La oposición y los cobres

Uno de los temas a incluir en la Agenda Gobierno- MUD es el referido a los financiamientos que recibe la variopinta oposición y de donde vienen los cobres. Esto ayudaría por una parte a aclarar posturas en los adversarios y por el otra parte este esclarecimiento ubicaría el perfil ideológico de quienes se oponen al chavismo, a la revolución, al Pueblo pues.

¿Quién financia la oposición?. Pregunta simple respuesta compleja. Cuántas oposiciones y a que intereses responden. Es la pregunta lógica. Desde los tiempos de la fenecida y fantasmal coordinadora democrática (Súmate al golpe y firma el doce de abril Miraflores) hasta la MUD con evidentes síntomas de mal de Parkinson, el núcleo ultra de la derecha ha manejado para seducir a sus mentores exteriores, tesis rimbombantes como la ilegitimidad del chavismo (fraude electoral), la ausencia de obras públicas (la famosa cuña televisiva con fondo negro, silente, y cartón que rezaba: esta es la obra del gobierno y duraba sesenta segundos, transmitida en cadena reaccionaria cientos de veces durante el golpe de abril de 2002 y el lema que esgrimen en permanencia: la corrupción, el todo para significar la frase de “Maduro vete ya” o la chacumbelérica expresión: el que se canse primero pierde.

Esta dialéctica del chicle abre reflexiones tipo radio rochela como Maduro es colombiano, tengo la prueba pero no te la muestro, los sesenta alcaldes de la oposición son legítimos pero los trescientos setenta y tres burgomaestres revolucionarios no; todos los diputados de Chávez (electos al mismo tiempo que los opositores) son fraudulentos; denuncio al mundo la dictadura comunista pero lo hago libremente en los medios venezolanos, en particular Globovisión, su carnal CNN y que retrasmiten con beneplácito toda la pandilla mediática internacional que diariamente destila su veneno contra Venezuela.

Estas campañas comunicacionales son onerosas y los comerciantes de la información lo saben. Uno de los principios del capitalismo es que nada es gratis. Todo tiene su costo. Prefieren hablar de inversión a mediano o largo plazo, el tiempo que requiera recuperar esa inversión.

Esta guerra de desgaste que han diseñado y planificado los enemigos foráneos de nuestro país cuesta mucho dinero. Muchísimo. Y esas remesas entran por diversas vertientes, tantas como grupos se creen, cual discusión teológica, que tienen la razón y que son ellos quienes van a derrocar al tirano Maduro y a los comunistas que lo rodean. Por lo tanto merecen la mejor tajada.

El lenguaje que la derecha emplea desde febrero tiene la esencia del más feroz anticomunismo que exhibió el demente senador Mc Carthy en los años 50, años de histeria de la llamada guerra fría que se resumía en la consigna: es mejor un rojo (comunista) muerto que vivo y que pusieron en práctica cuando asesinaron en la silla eléctrica a una pareja de científicos de origen judío, los Rosenberg, por sospechas de militancia izquierdista. Tuvieron que transcurrir casi cincuenta años para que el gobierno norteño reconociera esa injusticia y presentara excusas a sus descendientes. Como si fuese una broma macabra.

Por los vientos que soplan los gestores con mayores méritos dentro del caos opositor para recibir fondos y mucho cobre son los seguidores del señor López y la señora Machado, ambos con buenas conexiones norteñas.


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Hector Agüero


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