¡Ah dirigentes pa bolsas!

Que me perdone Teochoro por robarle uno de sus adjetivos favoritos.

La cuestión es la siguiente:

1) A la caída del imperio soviético, el mundo pasó a ser dominado por el conjunto de naciones más poderosas económicamente del mundo para ese entonces, y que se conoció como el grupo de los siete.

 

2) Sin embargo, en el espacio de los últimos 25 años esta situación ha cambiado dramáticamente, ya que han emergido cuatro naciones conocidas como BRIC (Brasil, Rusia, India y China) con una fortaleza económica tal, que han desplazado en poderío a la mayoría de los países del mencionado grupo de los siete.

 

3) Esta situación ha originado una nueva guerra fría, impulsada por las potencias en decadencia de occidente, que por tratar de conservar sus áreas de influencia en los países del Tercer Mundo, sus "cotos de caza", han buscado impedir que estos alcancen la soberanía política y económica que les permita negociar libremente con el resto del mundo. Para alcanzar ese objetivo han provocado guerras civiles como en Libia, Siria, Sudan, Costa de Marfil, o golpes de Estado como en Paraguay, Honduras, Benin, Ecuador, Bolivia, etc.

 

4) Venezuela no podía escapar de ese escenario, y así hemos visto como, para alcanzar sus propósitos de dominación han utilizado a sus agentes locales (los medios, los sectores económicos, etc.) para llevar a la sociedad entera de nuestro país a una polarización, que estuviese signada por el odio y la intolerancia, al punto que hoy presenciamos una nación prácticamente dividida, todo ello buscando una confrontación armada que les permita intervenir. Siendo lo más grave, que hemos llegado al extremo de que no existen elementos sociales que puedan servir de colchón entre ambos grupos para evitar una guerra civil. En efecto, todos los actores sociales que normalmente asumen ese papel, como por ejemplo la jerarquía eclesiástica, las universidades nacionales, los medios, los colegios profesionales, etc., están identificados, en su gran mayoría, con las tesis del fascismo neocolonial.

 

5) Ni siquiera ese papel de mediador lo pueden asumir los organismos internacionales tradicionales como la OEA, ya que ellos se han manifestado a favor de los imperios decadentes, y por otra parte, aquellas instancias que han surgido como consecuencia de los sueños de unidad de los pueblos de América Latina, como UNASUR o el ALBA son rechazados y odiados por esa canalla fascista.

 

6) Sin embargo quedaba una institución que por su prestigio y trayectoria todavía podía asumir ese rol, que era el Consejo Nacional Electoral.

 

7) Conscientes de ello, los imperios decadentes le ordenaron a sus miserables lacayos locales (Miguel Enrique Otero, Enrique Capriles, Henry Falcón entre otros) destruir esa imagen, al punto que hoy nos encontramos con un país polarizado, resentido y sin ninguna instancia que pueda detener la carrera hacia la guerra civil.

 

8) Esta situación se había venido evitando en el pasado por la hegemonía mayoritaria del chavismo, que de por si neutralizaba esos intentos. Las elecciones del 14 de abril borraron esa realidad y hoy esa hegemonía nos existe, a pesar de que con toda seguridad, cientos de miles de los votantes que el fascismo le robo al gobierno hayan vuelto al redil chavista al conocer de cerca las hediondas fauces del fascismo, mostradas en los días siguientes a las elecciones. Además, el genio de un estadista como Chávez había impulsado la creación del ALBA como forma de tener un conjunto de naciones con tal poder que pudiese garantizar la neutralidad ante esta nueva guerra fría, y que ayudó a frenar esos intentos.

 

A mi manera de ver, y ante el punto de honor inamovible fabricado artificialmente por el Departamento de Estado de hacer un escrutinio manual, el cual está prohibido por nuestra constitución y que amenaza desembocar irremediablemente en una guerra civil tipo Siria, que permita la intervención militar de los imperios decadentes, solo veo tres caminos:

 

a) Que el PSUV debilite el poder del fascismo afincado principalmente en las clases medias del país, y que mande al cesto de la basura esas estúpidas y podridas tesis estalinistas que sostienen que las clases medias son enemigas del proceso. Y son estúpidas, por que los sectores medios conforman la mayoría numérica de nuestro país. En otras palabras, que el PSUV se convierta en un partido poli-clasista, en su doctrina y en su lenguaje, de tal manera que represente a la mayoría del país. Es decir, que se sacuda esa ridícula tesis estalinista de ser un partido de "obreros y campesinos". En Venezuela no podrá triunfar ningún proceso de cambio sin el protagonismo también, de los sectores medios, especialmente de sus sectores medios y bajos.

 

Sobre este punto quiero comentar lo siguiente: Las revoluciones que han triunfado, lo han logrado por representar los intereses de las mayoría de la población, como Mao con su revolución campesina; como Lenin con su tesis de la paz con Alemania; como Bolívar con sus anhelos independentistas; como Zamora representante del campesinado; la de Ho Chi Min luchando por la independencia, etc. Por otra parte, la historia tiene un verdadero cementerio de revoluciones fracasadas por tener lideres que trataron de enmarcar su acción en sus estrechos límites del fanatismo, desdeñando las realidades sociales de sus países, como las Luis Carlos Prestes en Brasil, el intento del che Guevara en Bolivia, las insurrecciones de los años 60 en Latinoamérica, el intento de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht en Alemania, las de Bela Kun en Hungría, etc. Venezuela no será la excepción. El heroísmo sin una tesis política correcta es inútil.

 

b) O que surjan nuevas organizaciones políticas que capitalicen las simpatías de los sectores medios, arrebatándoselos a las huestes del fascismo. Creo que gente y líderes capaces para ello los hay. Es que los sectores medios son imprescindibles para  alcanzar las metas de desarrollo económico y social que precisa el país.

Y hay una base histórica para ello: Esos sectores siempre han sido revolucionarios. Todos los movimientos progresistas y anti-imperialistas del siglo XX en nuestro país fueron protagonizados por estas clases. Desde el sacalapatalaja, hasta la lucha armada de los años 60, pasando por la famosa marcha de los pendejos. Solo que en esta vez sus dirigentes tradicionales, quizás cansados, quizás comprados, o victimas de su cobardía e ignorancia, han volcado su frustración en contra de las tesis humanistas y han terminado arrastrados vergonzosamente detrás de una oligarquía neoliberal profundamente egoísta e inculta.

 

c) O que, sencillamente, nos hundamos en el lodazal de la violencia social y de la guerra civil, permitiendo que se cumplan los deseos de neocolonizacion de los imperios decadentes, y todo gracias a unos cuantos bolsas e ignorantes que se pretenden abrogar la dirección del país, sin tener ni la mas mínima calificación para ello.

 

Si se llega a dar este conflicto, será muy largo, ya que el pensamiento humanista de Chávez está sembrado en el corazón del pueblo, y si el fascismo llegara al poder, más temprano que tarde tendrá que desmontar las misiones chavistas, porque sus amos de los imperios en decadencia no van a permitir un modelo de distribución social de la riqueza que esté en contra de esa tesis contra natura del neoliberalismo que tiene el egoísmo como razón de ser de su existencia y que pueda servir de ejemplo a los demás pueblos.

 

Algo así paso con Perón, quien fue derrocado en 1955 y su pensamiento de justicia social todavía está vivo en Argentina, al punto que el partido gobernante es el peronista.

cedallmeier@gmail.com



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Carlos Enrique Dallmeier


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