_ ¿Qué de la temperatura del enfermo (el escualidismo)?
_ ¡Va en ascenso, parece que Aveledo abdicó a jefaturar la MUD!
_ Anjá, es seguro que entonces la Infanta Maríalaloka podría sucederle.
_ Tas pelando, ahí la vaina está jodida, el atajaperros (y perras también) está prendío, parece que Capreko y López (del dúo capoldo) ya se están echando cuchillos entre sí, y eso no es todo, otras babillas de ese mismo charco andan chingas por silbá e inclusive el Vampiro Ledezma anda orondo.
_Bueno, respecto a ese bicho cualquier información es llover sobre mojao, Ledesma es puro caliche; por cierto, y a propósito, recuerdo cuando los abajo firmantes andábamos a comienzo de la década de los sesenta con un potecito de sapolín y una brocha para pintar en cuanta pared era posible, esas dos letricas “RR” que tanta muerte ocasionó a nuestras filias, por culpa de Ledezma y de su banda.
El Vampiro es de muchas reporquetas porque viene de la escuela de Rómulo Betancourt, el que solía decir a sus esbirros que “disparen primero y averigüen después”.
Valga aclarar que los disparos del betancourismo iban contra nosotros (los abajo firmantes) por oponernos a la entrega del país al imperialismo norteamericano y para entonces Ramón Guillermo Aveledo, junto con otras alimañas políticas, no estaba precisamente chupándose el dedo sino matando a gente del pueblo; Aveledo (COPEI) y el Vampiro (AD) son curruñas de vieja data y esa gente es tan obstinada que no renuncia a la maldad sino que cambia de disfraz pero en el fondo no son menos ni más que uña y sucio.
“Yo no renuncio ni me renuncian” (Betancourt) y “Rolo a rolo y tolete a tolete contra los facciosos (así nos llamaban)” (Caldera) son doctrinas de esos dos “angelitos” El Vampiro y Aveledo.
¡Ojo con esos dos tipos -Aveledo y el Vampiro- porque son la zurraspa del bipartidismo ADECOCOPEYECO.
Otan:
Los abajo firmantes somos los campesinos y pescadores, especialmente.
