Oposición venezolana ¿al gobierno y/o a la Revolución Bolivariana?

José Vicente Rangel Vale (JVR), tozudamente, mantiene su prédica referida a la necesidad de la presencia de una oposición venezolana en el marco de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las correspondientes leyes del Estado venezolano en “profundos cambios estructurales” de cambios del Estado capitalista-burgués-rentista hacia el futuro Estado socialista de participación colectiva y directa en los “asuntos del Estado”.

El político y periodista venezolano, JVR, considera de la necesidad de aquellos sectores que se oponen al Gobierno Bolivariana para que desarrollen sus políticas de oposición que, en primera instancia, contribuyan a las correspondientes correcciones cuales cualquier gobierno, inevitablemente, se ve, temporalmente, inmerso, seguramente, ocurridas por diferentes reales razones que podrían estar presentes en un arco iris de razones desde decisiones humanas erradas por diferentes razones desde ignorancia pasando por intereses personales hasta las mas naturales equivocaciones sin otras intenciones de consideración, políticas temporales erradas, inducciones desde “intereses creados” en funciones múltiples de diferentes naturalezas, etc.

Proponemos pensar sobre la propuesta de JVR en dos (2) esquemas de trabajo. En primer lugar, referimos a la necesidad de una oposición al Gobierno Bolivariano cual se enmarcaría en las decisiones políticas de dicho Gobierno sin mayores calificaciones. En segundo lugar, la realidad de una oposición a un gobierno que es el Gobierno Bolivariano con lo cual es de obligación definir conceptualmente al “Gobierno Bolivariano”. En tercer lugar, una oposición que es militantemente opuesta a la “Revolución Bolivariana”. En último punto, una oposición que combina ambas realidades: oposición al “Gobierno Bolivariano” y oposición a la “Revolución Bolivariana” con lo cual tendríamos que “dejar en el tintero” la oposición al concepto en praxis: “Gobierno”.

Claro, para precisar este último punto de análisis, sí aceptáramos que la oposición venezolana se opone al “Gobierno”, para ellos, es decir, para esa oposición venezolana, sería una oposición dentro de los paradigmas correspondientes sobre los cuales se sustentaba la 4ta. República con lo cual el desarrollo propuesto por la “Revolución Bolivariana” de desarrollar los “cambios profundos” en el Estado venezolano de transformación del Estado burgués-rentista-capitalista hacia el “Estado socialista de participación”, en los actuales momentos históricos, que representan la “etapa Maduro Moros”, no entrarían en nuestra consideración actual en escrito.

Es decir, todo el proceso histórico que se desarrollaría durante la “etapa Chávez Frías” por parte de la oposición venezolana como sería aquella oposición radical que se manifestaría en el “Golpe de Estado del 11 de Abril del 2002”, el “Paro petrolero”, las realidades de la Plaza Altamira, las guarimbas, las diferentes modalidades de sabotajes de carácter terrorista, la “guerra sicológica”, entre otras realidades, les dejó a esa oposición, como conjunto, una serie de lecciones que se han venido expresando desde febrero (2014) cuando uno de los sectores de esa oposición marcó distancia con otro sector de la oposición, por decir, más moderada, con la propuesta de “la salida”, que ha llevado a esa oposición como conjunto a expresar su propia división cual fácticamente se expresó en las renuncias y reacomodos de la oposición como conjunto; es decir, la significativa renuncia de Ramón Guillermo Aveledo y las declaraciones pertinentes de Ramón José Medina referidas al líder temporal de aquel sector radical y terrorista, han marcado seria y objetivamente la presencia dentro de esa oposición como conjunto de “interpretaciones ideológicas encontradas”, claro, de carácter capitalista. Ello nos obliga tratar de encontrar reales referencias a las serias diferencias significativas de esas “interpretaciones ideológicas encontradas” y sus correspondientes significados en sus praxis políticas para el “caso Venezuela”.

En ese marco referente, en nuestra modesta consideración, deberíamos precisar las reales relaciones entre ambas manifestaciones de las oposiciones en mesa en referencia a sus oposiciones bien al “Gobierno Bolivariano”, bien sus oposiciones a la “Revolución Bolivariana”. Ello es fundamental porque, en el marco de la Constitución Bolivariana y sus leyes, una oposición democrática, como creo las denomina JVR, en sus conjugaciones con las nuevas políticas que vienen implementándose desde el “Gobierno Bolivariano”, en la actual “etapa Maduro Moros”, permitiría a esa “oposición democrática”, permítasenos calificarla como tal, participar, seria y en el marco del trabajo como neo-concepto teológico, en el desarrollo del proceso de transición del Estado actual rentista hacia el Estado socialista de participación activa y democrática con las posibilidades del desarrollo serio y permanente del debate referido a los objetivos del “Plan de la Patria” como la “Política de Estado” venezolano en el marco de las realidades reales de la actual geopolítica mundial de reingeniería global que, quiérase y/o se desee, Venezuela tiene “las responsabilidades internacionales” que deberá asumir en el marco de la “paz mundial” sobre la base revolucionaria del “amor al prójimo”.

