"Los Ni Ni's, somos la nueva mayoría". Sí Luíssss...

         Sabemos que la realidad es mucho más compleja que reducir la discusión a los de izquierda y los de derecha; los primeros buenos, y los segundos malos, o viceversa. Sin embargo hay ciertas cosas de las cuales no podemos escapar. En principio, el Liberalismo y toda su parafernalia ideológica-institucional, nos ha hecho creer en la idea, de que el gobierno es responsabilidad de unos cuantos, mientras la mayoría, la “sociedad civil”, se dedica a otras cosas, relacionadas con la vida privada. Esto nos hace recordar la meritocracia, aquel concepto abominable, tan en boga por la exquisitez PDVeca, aquella que alimentó el paro petrolero en el 2002, quienes llamaban monos conformistas a los chavistas, sujetos identificados por andar con la cartera e' ron y el bollo e' pan debajo del brazo. Despolitizar a los pobres, a los explotados, a la sociedad en su conjunto, sirve como herramienta para secuestrar el poder y ponerlo al servicio de los intereses del mercado, para que se siga con la idea gatopardiana, de que cambiamos todo, para que nada cambie. Que lindo es jugar dominó, echarnos palos y gobernar en paz; no se preocupe, estamos trabajando para usted. Usted trabaje y compre. El asunto pareciera estar de lado del que no asume responsabilidades, por tanto de quien tiene el derecho y la “moral” de señalar de corrupto e incapaz a todo aquel que le de la gana; gritar a los cuatro vientos, que todo es culpa del gobierno y de los políticos, mientras yo, el ciudadano común, “no me meto en política”, raspo cupos, especulo si tengo la oportunidad, multiplico dinero sin trabajar, estoy pendiente de la línea blanca de mi casa bien equipada, de todo lo que ofrece el gobierno, y luego voto por CAPriles, porque el gobierno nos tiene en crisis. Pero lo peor no es eso, pues es el comportamiento del 90% de los que se dicen “refinadamente” ser NiNi's, y el modus operandi de los que sí son escuálidos de corazón y de mente, lo preocupante, es que hay un porcentaje importante de “camaradas” (quizá un 10, o 20, o un 30%?...) que andan en la misma, buscando PLATA de donde sea, pa' comprar lo que se “necesita” y después revenderlo. Entonces, pregunta el viejo de la esquina de mi barrio mientras escupe chimó, ¿esto es un problema de quienes votan por la izquierda o por la derecha? “Contéstole” yo, sin querer ser dueño de la verdad,  que todo esto pareciera ser un problema que se resuelve develando los contrabandos ideológicos en los que estamos entrampados en la cotidianidad, construyendo con el actuar cotidiano una nueva cultura.     

         Por ejemplo: El fenómeno social de la aparición de los “ninis” se da, en su mayoría, dentro de las clases medias y altas, pues curiosamente los muchachos de estos estratos sociales tienen asegurado el alimento, el techo, el vestido e incluso las diversiones; es decir, sus padres les sostienen este estilo de vida y el esfuerzo de parte del joven, por consiguiente, carece de sentido (Tomado de: http://familias.com/la-epidemia-de-los-ninis-amenaza-a-todos-los-hogares-pon-el-tuyo-en-cuarentena). A partir de esta definición podemos identificar claramente a una clase social y un estilo de vida, que por lo general raya en la concepción parasitaria. Beneficios “ganados” y no valorados, pues en su mayoría no son producto del trabajo real. Sería oportuno decir, que éste tipo de comportamiento al final vota contra el proyecto revolucionario, lo desprecia por su condición de clase, y si puede “guarimbea”, para “defenderse” de los violentos “tupamaros”. Parece estar claro, que la cultura de los NiNis (si se puede decir que tienen cultura), es reflejo del conservadurismo, del miedo al cambio, del terror al “otro” que reclama los mismo derechos, esos otros-otras, que además comienzan a tener conciencia del momento histórico que estamos viviendo.      

         Aceptémoslo, nuestro país está atravesando una profunda crisis, que no es sólo económica, sino moral. En todo caso, eso es normal en una Revolución, si de verdad toca los intereses de las clases dominantes. Por un lado el despelote del mercado y del consumo de bienes, que no se producen en el país y, que alimentan la cultura rentista-parasitaria, por el otro una sociedad que se ha lanzado al saqueo, sin conciencia alguna del daño que se le hace al País. A nuestro juicio, éste problema no se resuelve con más capitalismo, es imposible que haya más capitalismo en éste país, precisamente a causa de éste último  estamos sumergidos en esta degradación colectiva. Bueno, siendo honestos con la historia, si es posible más degradación en el marco del capitalismo, es posible más muertes por hacerse de nuevos mercados, es posible más privatizaciones, es posible más desesperanza.

