Leopoldo huye, María Corina crece y Capriles se diluye

Luego del estrepitoso fracaso en la reciente movilización opositora identificada como “La Salida” y los lamentables hechos de violencia que todos condenamos, se confirma el auto de detención contra el dirigente opositor Leopoldo López por su presunta participación intelectual en los mencionados sucesos. Ahora López sale del juego político y debe decidir entre permanecer fugitivo o entregarse a la justicia. Mientras tanto, muchos cuestionan a la diputada María Corina Machado Parisca por esa propuesta de salir a la calle que ha hundido a Venezuela en un conflicto traumático innecesario y que adicionalmente ha significado un gesto desafiante contra el liderazgo hoy menguado dirigente de la oposición Henrique Capriles Radonski, pues como se sabe el viajero gobernador de Miranda tajantemente se negó a respaldar dicha jornada de protestas y asambleas de ciudadanos en todo el país.

Todo indica que ese infeliz experimento político de “La Salida” fue más bien un laberinto y desde el principio tenía plomo en el ala debido al sabotaje y mezquindad de Capriles. Era de esperarse la poca asistencia de personas al acto y ello también ha logrado salpicar a Leopoldo López, otro que abiertamente aspira surgir como el sustituto natural del caprichoso ex candidato presidencial. Seguramente Capriles tiene el sol en la espalda y sus días están contados como jefe de la MUD, porque su conducta vacilante al asistir a la reunión en el Palacio de Miraflores ha dejado estupefactos a quienes creyeron su prolongada historieta de un supuesto fraude en las últimas elecciones presidenciales.

Entonces, luego de tantos brincos y saltos que sólo reflejan ignorancia sobre los principios de la estrategia y la táctica política, quizás sea mejor retomar las reflexiones sobre la Machado, seguramente la figura más inteligente de las tres antichavistas que hasta ahora hemos nombrado. La acusan de ser extremista y radical, por consiguiente una traba para la política populista de la MUD que procura mostrar una imagen de sensibilidad social que se parezca al Chavismo, al menos en la superficialidad. Sin embargo, a pesar de las furibundas críticas, ella no es la única personalidad de ultraderecha en el cogollo antichavista, aunque tal vez sólo ella es la que asume frontalmente su ideología.

Si algún valor tiene el defender ideas con franqueza, así sean las más contrarias a las nuestras, debemos decir sin vacilación que nadie con mayor empeño que María Corina ha alzado la consigna del anticomunismo contra la Revolución, aunque ello no siempre genere los mejores dividendos electorales en la multicolor constelación opositora.

Haciendo comparaciones, esta respetable dama oposicionista actúa al estilo de Sarah Palin, ex gobernadora de Alaska y ex compañera de fórmula presidencial de Jhon McCain en 2008. Es así porque la Machado está curtida en el histrionismo frente a las cámaras de televisión y aprovecha cada situación problemática que acontece en el país para culpar al Gobierno Nacional, todo como sistemática propaganda para debilitar la reputación de las instituciones. La línea de la Machado es más coherente que la de Capriles, pues nadie imagina una María Corina desaliñada acudiendo al Palacio Presidencial a solicitar clemencia o proponer bandera blanca.

En cualquier circunstancia y muy a pesar del machismo latinoamericano que predomina en la MUD, no sería sorpresa que Machado sea quien, en corto o mediano plazo, sustituya a Capriles como figura principal de la MUD y futura candidata presidencial opositora. Evidentemente la Machado cumple con el requisito esencial para aspirar a tan altas posiciones, debido a su notoriedad a nivel nacional e internacional desde que su organización SUMATE apareció en el escenario político electoral.

Desde esa época, para el ala más radical del antichavismo, la Machado ha sido una referencia obligatoria, pues en su discurso sobresalen las estridentes y polémicas denuncias anticomunistas contra el Estado venezolano, las presuntas prácticas totalitaristas, la falta de división de poderes y por si fuera poco: la existencia de presos, perseguidos y segregados políticos. Ciertamente al identificar a quien, para bien o para mal, jamás hará favores al diálogo de la rendición o la despolarización política, sin duda María Corina es la referencia.

Finalmente, en este contexto de radicalismo, ninguna conducta pudiera resultar inesperada en una figura que jamás ha ocultado sus pretensiones de volar muy alto en la política nacional, sobre todo desde que se convirtió en la primera dirigente oposicionista en reunirse oficialmente con un presidente estadounidense (George W. Bush) y que parece exhibir como principales credenciales: juventud, estética, temple y arraigo en la nueva derecha venezolana. Con la Machado, la posibilidad de “La Salida” en 2014 sigue latente.



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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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