Capriles es un grandísimo irresponsable

Quiero comenzar mis comentarios con un llamado a la reflexión de los sectores que apoyaron a Nicolás Maduro, y a todos aquellos que pusieron en juego el nombre del Comandante Supremo Hugo Chávez Fría, y lo que él encarnó durante 14 años de revolución durante el proceso eleccionario de éste 14 de abril.

Es inaceptable lo que acaba de ocurrir, venimos de un triunfo el 7 de octubre, luchamos contra un imperio mundial que no acepta disidencia social a sus intereses, representado en nuestro país por un insípido personaje fascista llamado Henrique Capriles Radonsky, y quien acaba de sacar las garras de nuevo cuando se ve derrotado. Abrirle espacio a esa corriente política, significa tirar por la borda todo los logros que Hugo Chávez acumuló durante años, sin importarle sol, lluvia, calor, hambre, trasnocho, luchar contra adversidad, contra los más oscuros intereses internacionales, además, aguantar el saboteo permanente de todas las instancias de la economía, tanto nacional como internacional, así como, ofrecerle la oportunidad a la derecha venezolana para que nos volviera a patear como lo vinieron haciendo durante 40 años o más.

Es inaceptable entender como en horas una tendencia favorable sucumbe ante un adversario que con mentiras neutraliza la intención de votos del chavismo, eso no lo puedo creer, y es cuando me pregunto, ¿Qué pasó señores? ¿Qué no nos gustó de Maduro para sustituir a Chávez?, a lo mejor lo pudimos pensar, pero, ¿Qué hubiera pasado si triunfa esa derecha recalcitrante apátrida y entreguista?, pues bien, estaríamos lamentándonos por no haber cumplido el mandato que nos encomendó el Comandante. Esa situación, o respuesta que dimos durante el proceso electoral del día de ayer, que por demás está decir, no fuimos leales al pensamiento bolivariano, sino que, pensamos más en el bolsillo y en el estómago, que en la patria, es decir, 14 años de vivencia ciudadana real estuvieron a punto de esfumarse de manera irracional. Que dejamos de votar marcando abstención por la no presencia de Chávez como candidato, que carajo importaba que no estuviera él, lo que si importaba era la manifestación de agradecimiento y lealtad a una obra magistral de un hombre que dejó su alma porque todos viviéramos mejor, que fuéramos unidos y grandes en el pensamiento, y en la acción como nación libre y soberana.

Venezolana, venezolano, que se le ocurrió darle el voto a Capriles, que poca calidad tenéis, seguimos demostrando debilidad ante el adversario. Bajar nuestra votación de manera dramática puso en riesgo la estabilidad de la patria, puso en la cuerda floja a millones de seres humildes que se benefician con programas bandera de la revolución, allanaron el camino con una alfombra roja para quienes nos odian, de igual forma, sembraron un halo de duda en las filas del chavismo. “Maduro no es Chávez”, era el lema que se lo escuché a más de uno, ¿Y cuál es el problema?, acaso Chávez era Simón Bolívar, sabemos que no, pero su legado representaba la extrema relevancia de seguir un ideal, de sobreponernos a tanta desidia gubernamental que durante años sumió al pueblo a la más cruenta miseria y abandono, sin contar los desatinos de una clase política enmarcada en proteger a los poderosos. Todo eso se jugó ayer, pero, pareciera que todavía seguimos creyendo en el cuento de la Caperucita.

Inaudito que un personaje que dedicó su campaña a llamar “Enchufados” al pueblo, lograra esa votación, nos faltó la determinación de asestarle el golpe fulminante que acabara con su carrera política, y dejara de seguir engañando a sus seguidores, quienes se creen seres superiores, y se dan a la tarea de maltratar a nuestros atletas, a nuestras glorias, sólo por el simple hecho de no creer en sus mensajes y planes, así como en su filosofía. Lo que faltó ayer fue invitarlo al Balcón del Pueblo para que celebrara su triunfo, pasearlo por el Cuartel de la Montaña, llevarlo a Puente Llaguno, sentarlo en el Salón Ayacucho sin el cuadro Bolívar, invitarlo al Panteón Nacional para que besara el Sarcófago del Padre la Patria, y dedicara su triunfo a Hugo Chávez…sólo eso faltó.

Así mismo, y esto que quede como recordatorio a la carrera política de Capriles, y para que no se nos olvide quien es ese señor, el estado Miranda tiene dos períodos con él al frente, nada se conoce de lo que hace, ninguna obra visible existe, no rinde cuenta a la Asamblea Legislativa, se separa de su cargo dejando a su secretaria mientras compite por la presidencia, luego al perder vuelve con su cara muy limpia, se ha dedicado a maltratar a sus trabajadores, se coloca al lado del Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica para torpedear los intereses venezolanos, utiliza a personajes especialistas en guerra sucia para mal poner a sus adversarios, gasta dinero en apartamentos millonarios sin explicar donde lo obtuvo, recurre al chantaje político con mucha frecuencia, es un mentiroso compulsivo, se disfraza de ovejita para engañar, ofrece cosas de manera incoherentes a sabiendas que no las podrá cumplir, además, pone en riesgo la seguridad del Estado venezolano cuando desconoce a sus instituciones, con el agravante de someter a sus seguidores a una confrontación con el chavismo por sus apetencias particulares, por supuesto, siguiendo lineamientos foráneos, e internos del gran capital para recuperar lo perdido durante 14 años.