En contrario, el otro grupo opositor cual para nos lo definimos, respetuosamente, como “la ultra-derecha-representativa-latinoamericana”, es profundamente radical cuasi alcanzando los paradigmas, en sus praxis políticas, de un “anarquismo-no-conceptual”. Es decir, en el marco del escenario internacional cual frecuentemente ha representado Venezuela, aquellas políticas que se expresaron y se están expresando en Libia, Egipto, Siria, Gaza, Ucrania, Iraq, Afganistán, Xinjiang, “revolución de colores”, “guerra sico-comunicacional”, como referencias, se conforman abstracciones conceptuales de amplio espectro que sustentarían escenarios atípicos previos a escenarios militar-activos. Para permitirnos ser un poco más precisos, este grupo ultra-radical-venezolano cual es sostenido por intereses internacionales bien conocidos de ultra-derecha le diseñan sus políticas sobre, por ejemplo, aquella referencia expuesta públicamente por el Presidente Nicolás Maduro Moros sobre “…los tres virus a la economía venezolana…”.

Es decir, esta oposición de ultra-derecha viene impulsando, como primer paso, la “guerra económica” en el marco de la “Guerra Política” conjugada, permanentemente, con la “guerra sico-informativa” desde los intereses, sencillamente, capitalistas pero ello, es decir, esos permanentes en “pleno desarrollo”, por ahora, el Gobierno Bolivariano, en nuestro entender, ha considerado a esa oposición como “oposición al Gobierno Bolivariano”, fundamentalmente, cuando, en nuestro entender, esa oposición ultra-derechista tiene como objetivo fundamental “el desmonte y/o la destrucción” de los paradigmas de la “Revolución Bolivariana”. Es decir, ambas oposiciones son fundamentalmente diferentes porque una sustenta sus creencias en “la evolución lógica del Estado venezolano” mientras que la otra oposición es de carácter fundamentalista-religiosa-judeo-cristiano-católica. Es decir, la segunda estaría en perfecta comunión con las actuales tesis que viene desarrollando Washington en el marco de la negación de los Derechos Humanos antropológicos mientras que la primera, sí se mantiene en el marco teológico-natural, conoce que su participación profundizaría “lo real-humano-de-la-Creación”; en caso que ambas tendencias de derechas se vuelvan a encontrar, nos consideramos que el escenario expuesto José “Pepe” Rodríguez Iturbe” (“el nudo gordiano”), la lógica del desarrollo de confrontación será la “guerra civil” con las consecuencias lógicas de toda “guerra civil”.

En el marco de ese hipotético escenario de “guerra civil”, ello nos obliga a desarrollar algunas ideas complementarias al texto en “pleno desarrollo”. En el marco del desarrollo que está confrontando el “Gobierno Bolivariano” con la finalidad de ejecutar políticas de “seguridad nacional” contra el contrabando tanto en zonas fronterizas como los “saboteadores internos” que promueven colas de personas, matrices de opinión, acaparamiento, ventas de productos de primera necesidad en la economía informal, por ejemplo, en la buhonería que cerca el Mercado Quinta Crespo un (1) litro de leche regulado se está vendiendo en BsF170,oo, y, actualmente a la fecha (28 de agosto), están comenzando a desarrollar sus actitudes guarimberas en Caracas, dichas políticas y sus ejecuciones afectarán, directamente, a realidades internas de la hermana República de Colombia impactando, seriamente, en la escasez, inflación, protesta social, enfrentamiento entre mafias, control obligado de la exportación de estupefacientes hacia Venezuela como zona de tránsito, solo por mención. Esta afectación interna en Colombia no es casus belli que pudiera referirse y sustentarse en las teologías tanto de San Agustín como de Santo Tomás de Aquino.

Es decir, cualquier actitud referente, Venezuela sustentaría sus decisiones, precisamente, en ambas realidades sustentadas por ambos Santos Varones teólogos del cristianismo mundial. Pero deberíamos, al tiempo, analizar las realidades que se le pudieran desarrollar a Washington en aquel hipotético escenario de guerra. Es obligante recordar que el continente americano nunca, históricamente, ha sufrido los avatares de una guerra como las que se han desarrollado históricamente en el continente europeo. Para los puristas podríamos señalar a los “piratas ingleses” que aún siguen pululando por El Caribe en apoyo a la 4ta. Flota, y la escaramuza que se presentó en Cuba entre los actuales aliados EEUU de América y la Corona borbónica española. Es verdad que Washington ha invadido, a asesinado a dirigentes políticos, según mienta la Historia, a dando y/o contribuido en “golpes de estado”, secuestrado, etc., pero nunca se ha visto en la necesidad de confrontar una guerra “tipo europea” en suelo americano-continental. No dejamos en el tintero las “guerras entre hermanos latinoamericanos” pero la Historia de Venezuela nos señala que ya don Simón Bolívar “le tuvo que parar los pies a los yanquis”. Claro, debemos considerar la presencia de Israel, la OTAN en suelo latinoamericano pero, como en alguna ocasión publicara el diario francés “Le Monde”: “evitar que Venezuela se convierta en Argelia”.






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Miguel Ángel Del Pozo


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