Lobos con piel de cordero

Cada vez que la oposición venezolana recibe una derrota contundente en el terreno político o en el terreno militar, comienzan los llamados a la reconciliación; a la par que los medios enfilan sus ataques ideológicos al proceso revolucionario, por diferentes flancos: el económico, educativo, transporte, vivienda, salud y seguridad. Por cierto, el elemento comunicacional es una de las armas que no hemos podido dominar con eficacia.

El líder revolucionario, comanante Chávez, y los partidos de izquierda que lo acompañan no pueden caer en la trampa muy bien reseñada en la fábula de la Rana y el Alacrán (la Rana accede ayudar al Alacrán a cruzar el río convencida de no ser aguijoneada, pero la naturaleza del artrópodo lo domina y termina matando al anfibio); no podemos bajar la guardia, por el contrario ahora hay que dar un salto adelante para neutralizar cualquier toda acción contraria al proceso revolucionaria. El imperialismo (nuestro gran y verdadero enemigo) trabaja a largo plazo, no descansa, infiltran los movimientos populares valiéndose de ONG`s; captan líderes populares, financiando sus actividades con grandes aportes lucrativos de tal forma de ir socavando el trabajo de los revolucionarios. Nuestro gran enemigo local continúan siendo los medios de comunicación que con mayor experiencia y eficacia, moldean las mentes de la clase media, un sector amplio de ciudadanos que han experimentado movilidad social, que por naturaleza deberían apoyar (en mayoría) la revolución. La técnica utilizada es siempre la exaltación de la moral, la necesidad de restaurar los cimientos del orden amenazado, la familia, la religión, la propiedad. La ira del pequeño burgués a todo lo que le recuerda la real situación de su clase, más próxima al descenso que al ascenso, es lo que lo lleva a apoyar al candidato oligarca; no hay que olvidar que la función de la clase media es administrar el sistema productivo de la burguesía.

El resultado de los recientes comicios (07-10-2012) tiene varias lecturas, tanto en positivo como en negativo. Primero que todo se trata de una victoria contundente en lo “Geopolítico”, todo el territorio, salvo Mérida y Táchira, apoya el socialísmo que es la bandera que enarbola el Cmdte. Chávez. Lo segundo es que la oposición llevó a votar hasta los más desvalidos de salud (tercera edad en sillas de rueda), alcanzando una cifra no menos importante de más de 6 millones de votos.

En nuestro caso, la táctica del 1x10 funcionó bien (para eso fue diseñada), pero en la práctica revolucionaria, esa movilización debe darse espontáneamente, con madurez política e ideológica. A diferencia de la oposición que vota sin más argumento que el odio y el lavado de cerebro que imprimen los medios, haciéndoles creer que viven en un “régimen dictatorial y sin libertades”.

En lo personal sostengo que al menos 2 millones de la oposición puede ser rescatada de su falsa percepción y por consiguiente, debemos comenzar a aplicar la táctica del 1X10 (a largo plazo) con aquellos compatriotas que no han comprendido que el proceso revolucionario beneficia a todos los que habitamos este país y más allá, la América toda.

*Candidato al CLBEC por el PSUV.


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