Confesiones de un joven guarimbero en el año 2028

¡Fui guarimbero, provoqué terror y nada me pasó! (I y II))

Así empezó todo

Venezuela es un objetivo imperial desde hace 516 años. Primero nos colonizaron los españoles desde 1498 para convertirnos en proveedores de piedras preciosas y frutos tropicales, luego alemanes, ingleses y los “Amos del Valle” desde mediados del siglo XIX, quienes explotaron el café, el cacao y otras especies y profundizaron su manejo de la precaria economía venezolana; finalmente los yankees desde el reventón de El Barroso II en 1922. Desde entonces fuimos transformados en una neocolonia, cuyo fruto principal  es el petróleo. Cuando la nacionalización chucuta” de 1976, se aseguraron de que la misma les permitiera seguir explotando nuestros hidrocarburos con la máxima de las ventajas y con el menor de los riesgos, y casi que logran hacerse de su propiedad exclusiva durante el II gobierno del Dr, Caldera y la presidencia en Pdvsa de Luis Giusti. En verdad, las concesionarias tenían ahora más privilegios, ganaban más.

El porqué de las movilizaciones: marchas, protestas, guarimbas

La cosa comenzó a ponérseles fea cuando el Comandante Hugo Chávez ganó la presidencia de la República, cumplió su promesa de convocar a una Asamblea Constituyente para elaborar una Constitución “adaptada a los nuevos tiempos” y gobernar con el pueblo; con poderes especiales a través de una Ley Habilitante, dictó 49 nuevas leyes acordes con la Constitución Bolivariana. Entonces se inició la descolonización del país porque no teníamos patria. Como los intentos para atar a Chávez a los fines del imperio fracasaron, empezaron los planes de desestabilización mediante campañas de desprestigio internacional a través de la gran prensa de los países imperiales y sus lacayos de todo el mundo.

No aceptaron, nunca lo han aceptado, que un mestizo y cuartelero,  como lo calificaron, gobernara el país. Los años 2001 al 2005 fueron muy convulsos, con Golpe de Estado y Sabotaje Petrolero en 2002 y 2003 impregnados de marchas, manifestaciones, protestas  y guarimbas por doquier, hasta el punto de que tomaron la Plaza Altamira por varios meses, ante la paciencia del gobierno del Presidente Chávez. Todo eso se diluyó por si solo, pero cumplieron el cometido de dejar en la opinión internacional que Venezuela era un país ingobernable, con un tirano como presidente, violador de todos los derechos y libertades públicas.. En 2004 los bolivarianos le dieron una paliza a los “escuálidos”, como los llamó Chávez, en el referéndum, que de revocatorio se convirtió en ratificatorio.

Mientras tanto, bajo la dirección del Presidente Chávez, el país unió su voz de protesta a la del Comandante Fidel Castro de Cuba, y poco a poco se les unieron otros países latinoamericanos como Argentina con Néstor Kirchner, Brasil con Inacio Lula, Bolivia con Evo Morales, Nicaragua con Daniel Ortega, Ecuador con Rafael Correa, Honduras  con Manuel Zelaya, destituido mediante un golpe de Estado, al igual que Fernando Lugo en Paraguay. La derrota de George W. Bush en Mar del Plata en 2005 cuando pretendió imponer el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas, ALCA, significó la primera gran derrota del imperio en el continente. Desde entonces la escalada de la desestabilización ha estado en la agenda imperial en Venezuela, con embajadores y procónsules  de la política y la oligarquía venezolana como testaferros.

En esos años avanzó mucho la integración latinoamericana y caribeña. Se creó la Alianza Bolivariana de nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA.TCP), Unasur, la Celac, se consolidó y amplió Mercosur, Petroamérica con Petroandina, Petrocaribe y Petrosur.

Las guarimbas de febrero 2014.

Chávez murió el 5 de marzo de 2013 y se creyó que eso sería el fin del chavismo. Algunos jóvenes del año 2014, unos estudiantes, otros dedicados a actividades diversas, muchos de ellos hijitos de papi y mami, dirán orgullosos a sus hijos dentro de 12, 15 ó 18 años, cual trofeo olímpico: “Yo participé en las protestas “pacíficas” de febrero de 2014 contra el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, fui “guarimbero”, también nos calificaron de “terroristas porque causamos terror en la población”.

