“En una sociedad capitalista, donde todo el aparato del Estado está puesto al servicio de la burguesía, su importancia como órgano dirigente es muy pequeña y lo fundamental resulta hacerlo lo suficientemente permeable como para permitir el tránsito de los aprovechados y lo suficientemente hermético como para apresar en sus mallas al pueblo.”
Contra el burocratismo. Ernesto Che Guevara 1963
Estamos ante una ola de disturbios de baja intensidad que van acaloradamente aumentando a medida que transcurre el trimestre. Las actuales manifestaciones contra el gobierno por parte de la oposición (pendones aludiendo a Maduro y Cabello) en Caracas tratan de opacar las escandalosas muestras con evidencias en la Asamblea Nacional de la corrupción en Primero Justicia (Mardo-Caldera), el cruce de talanquera (Núñez) y la constante guerra mediática que tiene como meta la desestabilización del país.
Para nosotros no es extraño descubrir la corrupción en filas de los cipayos y vendepatria, ellos conforman la elite que históricamente han contribuido a saquear al país. Por generaciones han chupado la sangre del pueblo y han robado la riqueza de la nación. Que caigan como lo están haciendo es justicia y que todo el peso de la ley caiga sobre ellos.
Lo que molesta al pueblo es la corrupción y el burocratismo en nuestras propias filas, generando el peor de los cánceres en la revolución. Ver a funcionarios del gobierno socialista enriquecerse de un día para otro, sin otro motivo que la corrupción y el burocratismo (escondiendo la dinámica de la codicia y la ambición sin límites que impone el capitalismo) indigna al pueblo trabajador.
Cuando el aparato del Estado estaba al servicio de la burguesía, no era extraño ver la maniobra satánica del enriquecimiento ilícito. Pero cuando se supone que está al servicio del pueblo, y notamos que sirve a una elite del entorno del “jefe” del gobierno socialista, es otra cosa. Esto ningún chavista debe tolerar en ninguna parte. Que la derecha robe, y mienta y engañe, no es algo sorprendente, pero que los que han llegado a un cargo de poder político ejecutivo persistan con esa viciosa conducta inmoral y contrarrevolucionaria, cambia radicalmente la cosa. Y que se tape el bulto con argumentos hipócritas de cualquier índole, lleva a más corrupción, burocratismo y violencia.
Funcionarios que solo “llenan papeles, salvan su responsabilidad, y establecen la defensa escrita para seguir vegetando o para defenderse de la irresponsabilidad de otros”, los tenemos a montones de este lado. Pero eso no va a aparecer en la Asamblea Nacional. Ni lo van a señalar los medios oficiales. Cuando el gobierno establezca metodologías de administración de la economía que tengan a la inteligencia de las comunidades organizadas en articulada relación, bastará descubrir en un segundo quiénes están trabajando para su bolsillo, y quienes para la justicia social.
Corrupción para nosotros es ver los distintivos del capitalismo salvaje (objetos de consumo de la alta burguesía) en manos de nuestros propios líderes socialistas, convertidos en contradicciones ambulantes. ¿Cómo pueden hablar de justicia elementos que no pueden justificar sus bienes mal adquiridos? Y para colmo, se nos aparecen ostentando insignias de las multinacionales, marcas y productos de consumo elitesco. Nosotros repetimos, que el fascismo y sus seguidores caigan bajo las evidencias del robo, es algo normal; que miembros de un gobierno que dice ser socialista y revolucionario muestre evidencias similares ( o peores ) y se tapen porque la maquinaria político partidista así lo decide, es mortal.
Las malignas influencias de la traición a la dignidad del pueblo, deberán cortarse de raíz antes que pudran al árbol de la revolución. De lo contrario, seguiremos señalando al enemigo externo (paja ajena) y estaremos ciegos, sordos y mudos, al que nos traiciona desde adentro.
Mforti9@gmail.com
