¿Somos una amenaza para Estados Unidos ?


Por supuesto que pensar que Venezuela es una amenaza para Estados Unidos desde el punto de vista militar es un completo absurdo que ni ellos mismos se lo creen. ¿Por qué entonces amenazarnos declarándonos ser “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de su país” y declarar el estado de emergencia nacional?. Sencillamente entraron en el desespero al no lograr sus objetivos con los planes que tenían, entre otros, el último golpe de estado fallido, develado por el gobierno nacional, quien lo hizo público el 12 de Febrero a través del Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro. Golpe de estado en el que quedaron plenamente al descubierto y que no era poca cosa: en pocas palabras bombardear, asesinar a diestra y siniestra, sembrar el caos y crear la justificación para intervenir militarmente.

Por lo visto el fracaso de este plan los dejó sin otra opción posible inmediata y pasaron a aplicar el plan B que seguiría al golpe de estado; Ya no LA SALIDA de los tres representantes acérrimos de la burguesía apátrida y fascista, sino el de LA INTERVENCION DIRECTA, que es lo que en fin de cuenta es el Decreto Ejecutivo de OBAMA. ¿Y quién da la orden para crear las condiciones jurídico-mediática para la intervención? Quienes desde hace rato tomaron la decisión de retomar las riquezas petroleras y acabar con el mal ejemplo que es la Revolución Bolivariana Socialista de Venezuela, lo cual es el motivo de su desespero y la razón de fondo del decreto ejecutivo de Obama.

Pero ¿Por qué es Venezuela un mal ejemplo? Simple y sencillamente porque representa un hito en la historia contemporánea de la humanidad, es la referencia del camino a seguir en los tiempos que vivimos, es la alternativa para salirle al paso al modelo neoliberal que domina en el mundo sobre las bases de su injusta dominación. El siglo XX se inició con el signo de la violencia y las guerras, que marcaron no sólo las dos grandes guerras verdaderamente mundiales sufridas por la especie en este siglo, sino además a las revoluciones sociales y de liberación nacional de los pueblos en Europa, Asia, África y América, sólo la India, con el liderazgo político-espiritual de Mahatma Gandhi, como expresión excepcional, logró librarse de estas formas de luchas y resolución de los conflictos sociales de clases y naciones.

El siglo XX reafirmo con lujos de detalles la afirmación de Carlos Marx de la violencia como la gran partera de la historia y habría continuado así de no ser por la caída de la Unión Soviética y todo el bloque de naciones aliadas, que marcó un nuevo inicio de la historia de la humanidad, donde el capitalismo se creyó definitivamente vencedor único y confiado de que no se abrirían nuevas alternativas para los pueblos y naciones del mundo, no sabiendo interpretar los nuevos signos de la historia que iniciaba el siglo XXI con nuevos cambios sociales y de relaciones entre las naciones por la vía pacífica y democrática y no precisamente en las naciones centros del capitalismo mundial, sino en su periferia y muy particularmente en la América latina con Venezuela a la cabeza, tal y como ocurrió iniciándose el siglo IXX durante el proceso emancipador contra el imperio español.

El ejemplo de Venezuela con el liderazgo de Hugo Chávez a la cabeza ha sido tan contundente que ha establecido un nuevo polo de naciones en Latinoamérica que impulsan sus transformaciones sociales y las relaciones entre los pueblos con métodos democráticos, solidarios y complementarios dentro de una región de paz, y ello, luego de un poco más de una década de existencia con el surgimiento de un mundo multipolar, es lo que ha hecho entrar en verdadera crisis política al Imperialismo Norteamericano y sus aliados, en medio de la profunda crisis económica por la que está pasando, y es esta la razón determinante de sus actos desesperados como el intento del golpe de estado criminal develado en Febrero de este año y ahora el decreto ejecutivo de Obama.

Es esta la verdadera amenaza para Estados Unidos y todos los poderes que hoy dominan el mundo: la referencia de un camino de transformaciones sociales democráticas, pacífica, de respeto a los derechos humanos y contrarias al sistema económico neoliberal, justamente las acusaciones que levantan contra la Revolución Bolivariana y los países que vienen asumiendo gobiernos democráticos, progresistas, de justicia social y revolucionarios en nuestra América, principios de los que más adolece Estados Unidos y muchos de los gobiernos y partidos de la derecha continental, por eso la insistencia en sus métodos de manipulación electoral, presión y coerción de todo tipo, violencia y de subversión del orden constitucional en Venezuela y el resto del continente Latinoamericano y la búsqueda de cambiar los mecanismos democráticos establecidos para instalar los de la violencia militar a través de la intimidación, el acecho y agresión militar directa.

A Venezuela, Latinoamérica y pueblos del mundo les queda como camino fundamental el de seguir combatiendo e infringiendo por todos estos métodos éticos-políticos, pacíficos y democráticos las derrotas necesarias al Imperialismo Norteamericano y sus aliados en el mundo, que los neutralicen y aíslen cada vez más de la comunidad internacional en sus intentos de promoción de la guerra y la subversión en la resolución de los conflictos, hasta llegar al punto que la propia crisis económica y política permita el surgimiento de más y más gobierno de avanzada en el mundo sin que puedan hacer nada por evitarlo y pueda surgir y asumirse un nuevo modelo mundial para la humanidad distinto al del capitalismo neoliberal.

Por eso la línea política del Presidente Nicolás Maduro es la correcta al preservar la paz de la nación, buscar la unidad de todos los venezolanos independientemente de sus opciones políticas en la defensa de la soberanía e independencia nacional, internacionalizar el conflicto con Estados Unidos garantizando el apoyo de los gobiernos y pueblos del mundo y buscar una resolución política que obligue al Imperialismo a dar un paso atrás en sus pretensiones de agresión a nuestro país y de desestabilización de la región para echar por tierra todo el proceso de avance profundo de nuestros pueblos. Política que por sí misma no garantiza que los Estados Unidos no decida volver en Latinoamérica a los tiempos de imposición de la violencia por la vía de los golpes de estado o de las intervenciones directas, en este caso para detener los procesos de cambios democráticos en pleno desarrollo en nuestro subcontinente, ejecutando una decisión tomada contra Venezuela sin que le importe para nada las presiones político-diplomática y hasta militares que se realicen en el planeta.

En tal caso todos los esfuerzos realizados por el Comandante Chávez de mantenerse dentro del marco democrático para llevar adelante la Revolución Democrática Bolivariana y ahora los realizados por el Presidente Nicolás Maduro para preservar la paz, al punto de haber cedido significativamente a muchas de las presiones y peticiones económicas de la burguesía, que asumieron como una debilidad y no hicieron otra cosa que profundizar junto al Imperialismo la guerra económica, habrán sido en vano y se terminará imponiendo lo que tanto se ha estado evitado: la confrontación armada en Venezuela y posiblemente en Latinoamérica.

Ante este panorama hay que continuar en la lucha con los diversos métodos de lucha diplomática y política, con la recolección de firmas para que Obama derogue el decreto intervencionista, que servirán para mantener en pie de lucha al pueblo y en estado de alerta al mundo, manteniendo viva la posibilidad de una solución pacífica con el respeto a nuestra independencia y soberanía nacional al tiempo de seguirnos preparando para una posible intervención militar en cualquiera de sus formas encubiertas o directas.

cheocheop@gmail.com


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