El 14 de abril el pueblo responderá a cada ofensa contra Chavez

El 7 de octubre del año pasado Chavez ganó las elecciones presidenciales, el pueblo feliz demostraba una vez más que estaba comprometido con el Programa de la Patria presentado por su líder. En la nueva victoria, se perfeccionó la organización de las Unidades de Batalla Carabobo, se realizó el 1x10 de carne y hueso. Yo estaba feliz porque tenía mi 1x15. Salimos a votar, y todo el pueblo decidió quien mereció guiar al país. Chavez victorioso otra vez, invicto, y el mundo entero tenía que ver con sus aplastadntes victorias, quién era Salas Feo?, quién era Manuel Rosales?, quién era Capriles?, quien era Irene?, ah sí, una mis universo. Sin embargo, en más de una ocasión, en reuniones con ministros, alcaldes, gobernadores y con el pueblo, alguien llegó a preguntar con temor, qué pasaría cuando Chavez no esté físicamente liderando la revolución. Algunas respuestas difusas, incluso pesimistas, pero al final, el miedo era descubrir que Chavez pudiese haber arado en el mar, que todo era una ilusión, un sueño. Y ese miedo, presente en la autocrítica de algunos revolucionarios se fue disipando por un factor determinante que actuaba en las horas de mayor incertidumbre con la sabiduría y la paciencia de Dios, el pueblo. Los días de abril del año 2002, la oposición se burlaba, con sus argumentos muy cultos e hipócritas, justificando el golpe de estado. Aparecían en los medios y el júbilo les hacía vanagloriarse de todos los delitos cometidos. Y el pueblo, en el momento perfecto, con la sabiduría y la paciencia de Dios, les dio una patada de Miraflores y rescató a su presidente Chavez, que no había renunciado como dijeron los medios, y que lo tenían secuestrado en complicidad con los medios. El pueblo fue determinante, como lo fue el 7 de octubre. El pueblo le dijo a Chavez una y otra vez, sigue luchando que estamos contigo.

Pero Chavez enfermó, todavía sin esclarecer las causas de su enfermedad, y el miedo afloró de nuevo, pues por palabras del mismo comandante, existía la posibilidad de morir. Todos nos aferramos a su digna lucha por la vida, a su heroico esfuerzo por trabajar mucho más, buscando la eficiencia por los errores cometidos. Y en todo el país estudiamos su programa de la patria para no descuidar el rumbo. En su último discurso, Cahvez dijo, ¡Tenemos Patria! y cuanto nos ha costado. ¨Patria tuya es mi vida, patria tuyo es mi amor¨, fue la última frase que le escuché, se despidió y acompañamos su lucha respetando la privacidad del líder con su familia. Y lo que no se atrevían a decir los medios, se dijo en las redes sociales, esas ingenuas personas que debaten sin dar la cara, y escriben cualquier miseria porque saben que es un mundo virtual, desearon la muerte de Chavez, y la siguen deseando, porque necesitan que el pueblo odie a Chavez, anhelan que el pueblo se olvide de Chavez y lo recuerde como un corrupto para que puedan darle el voto a su candidato, cualquiera que fuese, pues no se trata de Capriles ni de los tantos olvidados, cualquier cosa sirve para ser candidato de la oposición con tal y pierda Chavez. Aun después de su muerte, Chavez es el hombre a vencer.

La coyuntura nos trajo a este candidato derrotado, que por no tener capacidad de pensar ni de oratoria, repite lo escrito en las redes sociales, confiando en que será la voz de la oposición. Pero la oposición es contradictoria, algunos anhelan reconciliación, piden que nos entendamos y manifiestan respeto por el dolor de los seguidores de Chavez, luego se burlan de todo, porque se sienten los cómicos virtuales, los irreverentes idiotas que llaman la atención por sus disparatadas ocurrencias, pero que jamás se atreverían a hablar en público ante el pueblo. Otros opositores rebuscan su lenguaje para lucir su academicismo como una prenda de vestir, argumentando bien sus insultos para que los chavistas se los agradezcan. De allí las absurdas contradicciones de Capriles al insultar a la familia del presidente Chavez, para luego decir que viene a unir a todos los venezolanos y presentar sus respetos a los familiares del comandante. En su insólita intervención, desconoce al TSJ, al CNE, la Asamblea Nacional, las Fuerzas Armadas, la Presidencia de la República, dice que todos sus representantes son una vergüenza. Pero él asumirá la lucha por el país y la reconciliación. Lo más patético, es cuando dice que respeta el dolor de los chavistas, pero luego dice que todo fue un show, que Chavez murió en Cuba y todo el mundo fue cómplice de un circo, incluso la familia del presidente. Remata diciendo, Chavez no está, nada que hagan se los devolverá, y sonríe. Y yo me preguntó, que pensará el pueblo de esos comentarios. Una cosa es dejar comentarios locos en redes sociales, donde no tienen necesidad de sustentar nada de lo que afirman, es un debate virtual donde te eliminan si te pones necio. Otra cosa es la realidad, salir a la calle y convencer a un pueblo de lo que dices, y que ese pueblo vote por el abanderado de esas ideas. Pasan los días, y el pueblo sigue haciendo cola para ver a su comandante. Chavez es un pueblo armado y consciente. El pueblo es sabio y paciente, el 14 de abril volverá a salir, prepárense, porque ninguna de esas ofensas y chistes de mal gusto se olvidarán.

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David Javier Medina


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