No podrán derrotarnos con los crímenes ni por el estómago

Si cualquiera, en cualquier parte del mundo, quiere enterarse de la firmeza y resistencia de nuestro pueblo ante pretendidas escaladas desestabilizadoras, los vamos a remitir en primera instancia a los días a finales del año 2002 y comienzo del 2003. Luego le hablaremos de lo que ha sucedido en el transcurso de los últimos años y con intensidad entre 2012, 13 y 14.

Toda esta faena ha sido un acto heroica de nuestro pueblo que en ningún momento ha doblado la cerviz ni ha torcido el brazo, ante una campaña opositora que ha pretendido acabar con la Revolución Bolivariana por la vía de esconder, acaparar, encarecer y bachaquear alimentos de la dieta diaria.

Están vivas las imágenes de aquel paro de la oligarquía que utilizaba el combustible y los alimentos para propiciar una rebelión del pueblo contra Chávez. Todos recordamos las palabras de aquella señora de un barrio de Caracas, diciéndole a nuestro líder que ante la escasez del gas domético, prefirió utilizar la madera de las puertas de su casa como leña para cocinar, ante de claudicar.

Y así son miles los ejemplos que dio nuestro pueblo, a lo largo y ancho la patria, para derrotar las colas en la gasolineras y a los perversos productores y demás comerciantes que se plegaron al paro y que en esa oportunidad desaparecieron de los anaqueles todo lo que se parecía a comida.

Todos recuerdan la juntilla que se formó para tumbar al gobierno. El ex de la MUD, sr. Aveledo, se prestó con dueños de equipos, para dejar a la afición sin el apasionado deporte. Igual pretendieron posponer las navidades de ese año. ¿Cuándo se había visto eso? De haber logrado sus propósitos seguramente este año 2014, estaríamos celebrando las del 2013.

Entonces, Chávez le metió medio palo creando Mercal y Pdval, y junto al nuestro pueblo fueron derrotados 18 veces seguidas. Con todo y eso, han seguido con su plan que no solamente ataca a nuestros compatriotas por el estómago, sino que propician desde sus círculos empresariales el saboteo, la baja producción y el contrabando. Portándose así como verdaderos agentes antinacionales y criminales.

Ahora, resulta que los cálculos y esperanzas de la oposición para acabar con la Revolución Bolivariana, están cifradas en que se mantengan las colas que se producen para comprar alimentos que ellos mismos esconden. Indudablemente que su objetivo es incidir en la población para lograr una opinión desfavorable, de ineficiencia, falta de autoridad, indolencia y mal gobierno. El otro objetivo es el del pueblo desamparado e inseguro. Para ellos buscaron su aliado y asesor de oro, el narcoparamilitar, Avaro Uribe. Especialista en asesinatos, sin contemplación.

Los venezolanos confiamos en la Revolución Bolivariana. Confiamos en nuestro Presidente Nicolás Maduro. Y sobre todo, confiamos en nuestro pueblo que con el ejemplo de Chávez seguirá dando la batalla por la dignidad y la patria buena. ¡Venceremos!



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Juan Azocar


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