millones en el exterior. En el campo diplomático, las naciones integrantes del ALBA, UNASUR, La CELAC, el Grupo de los 77 más China y Los Paises no Alineados, condenaron el intervencionismo estadunidense respaldando el reclamo de Venezuela y a su gobierno legítimo, lo cual obligó a Obama, ya en vísperas de la Cumbre de las Américas a dar un súbito reversazo declarando que “Venezuela en ningún momento es una amenaza “y que las medidas adoptadas eran contra unos funcionarios corruptos y violadores de derechos humanos.

Sin embargo, tal declaración no dejó satisfechos ni al gobierno venezolano, ni al resto de gobernantes latinoamericanos. Y en el propio escenario de la cumbre en Panamá, con el rabo entre las piernas, Obama abandonó la asamblea en los momentos en que Maduro iba a tomar la palabra en nombre de Venezuela. Acto de descortesía que no le evitó el tener que calarse el repetitivo discurso de 33 de los 35 países asistentes que condenaron el acto intervencionista y exigieron la derogatoria del decreto ejecutivo. Por tercera vez el David latinoamericano, tiraba a la lona al gigante del norte. No se sabe a cuantos rounds va la pelea y es improbable que el pequeño David propine un definitivo nocaut al prepotente Goliat, pero lo que si es cierto es que en su propio ring le está enseñando a tener respeto por Latinoamérica!

 

El autor es: Internacionalista colombiano residente en Venezuela

marez47@yahoo.com.mx

 



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