Gracias al majunche

La contrarrevolución venezolana liderada por la burguesía y su representante electoral Capriles Radonski desarrolló una campaña previa al 7 de octubre que, desde su perspectiva, fue tremendamente exitosa. El mensaje diseñado por los estrategas capitalistas venezolanos y extranjeros se enfocó en hacer ver y sentir a todo el pueblo, que lo que la revolución socialista puede ofrecer nunca es superior a lo que el capitalismo ofrece. Este mensaje agrupó a sectores pobres y medios entorno a la idea del progreso y confianza en que el sistema capitalista puede dar mucho más que lo que hasta hoy ha ofrecido. La campaña electoral, al ser un instrumento de la sociedad burguesa para mantener su dominio ideológico, es el escenario ideal para que a burguesía despliegue todos sus mecanismos invisibles que logran enagenar a sectores del pueblo.

Lo que se halla oculto bajo la forma burguesa de hacer política es que el sistema socialista tiene viabilidad solo si demuestra que las nuevas fuerzas productivas son superiores a las fuerzas productivas capitalistas. La revolución bolivariana nunca podrá solucionar los ingentes problemas sociales en el marco del capitalismo  ya que el sistema cada día reproduce la miseria y el desempleo estructural. Por ejemplo, en las condiciones capitalistas, la Gran Misión Vivienda Venezuela nunca logrará acabar con el déficit habitacional de 2 y medio de unidades habitacionales, ya que este número cada día se acrecenta debido a la incapacidad del sistema capitalista para  proporcionar trabajo a toda la población activa, debido a los criterios de rentabilidad y a la búsqueda de la máxima ganacia posible mediante la explotación de la fuerza de trabajo. La revolución socialista debe partir de las condiciones reales exitentes y  tomar todos los adelantos, desarrollos cientificos y la capacidad productiva de la industria sin atenerse a su origen capitalista, ya que es una herencia del ingenio y esfuerzo de la clase trabajadora.

Pero, para realizar esta labor es necesario que esas fuerzas productivas de nuestro país les pertenezcan a la sociedad y no a la burguesía, es indispensable que el gobierno bolivariano compre, expropie, confisque o llegue a acuerdos de pagos con los burgueses para que la gran industria, los grandes bancos y latifundios pasen a manos de la clase trabajadora en nombre de todo el pueblo bolivariano. Gracias a la contrarrevolución y a su majunche hoy las masas populares tienen más claro la burguesía es engañosa y no tiene nada que ofrecer al pueblo más que miseria y paquetazos neoliberales. Gracias al majunche hoy el pueblo bolivariano está asimilando que el desarrollo y crecimiento económico del país y del pueblo trabajador es posible sin el concurso de la burguesía, y que solo necesitamos ejecutar  el plan del candidato de la patria desde una perspectiva enteramente socialista, es decir, utilizando la tecnología y la industria capitalista, bajo propiedad social, con la finalidad emprender la construcción de la sociedad socialista donde no exista la explotación del hombre por el hombre y donde las fuerzas productivas y la creatividad del pueblo trabajador estén al servicio de los seres humanos por encima de los intereses de la burguesía.

En otras palabras, los socialistas tenemos el futuro en nuestras manos, el pueblo oprimido en su mayoría ha despertado y no se ha dejado convencer por las promesas de la burguesía. Existen dos grandes retos por resolver a favor del pueblo trabajador: 1) derrotar completamente a la gran burguesía, y 2) combatir el oportunismo y la cazería de altos cargos que pueden llevar nuestra revolución al burocratismo y la corrupción.

Independencia y patria socialista...venceremos  

Delegado sindical Sintraintevep

Trabajador petrolero militante del PSUV

garcialwx@pdvsa.com



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Lucidio García


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