Por estos días la estrategia de la Mesa de la Unidad Democrática se hace cada vez más clara: Aprovechar la enfermedad del presidente para poner toda la presión mediática posible sobre los hombros del Gobierno Nacional, el PSUV y sus aliados, así como el electorado chavista a través de la matriz sobre inminentes elecciones presidenciales este año.
No es casualidad que precisamente el pasado 24-02-2013, un importante número de dirigentes partidistas que hacen vida en la coalición opositora se hayan reunido solemnemente con el publicitado propósito de designar por la vía del consenso, un candidato presidencial para enfrentar al chavismo ante la posibilidad de que Hugo Chávez no pueda continuar como Presidente de Venezuela y acontezcan las mencionadas elecciones adelantadas.
Pero no todo es color de rosa para el antichavismo orgánico, porque luego de dos duras derrotas electorales en 2012, hoy reaparecen los conflictos y discrepancias internas que se convierten en obstáculo a la pretendida certeza oposicionista de emprender en 2013 una nueva aventura política en aras de tomar el poder nacional.
No todos los personeros oposicionistas apuestan por un chavismo diezmado por la hipotética ausencia de su líder en la escena nacional, de allí que el artículo de opinión publicado este domingo en El Nuevo País, el secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, no desperdicie centimetraje en su artículo ¿Habemus Candidato? para descalificar la última campaña presidencial de la MUD y exigir que se considere un nuevo candidato a Miraflores.
El veterano jerarca socialdemócrata subraya la veracidad del sectarismo atribuido a ese partido de cuyas filas salió el último candidato del antichavismo, al mismo tiempo el texto permite comprender por qué Ramos Allup prefirió no asistir a la anteriormente comentada reunión donde estuvieron los jefes de los principales partidos oposicionistas y en la cual se asomaron los nombres de Antonio Ledezma, Ramón Guillermo Aveledo y Capriles Radonski para que uno de ellos se convierta en aspirante presidencial oposicionista en 2013.
Aunque muchos dan por descontado que Capriles Radonski nuevamente será el ungido de la así llamada alternativa democrática, lo cierto es que saldría a la eventual refriega electoral con “plomo en el ala”, dado que su candidatura no ha podido superar severos antagonismos internos que comprometen significativamente sus posibilidades. Sacar provecho del divisionismo interno oposicionista y anunciar al país la “hoja de ruta política” a cumplirse este 2013 (para hacer cesar la incertidumbre nacional), parecen ser acciones convenientes para el estamento revolucionario en las próximas semanas.
Constitucionalista. Profesor de estudios políticos e internacionales UCV.
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