La siguiente es la confesión simulada de uno de ellos en el año 1928: Fuimos adiestrados durante meses, algunos durante años, en Venezuela y otros países con cursos de capacitación y prácticas terroristas “pacíficas”, y el aprendizaje de un Manual del Golpe suave u otpor. A continuación mi  relato simulado como  guarimbero de febrero del año 2014.

Pero yo, hijo, confieso que actué equivocadamente. Mi nombre es William Machado Zuloaga, nací en La lagunita al este de Caracas, actualmente tengo 31 años, ingeniero, casado y con dos hijos de 8 y 6 años; tenía 17 años cuando guarimbeaba  y estudiaba ingeniería en la Universidad Metropolitana de Caracas, donde cursamos jóvenes de la clase alta o rica de la capital y otras ciudades del país. Antes de iniciar las manifestaciones, habíamos sido adiestrados para todo; el propósito era crear las condiciones para que la prensa de Venezuela y los grandes medios internacionales desacreditaran al gobierno venezolano para provocar denuncias contra el régimen, que sería acusado de violar los derechos humanos. Todo estaba preparado, así nos lo informaron, para provocar una crisis en el país. Estábamos conscientes de ello. Me sentí un héroe por talar hermosos árboles del patrimonio natural de Venezuela, quemar vehículos: autos, camionetas, camiones llenos de alimentos para el pueblo, autobuses cargados de pasajeros, busetas de las instituciones públicas que le prestaban servicios públicos a todos los venezolanos; incendiamos edificios del gobierno: escuelas, centros de salud, abastos, mercados, supermercados, CDI´s, SRI´s, Pdvales, Mercales, casetas telefónicas de la CANTV, postes del alumbrado público, provocamos grandes trancas vehiculares en todas las  principales calles y avenidas de las ciudades más importantes ocasionando caos, histerias colectivas, desesperación, centenares de heridos golpeados por nosotros con objetos contundentes, asesinamos policías, guardias nacionales, gente del pueblo, una veintena murió directa o indirectamente: eran enfermos que no podían pasar hacia los hospitales y centros de salud debido a las barricadas.

Pedagogía política

¡Fui guarimbero, provoqué terror y  nada me pasó! (II)

(Confesiones de un joven guarimbero en el año 2028)

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Estábamos confiados de desprestigiar al gobierno y a la fuerza pública del régimen

Nos protegía la gran prensa que divulgaba las protestas de los estudiantes como pacíficas, contra el gobierno y que se luchaba por reivindicaciones, aunque en las consignas no exigíamos más presupuesto para las universidades, ni para los comedores estudiantiles, tampoco para mejorar las becas, porque nada de eso nos importaba. Nosotros éramos ricos. Contábamos además con el respaldo y apoyo de Rectores, Decanos y profesores de muchas universidades y de mucha gente rica, grandes empresarios y los principales dirigentes de la oposición más radical. Nuestras únicas consignas eran: ¡Maduro, vete ya! ¡Fuera esta dictadura! En realidad no era una dictadura, habíamos perdido 18 de 19 elecciones en 15 años. La policía y la guardia nacional nos dejaban hacer todo lo que nos daba la gana, porque los cuerpos de seguridad tenían esas instrucciones; el gobierno mostró respeto por nuestros derechos humanos, por eso nos dejaban hacer de todo; nosotros ya lo sabíamos. Además de una buena paga, recibíamos instrucciones y aliento en ese sentido por parte de unos dirigentes que representaban a los verdaderos agentes imperiales; aquí en Venezuela eran Marícori, Capriles Radonski, Leopoldo López -aunque estaba preso-, el Ledezma y otros dirigentes de la oposición que nunca nos acompañaron, ellos estaban muy resguardados, recibían muchísimo dinero y algunos tenían inmunidad parlamentaria porque entre ellos habían diputados, gobernadores y alcaldes.

Era tanto el desespero de policías y guardias nacionales ante nuestros insultos y atropellos, que algunos de ellos respondieron a nuestros ataques y provocaciones con saldo de uno que otro muerto y varios lesionados, aunque siempre sacamos nosotros la mejor parte. Los funcionarios que violaban las órdenes recibidas los destituían, los encarcelaban y los sometían a juicio. Nos cubríamos el rostro con pañuelos y pasamontañas para ocultar nuestra identidad cuando lanzábamos piedras, bombas molotov, toda clase de objetos hasta lograr nuestros objetivos. Causamos mucho, muchísimo terror. Cuando nos capturaban, decíamos que éramos estudiantes, pero la verdad es que la gran mayoría de los manifestantes no lo eran.