         Los NiNi's, no son de derecha ni de izquierda, se creen superiores a todo eso, pero al final, votan por la derecha, actúan como la gente de derecha, piensan como la derecha, hablan como la derecha, y son propietarios. Creen y quieren hacer creer, que en pleno siglo XXI, existe la neutralidad y la “objetividad”, se creen ecologistas, se dicen anarquistas, son “progresistas” y desarrollistas, hablan de literatura, son investigadores peii, les arrecha ver a la gente organizándose, haciendo comunas y autogobiernos, y si pueden, le hacen la guerra por tuiter a la izquierda, quienes, según ellos no sirve para nada. De esta forma, se pretende hacer de la idea, que es posible consolidar una fuerza política, caza bobos, que “retome las riendas del país”, para así volver a los tiempos “felices”; sumado a ello, con el nuevo proyecto (neoliberal de a bola), también volverán las exclusiones, volverá con más fuerza la vieja cultura política, que nunca se ha ido del todo, pues es reflejo del comportamiento colectivo, razpaz y cadivero, hipócrita y doble moral, de quienes impolutamente “NO SE METEN EN POLÍTICA”, porque lo de ellos son los negocios o el pensamiento “libertario” que le sirve de telón a la MID-MOD-MUD. Entonces, como para ellos la economía es “neutra” y fruto del “trabajo honesto”, pueden hacer negocios con el Estado, de esa forma, muchos de ellos (de los NiNi's), dueños de empresas que prestan servicios al gobierno, trampean con algún “contacto” vestido de rojo, y se hacen de contratos jugosos, que si les da la gana no cumplen, porque “no son responsables” de nada. Que jodienda ésta que estamos viviendo. Por todos lados está la vieja cultura, que no es NiNi un carajo, y que sí tiene que ver con el actuar que reproduce la miseria, pero no la miseria de no tener PLATA, sino la miseria de ser tan pobre que lo único que se tiene es dinero.

         Con todo éste entramado de complejidades, entendiendo la diversidad de asuntos que se vinculan con el tema político, es necesario señalar, que se está del lado de los opresores o de los oprimidos, no hay punto medio, no existe la llamada “zona gris”. O uno se vuelve NiNi y termina haciéndole el juego los factores de dominación, o se piensa seriamente en tomar partido de un proyecto político que está emergiendo en América Latina, que nos está convocando y nos invita a re-pensarnos permanentemente. Ser NiNi, y ponerse al lado del opresor, es ser tan de derecha como los militantes de Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular, Primero in-Justicia, AD, Copei, y un largo etcétera de mentirosos, pusilánimes, “cobéros”, vividores y chanchulleros, que prometen la “felicidad con desarrollo capitalista”.

         El individualismo y la competencia, propios del liberalismo, ideología que sostiene a la democracia burguesa, ha generado despojos sociales, que esconden su propia degradación en un “apoliticismo” que no es tal, pues como lo hemos visto, su actuar agazapado es el germen para la traición de sí mismo, y de quienes deciden andar por los senderos de la emancipación. 

         Por último hablaremos de los NiNi's “revolucionarios”, Ni Chavistas ayer, ni maduristas hoy. Antes en necesario precisar, que el “madurismo” no existe. En la actualidad hay chavistas que apoyan al presidente Nicolás Maduro, no porque Maduro sea un ser supremo (aunque no podemos negar, que el pana le pone un mundo), sino porque Maduro es uno de los voceros principales del proyecto chavista de emancipación popular, de los de abajo, de los pata e' el suelo, de los que estaban al margen (marginales, nos llaman también), de los silenciados de siempre. A ellos la historia les tiene un lugar no muy gratificante. Claro, también hay “chavistas” que apoyaron a Chávez ayer y repudian a Maduro hoy, son casi NiNi's, pues aunque no votan por la derecha, le tienden la alfombra para que se hagan del poder, para luego correr a señalar a todo el mundo de las izquierdas, culpándolos de lo que inexorablemente también serán responsables. No podemos dejar de lado a los NiNi's, que reclaman espacios de poder, cuestionan las estructuras partidistas cuando estás los dejan fuera del juego, y son súper radicales cuando están fuera del festín.

         Así las cosas, es necesario empujar colectivamente una doctrina filosófica que se parezca a lo era Chávez, y Chávez era pueblo, se comportaba como el pueblo, por tanto, decididamente se abalanzaba con arrojo y determinación por la conquista del futuro. Y creemos que la clave está en mirar a nuestros adentros, a lo que realmente somos como pueblo, a las capacidades que tenemos, volver a relacionarnos con la tierra, construir un nuevo modelo científico, que sea útil a la gente y a sus procesos sociales. Debemos defender la vida, y para ello, la indiferencia es inútil, en todo caso, sirve como herramienta para que la ignominia vuelva a tomar el poder definitivamente y nos aplaste con la máquina del capital.

         Ser NiNi's en éste tiempo, es hacerle el juego a la derecha neoliberal, quien pretende revivir el proyecto conservador, reproductor de la desigualdad. El chavismo Bolivariano, nos brinda la oportunidad de pensar otro mundo, pero para ello, es necesario que volvamos la batalla hacia nuestro interior, y que la mierda postmoderna neoliberal, se encuentre con un proyecto popular, que le hace frente mientras a lo interno se re-construye permanentemente. Es aquí donde se hace fundamental el estudio, el compromiso, la militancia (que no es la de los partidos políticos unicamente), sino la militancia de verdad, la que permite construir cotidianamente una nueva forma de comprender el poder, la que nos permite crear y re-crear un nuevo ser, la que nos servirá como instrumento para dejar atrás todo lo viejo que representa esta civilización en decadencia.    

 

 



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Carlos Rivas

Escuela Popular de Comunicación ?Eulogio Paredes?. Vocero de la Casa del Costurero.

 carlos_rivas_45@hotmail.com

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