Malas noticias a los opositores

No es querer ser aguafiestas. Volver a poner el dedo en la herida después que han pasado unos días luego de la tragedia no es sadismo, nada que ver. Tampoco voy a caer en burlas malsanas, no es mi intención.

Pero sí, tienen que volver a la realidad, compañeros, vecinos, amigos y familiares. Ganó Chávez otra vez, y a pesar de lo que puedan decir algunos muchachos que desaprovecharon los reales que sus padres pagaron por su educación en colegios caros (a juzgar por su ignorancia en materia de historia, por ejemplo) el tipo ganó limpiamente. ¿Ventajismo? Pues sí, algo como millón seiscientos mil votos por encima sin duda es una considerable ventaja.

Tendrán que aceptar tener que vivir en un país en el que puedan comprar una vivienda o un carro teniendo la posibilidad de planificar su presupuesto, ya que, por culpa del gobierno, los intereses bancarios están regulados y a los deudores no les acechan sorpresivas cuotas balón. Tendrán que acostumbrarse a que en todos los municipios del país existan núcleos universitarios. Están obligados a soportar la supervivencia en un atrasado país que supera con años de anticipación las Metas del Milenio.

Si poseen algún negocito y ofrecen sus productos al mercado, necesitarán lidiar con la contingencia de que el nivel de vida de la mayoría de la población ha mejorado una enormidad desde los tiempos en que se comía sopa de perrarina, debido a lo cual es muy probable que sus productos tengan muy buena venta. Por supuesto que sus hijos podrán estudiar en colegios privados caros, y así se podrán salvar de que el Estado les regale una computadora Canaimita y los libros de texto gratis, como sufren los niños de los colegios gobierneros.

Sí es verdad, y nadie lo niega, que usted puede ser víctima de la delincuencia, la cual funciona con la lógica capitalista del rápido enriquecimiento personal con el mínimo esfuerzo y la mínima consideración por la víctima, tal como lo hace el malandro que se sube a la camionetica para atracar y agredir pobres, o el gringo que invade países para atracar y agredir pobres o el malandro de la clínica que atraca y agrede a pobres enfermos valiéndose de su enfermedad o el banquero o el especulador que especulan pero dan trabajo, en fin… la delincuencia sigue siendo un trabajo pendiente, aunque ahí sí nos llevan una morena los mexicanos y los brasileros y los centroamericanos.

Será mejor que vayan aceptando que si se enferman el Estado les brinde cada vez más atención, incluyendo medicinas gratis para los enfermos de enfermedades graves y puedan acudir a los CDI, los centros de rehabilitación y toda la red de Barrio Adentro, que hasta Urbanización Adentro ya es. Lo más triste es sin duda la cantidad de medios masivos de transporte que se construyen simultáneamente en diferentes ciudades del país, lo que sumado a la desbordada construcción de viviendas ha estado conformando un nuevo paisaje urbano.

Por no hablar de la masificación del deporte y de la cultura, y mucho menos decir del tener que soportar que los koreanos (LOS KOREANOS) nos pidan asesoría tecnológica en materia electoral.

Claro que HAY UN CAMINO, queridos y queridas vecinos, familiares, colegas y demás. En Grecia no soportan estas barbaridades, ni en Portugal ni en España. Allá sí da gusto salir a cacerolear, como se ha puesto de moda, gritando que otro mundo es posible. Pero pensándolo mejor, tal vez sea más barato quitarse la venda de los ojos que nos ponen los medios y preguntarnos ¿no será que ese mundo un poquito mejor ya lo estamos construyendo aquí y de lo que nos quejamos es del polvo?

jaap599@hotmail.com


Maracay, 16 de octubre de 2012




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