Era un plan que parecía perfecto, lo llamaban “golpe suave” y había sido exitoso en la antigua Yugoeslavia en la década de 1990 y en Ucrania en 2013-2014, pero aquí en Venezuela fracasamos totalmente, ya que al contrario de lo que nos habían hecho creer, con todo el odio que sentíamos contra los “tierrúos” que nos gobernaban,  nos decían que  todo el pueblo se nos sumaría, nos apoyaría; fue todo lo contrario, cada día que pasaba fuimos más y más rechazados. Primero causamos una guerra económica con acaparamiento, especulación y contrabando, y eso arrechó mucho a la gente. Las guarimbas las empezamos insultando y acorralando a los peloteros cubanos que vinieron a la Serie del Caribe en Margarita; después celebramos el Día de la Juventud guarimbeando. Para nosotros eso era una gran fiesta,  hijo mío. ¡Qué decepción!

A nosotros, cuando nos capturaban in franganti,  nos detenían pero enseguida salíamos libres bajo régimen de presentación.

Nuestra derrota y la gran lección

El colmo y el acabose de todo fue cuando el Presidente convocó a todo el mundo a la Primera Gran Conferencia por la Paz en Venezuela; ahí se nos vino el mundo encima porque ahora sí nos sentimos solos, abandonados; por ejemplo, aunque Marícori, Capriles Radonski, Leopoldo López, el Ledezma y otros dirigentes de la oposición no  atendieron el llamado del Presidente obedeciendo las órdenes de “más arriba”, nos exigían a través de los dirigentes directos que siguiéramos, que estábamos en dominio de la situación. Pero no era así. ¡Qué dominio ni qué ocho cuernos! Todo el mundo quería participar del diálogo, los comerciantes e industriales parásitos lo que querían eran dólares. Mientras tanto el gobierno recibía apoyo de todas partes del mundo: Unasur, Mercosur, el Alba, la Celac… los países de Petrocaribe, la iglesia, las organizaciones de Derechos Humano del mundo entero. Hasta el Presidente de Rusia, Putin, se arrechó y le envió un mensaje de alerta al Presidente Obama de EE.UU.

Toda la gente se fue a disfrutar del carnaval en las playas, las montañas, en Panamá, Miami, Europa, Aruba, Curazao y los bailes que el gobierno organizó en Caracas y todas partes para el disfrute de toda la gente. Y muchos de nosotros nos hicimos los Wily Méys y también nos fuimos pa´l Carnaval. Ahí murió todo. Quedamos como unos buenos pendejos. Políticamente no  conseguimos nada, pero sí mucho desprestigio. Por eso nunca más volví a guarimbear y me entregué de lleno a los estudios.

Sin embargo, el cometido se cumplió en parte gracias a los grandes medios internacionales que propagaron por el mundo que Venezuela era ingobernable, que aquí no se podía hacer turismo y mucho menos inversiones, cuando la verdad es que era todo lo contrario; aquí los ricos se hicieron cada vez más ricos y los pobres tenían con qué comprar lo necesario, estudiaban gratis donde querían y cerca de sus casas, en los barrios, tenían centros de salud.

Esa fue una gran lección, mis hijos. Venezuela siempre ha estado llena de vivos oportunistas y de pendejos como nosotros los estudiantes de aquellos años. Nuestra gran lección es que es el pueblo el que tiene el derecho de elegir sus gobernantes, ésa es la verdadera democracia.

En esos días, hijo una expresión del famoso director de cine estadounidense Oliver Stone me estremeció en lo más profundo de mi ser; dijo: “ Sin callarnos lo que tengamos que decir: “Otra vez EE.UU. no se detiene en Venezuela. Esto es mucho más importante que Siria para nuestros llamados intereses nacionales”.  Claro, aquí tenemos las mayores reservas de petróleo del mundo y estamos cerquita de EE.UU.

Por eso, hijo, respeta siempre la Constitución, respeta siempre las leyes.

 

[1] MgS en Gerencia Pública. Economista. Candidato a Dr. en Ciencia Política

 



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César Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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