La Guarimba no negocia, el fascismo se queda

La juventud clase media y alta se ha encontrado en las calles, las cree suyas y no las piensan devolver. Por más que se les invite a conferencias de paz, ya ellos han sido marcados con una consigna: Maduro vete ya. El puente de carnaval podrá bajarle dos por una semana, pero todo apunta a que no negociarán con nadie sus violentas guarimbas. Están en sus territorios castigando a sus mismos vecinos, un masoquismo inducido para exacerbar a todo el vecindario, por ahora.

Las violaciones a la constitución, al derecho ajeno y a la vida del otro, son sus nuevos valores inculcados por la maquinaria fascista y su efecto devastador ante la autoridad. Ni autoridad ni ley, ni constitución o código alguno es respetado por esta generación de sifrinos. Se reconocen entre ellos como “los salvadores de la patria”  y no se van a detener. La oposición no va a apagar la violencia, no puede, se les salió de las manos. No apostará a conferencia alguna, se seguirán haciendo los pendejos y sus alcaldes y gobernadores radicales tratarán de seguir adelante con las guarimbas a ver qué tan lejos llegan.

Roland Denis nos aclara muchas cosas importantes, léanlo:

http://www.aporrea.org/actualidad/a183081.html

¿Es la Conferencia de Paz convocada por el presidente Nicolás Maduro una licencia de impunidad para estos grupos? ¿Apenas se arrecie la violencia callejera de estos nuevos patoteros sifrinoides no podrá el gobierno reprimirlos? ¿La Conferencia de Paz estará de acuerdo en detenerlos y apresarlos por romper las leyes? Yo me pregunto y me pregunto si van a estar de acuerdo o lo usarán como excusa para plegarse al golpe. Hay que estar muy alertas con esto. Desde Miami siguen dando instrucciones, desde el pentágono siguen mandando dólares, Uribe insiste en la salida golpista y pone a sus paracos a la orden. ¿No es la primera condición, detener todo esto, lo que debe exigirse en la Conferencia? Por eso no asistieron los de la MUD, para que quienes si asistieron los culpen a ellos cuando les reclamemos la paz en torno a la que nos reunimos.

¿La desolación, abandono, escases y violencia impune en los estados como Mérida, Táchira y Zulia será revertida de inmediato? ¿O son ya territorios del fascismo? ¿La población no identificada con las guarimbas no será socorrida? No pueden salir de sus casas, no hay nada en las bodegas o mercados y viven en medio de una guerra, pero nadie dice nada, que no vale, que todo está en calma. La guerra económica sigue impune.

La Conferencia de Paz ha reunido a los actores políticos en un punto central, los acuerdos que se logren serán centristas, serán acuerdos que beneficien a los actores presentes de bando y bando, pero ¿y el pueblo?

Las primeras medidas de acuerdo alguno con los actores de derecha y de izquierda deben restituir la paz a las calles, el abastecimiento general, el desarme de los grupos fascistas de la extrema derecha, la desaparición de las colas, las benditas colas de todos los días, que yo no sé cuántos de los que vi en Miraflores se las calan, los precios, que desde que se aprobó la ley de precios justos ya no podemos saber cuál es el precio justo que debemos pagar porque no está escrito en ninguna lista, ni sobre los productos, ni en los mercados; y que desde que se aprobó la bendita ley los precios se volvieron a disparar sin nadie a quien reclamarle nada y que pagamos derrotados con la resignación de por lo menos tener algo en la casa.  Las primeras medidas deben solucionar esto antes que nada, sino es así, aquí no ha pasado nada. La guerra económica que degeneró en guarimbas golpistas seguirá haciéndole el favor al imperio.

La clase media se encuentra a sí misma y anda como loca.

El pueblo, las bases chavistas miramos y callamos.  Seguimos al líder como nos toca.

Seguimos haciendo colas y seguimos pagando el precio que nos impongan sin remedio. Seguimos diciendo paz ante la patria amenazada.

El canto de amor y las sonrisas están leales a la lucha que se está librando, es cierto, pero sentiremos victorias cuando se derrote la guerra económica que sigue campante, cuando se derrote la guarimba y se castigue a tanto culpable, cuando la famosa comisión de la verdad económica, nos enseñe en la cárcel a los empresarios que se robaron 20.000 millones de dólares, cuando se le de poder al pueblo para asumir generación y distribución de los productos que necesitamos, cuando la autoridad sea respetada y la justicia se imponga ante todas y todos los golpistas. Entonces, quizá entonces, tendremos paz en Venezuela.

 

A un año de tu vuelo Chávez, deberás iluminarnos en este camino, solo el pueblo salva al pueblo.

 



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Raúl Bracho


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