Desde la renuncia de Ramón Guillermo Aveledo, la llamada Mesa de la Unidad está sin un coordinador, pues allí no se puede hablar de liderazgo. Ahora ellos se debaten sobre quién será el más idóneo para ser el secretario ejecutivo de 'La Mesa', donde los comensales anhelan el festín que representa para sus bolsillos Venezuela.
Sin duda, presidir esa 'Mesa' es todo un reto, pues entre otros muchos errores, se destaca recientemente el fracaso de las guarimbas y su respectivo pronunciamiento de rechazo a destiempo, sumando a esa coalición de intereses de derecha otro error que los ha hundido más en el descrédito nacional.
Para colmo, el debate se centra entre poner a Capriles como Secretario Ejecutivo o poner a Ledezma. El primero, dilapidó un buen resultado electoral al iniciar irresponsablemente en el 2013 una espiral de violencia cuando desconoció los resultados electorales, provocando muerte y caos; mientras que el segundo, conformó el grupo de los tres (Machado, López y Ledezma) que promovieron los actos vandálicos y de terror que comenzaron en febrero. Eso quiere decir que cualquier escogencia en el menú de la fisurada Mesa atentará contra la salud política de sus desprestigiados integrantes.
En este sentido, el abandono de la conducción a la 'Mesa' de una persona que en su currículum figura la suspensión del beisbol en el 2002 para crear descontento en el pueblo venezolano, y viendo los candidatos considerados para tomar su lugar, pudiera decirse que si colocan a Incitatus, el caballo que Calígula nombró como Cónsul en Bitinia alrededor del año 40 d.C., les iría mejor, pues tanto Capriles como Ledezma han cometido errores políticos tan graves que poner a alguno de ellos como su secretario ejecutivo sería un sarcasmo a la ridiculez.
Aparte del desprestigio de estos señores, se destaca la carencia de visión como estadistas. Sólo habría que recordar la oportunidad política que les brindó las guarimbas, donde esas acciones eran tan absurdas y vacías que un novato en política hubiese visto con antelación su fracasado destino, por ende, alguien que se considerara un verdadero líder en la oposición debió plantarse con firmeza contra ese vandalismo sin futuro, sin respaldo popular y propulsado por un sector de oposición 'disidente' y financiado desde el exterior, que abiertamente atacó a la parte 'formal' de los que dicen conformar la mesa, que para esos momentos guardó un silencio cómplice y políticamente suicida. Fue sin duda un desperdicio político el hacerse el loco ante esa desestabilización fracasada.
Si analizamos a esos ‘candidatos’ en sus reacciones a los acontecimientos mundiales (ya que un aspirante a líder debe tener una visión integral tanto nacional, regional como mundial), sus actitudes son de lo más desacertadas. Por ejemplo, en los acontecimientos internacionales donde destaca la cobarde masacre que hace el estado de Israel a la población palestina; mientras los venezolanos, tanto nosotros los chavistas como gente de base de la oposición, rechazamos abiertamente ese genocidio, Ledezma se retrata con Netanyahu. Por otro lado Capriles, que dice tener orígenes judíos, no termina de comprender que sionismo no es lo mismo que judaísmo y que debería ser el primero en estar en contra de un movimiento político-militar que contradice los preceptos de esa religión. Tanto Ledezma como Capriles con indiferencia aberrante, tildan a esa masacre de distracción y en lugar de representar a la base opositora alzando su voz en contra, dicen que se debe concentrar toda la energía en sacar a Nicolás Maduro de la presidencia.
Aún así, todo indica que va a ser Ledezma el sustituto de Aveledo, pues todos ellos se han sumado a la 'encerrona' propuesta por él. Mientras que Capriles sigue el karmático camino de Alfaro Ucero, cuando todos le dieron la espalda para apoyar a Salas Römer en 1999.
El panorama para que el país cuente con una oposición de atribuciones serias se ve muy lejos, sobre todo cuando la decisión de ser encauzados giran alrededor de estos personajes que han contribuido en forma determinante a que todo el movimiento opositor cometa errores políticamente fatales que han perjudicado a la población venezolana en su conjunto. Algunos dentro de la MUD que ven el error de la inevitable escogencia de alguno de estos dos personajes sugieren la eliminación de la secretaría ejecutiva y sus adjuntos. Otros piden a Aveledo que reconsidere volver, pues al menos goza más credibilidad que Capriles y Ledezma.
Por los momentos en el menú de esa Mesa sólo ofrecen Chayota Insípida o 'Vámpiro' refrito. Lástima que Incitatus murió hace más de mil años, sí no, fuese el más preparado candidato para ser elegido en esa locura llamada MUD. Por lo menos Incitatus se dedicaría a comer pasto, al contrario de Capriles y Ledezma que lo producen a través de sus bocas.