Ahora bien, estamos ante la presencia de un Gran Irresponsable, desconocer los resultados electorales de la manera como lo hizo, debe levantar en las fuerzas armadas bolivarianas, en el pueblo chavista, en los cuerpos policiales, un alerta máxima que no permita ningún desenlace fatal, o para evitar enlodar un proceso histórico que definitivamente marcará el inicio de una profunda reflexión de las fuerzas del chavismo.

Capriles no es nadie, es un ser marioneta de un sector pudiente que quiere echarle el guante a los grandes recursos de la nación recuperados por nuestro líder supremo Hugo Chávez. Tenemos frente a nosotros un gran reto, Nicolás Maduro debe borrar cualquier indicio de ineficiencia, corrupción, abandono, desigualdad, atropello, y crear la conciencia necesaria para hacer de Venezuela un país digno de no haber elegido a Capriles, el cual, intentará pedir un referéndum en 2 años, todo eso mientras sigue pataleando a ver si el CNE le reconoce su supuesto triunfo. En un juego se gana, o se pierde, esta vez no ganaron, tampoco le podemos dejar espacio para que lo hagan. Un hipotético triunfo de esa gente significaría borrar del mapa el ideal de Chávez, eliminar de un plumazo todo cuanto se haya hecho por parte del chavismo, revertir la Constitución Bolivariana de manera tajante, y por si fuera poco, estaríamos avalando el Golpe de Estado de 2002, sin contar la persecución implacable que se iniciaría contra los funcionarios públicos aduciendo cualquier delito que se les ocurra, generando un enfrentamiento revanchista por el odio acumulado durante años. El Potro Álvarez es un claro ejemplo de lo que digo, ayer, un grupo de sifrinos indeseables atropellaron a un joven deportista, y ahora músico, quien ha sido un ejemplo para muchos por su valentía en un campo de pelota, pelotero insigne que lo dejaba todo en un campo de béisbol, pero, por pensar distinto a ellos, es llevado a lo más cruel de los vejámenes, sin dejar de un lado las consecuencias penales que se pudieron haber presentado en caso de haber habido una agresión peor. Alejandra Benítez, gloria nacional, abanderada de nuestra delegación en competencias internacionales, atleta de alto rendimiento, diputada de la república, igualmente fue agredida por una turba de desadaptados que no terminan de entender la importancia de que la patria es de todos, siendo la paz la palabra más relevante para lograr la sana convivencia. El pensar distinto, el no congeniar con esa derecha recalcitrante y aburrida, no le da derecho a esa gente para atropellar a nadie, u obligarnos a plegarnos a sus intereses nefastos.

El discurso agresivo del candidato perdedor Henrique Capriles, es un claro ejemplo de lo que es la intolerancia. A ese líder frustrado, poco le importan los muertos y heridos que se han producido sabiendo que sus palabras se convirtieron en detonante para aquellos que añoran la época de las Guarimbas, o para los promotores de los Paramilitares que pretendían asesinar al presidente Chávez…ese candidato es el mismo que prestó a sus policías de Baruta para darle protección en la Hacienda Daktari a esos colombianos que violaron nuestra soberanía, la cual por cierto, a Capriles le importa un bledo.

Bastaba con verle la cara a los personajes grises y desgastados que rodeaban al candidato perdedor, todos, absolutamente todos, eran el claro ejemplo de una clase política que ha vivido toda su vida a costillas de los empresarios, de los recursos del Estado, de las dádivas que aporta los Estado Unidos para desestabilizar naciones, y nada más verlos en esa actitud de arrogancia, y ya para finalizar, es que no puedo aceptar que hayamos deslizado votos para esa corriente anacrónica y desahuciada poniendo en peligro a la revolución.

Para colmo, hoy 17 de abril se presentaron ante el CNE emisarios del Comando Antichavista con una opinión distinta de la que originaron la violencia, la cual ahora tratan de responsabilizar al gobierno…siempre terminan igual, “yo no fui”, “no quise decir eso”. Vimos al Sr. Ocariz, presentar documentos que no expresan nada que se le parezca a una impugnación por un fraude que cacarearon durante horas e hizo exacerbar los ánimos de sus seguidores quienes buscaban que alguno de ellos le diera el impulso directo hacia una violencia contra sus hermanos venezolanos.

El “señor” Ocariz, según pude evidenciar demostró una actitud muy distinta a la que tenía el domingo en la noche cuando se encontraba en su comando fascista, ahora, llega como la ovejita para solicitar una investigación en base a unas supuestas irregularidades que ellos lograron determinar. Que bueno hubiera sido que ese domingo en la noche sus expresiones no tuvieran el odio que han marcado sus actuaciones durante 14 años al frente de una oposición que no termina de entender que los venezolanos no estamos en capacidad de seguir soportando sus inmadureces que producen enfrentamientos constantes en las familias, amigos, vecinos, dirigentes, y extranjeros que conviven con nosotros. Que triste verlos ahora en esa actitud, ¿Qué pensarán los familiares de los muertos, y de los heridos por esa actitud irresponsable?.

Ojalá el Ministerio Público utilice todos los recursos legales que nuestras leyes permiten para aplicar la norma de manera eficiente, sin dilación, sin impunidad, desmontando de una vez por todas esos focos de irracionales que quieren convertirnos en centro de atención mundial como campo de guerra para satisfacer al Departamento de Estado, así como para servir de comparsa al Señor John Kerry en su campaña contra nuestra patria.

Otro duelo nos vuelve a unir, ya vivimos con mucho dolor la muerte de nuestro presidente Hugo Chávez, pues bien, eso no bastó, 8 venezolanos más mueren en manos de esta gente que no ha logrado superar la frustración de 17 derrotas en 14 años.

dayilegon@gmail.com


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