Tres expresidentes y una ex diputada

Los ex presidentes Andrés Pastrana, de Colombia, Felipe Calderón, de México, y Sebastián Piñera, de Chile, han anunciado su presencia en Caracas para asistir a un foro organizado por la ex diputada María Corina Machado; esto, si el Estado decide admitir semejante intromisión en nuestros asuntos nacionales.

Este es un hecho absolutamente inconstitucional, como todas las acciones de la señora Machado. El Presidente Nicolás Maduro denunció que esta provocación forma parte del plan desestabilizador emprendido por la ultraderecha internacional contra Venezuela.

El Gobierno debe prohibir el ingreso de estos personajes al territorio venezolano. Lo contrario sería una riesgosa muestra de debilidad. Sé que algunos piensan que se trata de una provocación y recomiendan no caer en ella. Respeto esa opinión, pero no creo que quienes la esgrimen acepten que un extraño entre en sus viviendas a cuestionarles su forma de vida, sus valores, en fin, a meterse en sus relaciones conyugales o la crianza de sus hijos.

Parece muy elemental mi comparación, y lo es, como elemental es que en una nación soberana son sus ciudadanos quienes deben disertar los asuntos políticos. El debate sobre el poder, las instituciones, las políticas sociales o económicas, la seguridad y defensa, las relaciones internacionales, la administración de justicia, no son materias donde puedan meter sus narices personas extranjeras (nom gratas) que visiten o anden de paso por el país.

Menos se les puede permitir venir a supervisar la justicia nacional y los sitios de reclusión de criminales. ¿En calidad de qué vienen estos políticos foráneos a Venezuela? Ellos no forman parte ni representan a algún ente multilateral aceptado por nuestro país para actuar en territorio patrio; por tal razón su presencia constituye una afrenta a la soberanía nacional y una transgresión inaceptable de los más elementales principios del Derecho Internacional.

No es mi intención distraerme en la caracterización personal del trío de ex presidentes, aunque tengo la intuición que se trata de un "tres en uno" de mandaderos del Señor de las Sombras Álvaro Uribe, quien es el verdadero jefe operativo de la embestida antibolivariana continental. La selección estuvo fácil: de la pecera Alianza Pacífico sacaron un pinochetista, un patiquín santanderista, un malinche genocida. No reúnen un miligramo de autoridad moral para nada. Pero el sarcasmo es una precondición del fascismo, aunque vista de etiqueta.

La Constitución y la Ley de Extranjería dan el marco para evitar este intento de invasión verbal. La ética chavista exige poner los cipayos "de patitas en la calle".

La historia nos enseña que las concesiones al enemigo bajo chantajes formales o de estilo, terminan costando mucha sangre y derrotas a la causa patriota. Ya los leguleyismos vencieron el proyecto bolivariano los dos siglos anteriores.

Decía un entrenador de beisbol en mi pueblo: "Al que se deja, le hacen".



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Yldefonso Finol

Economista. Militante chavista. Poeta. Escritor. Ex constituyente. Cronista de Maracaibo

 caciquenigale@yahoo.es      @IldefonsoFinol

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