Amanecerá y veremos

Quienes creen o pretenden hacernos creer que el gobierno, en manos de Maduro y con Chávez muerto es débil y fácil presa de los planes desestabilizadores se equivocan de medio a medio, basta revisar los hechos y reacciones del presidente obrero, cada vez que la derecha ha planteado estrategias tendentes a desestabilizar y crear climas de ingobernabilidad.

Desde los hechos del 14 de abril en la noche y siguiente día, fue contundente al ordenar a los organismos policiales y exigir a los judiciales vale decir Fiscalía y órganos del Poder Judicial, agilizar las investigaciones para meter a la cárcel a los autores materiales y no tuvo miramientos para señalar al autor intelectual quien como sabemos no hizo lo que hizo de manera encubierta, sino que en una muestra más de su brutalidad utilizó los medios de comunicación para mandar a matar con todo un pueblo como testigo.

Posteriormente de forma contundente, prohibió la marcha que pretendían hacer los subversivos a Miraflores, obligando al quien ridículamente se autoproclamaba Presidente a recular en sus pretensiones.

Como todos sabemos desde hace meses y en una repetición de la estrategia de la derecha, cada vez que hay elecciones, se usan las armas del desabastecimiento, el acaparamiento y el alza de precios de manera escandalosa y con una fuerza inusitada han logrado a lo largo y ancho del país crear zozobra y efectos, las más de las veces magnificados, por los medios que en su mayoría están resteados con la prácticas de la contrarrevolución.

A todas estas la estructura oficial lamentablemente no tiene la capacidad para poder cubrir todo el espectro económico que tiene que ver con el desenvolvimiento de los medios de producción que en su mayoría lamentablemente se encuentran en manos de inescrupulosos que ya en abril del 2002 mostraron de lo que son capaces y sin embargo fueron derrotados, cuando estábamos bastante peor que ahora y aun sin la consustanciación, que la Fuerza Armada hoy tiene con el proceso y un pueblo que también de manera heroica resistió y logró superar, quizá el más duro ataque que un gobierno puede recibir de sus enemigos opositores.

Esta vez no está Chávez quien demostró ser un estratega excepcional que logró lo que nadie creyó que fue derrotar en circunstancias adversas y sin violencia el terrible golpe que dejó nuestra economía casi en cero.

Hoy la historia pretende repetirse pero con circunstanciaos no tan desfavorables como esa vez cuando le toca a Maduro demostrar que es un digno heredero del gigante y que asimiló sus enseñanzas al máximo. Está dando la lucha que no es nada fácil, está tomando medidas puntuales, la última sin que le temblara el pulso ni la voz, apelando al derecho de Soberanía que tiene como obligación defender, y echó a tres funcionarios de la embajada gringa que conspiraban abiertamente, en una demostración, al menos anímica nacional e internacionalmente, de fortaleza institucional.

Es una verdadera guerra y cuando eso sucede no se puede prescindir de ninguna estrategia que permita ganarla, bien es sabido que el gobierno gringo no se resigna después de casi 15 años de revolución, con perder una de sus colonias más preciadas y que figura como primera de este continente, por ser fuente de riquezas que le son de enorme necesidad para poder mantener su hegemonía y al no lograrlo entra en abierta conspiración valiéndose del lacayismo apátrida interno, que nunca falta y que aquí se viste de amarillo y con los enormes recursos que les entregan, tienen dominada a toda la oposición que se ve obligada a plegarse, o por lo menos a cruzase de brazos ante el temor de no poder sobrevivir, pues como sabemos la mayoría de ellos son políticos profesionales y no otra cosa, y son presa fácil para dejarse comprar su conciencia por cualquier puñado de dólares.

La guerra está en pleno desarrollo, de lo que logre el Gobierno para derrotar los ataques que en varios frentes plantea la contrarrevolución, dependerá que el 08 de diciembre sea calificado positiva o negativamente por el pueblo votante, las acciones de esta guerra han logrado más protagonismo incluso que la lucha en el campo electoral, por ello el pueblo va a apostar, como en una pelea de boxeo por quien considere está demostrando más fortaleza y argumentos para ser el triunfador, es lo que se siente en el ambiente, lamentablemente hay que ser realista, y aceptar que aun los aspectos doctrinarios e ideológicos no han logrado arropar a la mayoría, como para sentirse seguros de que circunstancias distintas a esas fortalezas primen en el momento fe decidir.

Por ello es crucial el tiempo que queda para esa fecha emblemática, el gobierno tiene que actuar con todo rigor y con la fuerza de la Ley y una de las cosas que tiene que hacer es lo que ya muchos han repetido, del presidente para abajo: mano dura comenzando por llevar ante la Ley al autor intelectual de las muertes y otros hechos del 14 de abril quien anda suelto y desbocado en sus ínfulas de prepotencia y claro reto a la institucionalidad y por otro lado detener a quienes están abiertamente sumados a los hechos desestabilizadores, quitándole los privilegios, llámense licencias de importación, permisos de funcionamiento, judicializándolos y mostrando sus rostros al pueblo para que sepa quienes son sus enemigos que han llegado hasta el extremo, entre otras cosas, de privar a los niños de la patria de su alimento vital

Amanecerá y veremos


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Saúl Molina Z.


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