El Liderazgo de la nada


“El liderazgo es hacer lo correcto por educar e inspirar a un electorado, teniendo empatía con el ánimo, las necesidades, deseos, y aspiraciones de la humanidad.”
Benazir Bhutto


Esta mañana solté un suspiro de agotamiento, ha transcurrido ya una semana de las elecciones Presidenciales en Venezuela, un proceso plausible y digno de estudio. El resultado de esta febril e intensa pugna democrática, no fue sorpresivo para aquellos que lo siguieron con detenimiento y cordura emocional, pero contrario a los asiduos enfrentados irremisiblemente. Durante toda la jornada los cohabitantes de los espacios virtuales en internet volcaron todo tipo de frases, enlaces e imágenes en apoyo al candidato opositor. Este fenómeno inédito es digno de estudios para los más ávidos antropólogos, comprendiendo el reto que impone el umbral existente entre ambas disciplinas que pugna la concepción totalizadora de Bertalanffy. Buscar las claves del objeto de estudio de la realidad entre bits y bytes exige peripecias inexistentes.

El ejemplo más interesante es ”Facebook”, sus usuarios se han convertido en encuestadores, analistas, periodistas, politólogos, filósofos y hasta clarividentes. Durante casi ocho meses empresas y consultores de reconocida reputación condujeron estudios serios y representativos sobre los patrones del elector para las elecciones presidenciales, la mayoría de ellos coincidieron y los modelos formulados no presentaron desviaciones que atender. Estos análisis fueron corroborados por los resultados obtenidos y su solidez quedó demostrada cuando la oposición aceptó sin titubeos el contundente desenlace. Esto no se puede analizar de manera aislada pues detrás del enjambre de mensajes en las redes sociales está el peso de medios de comunicación y organismos irresponsables que toman la libertad de expresión como un ancla moral para sus tretas.

La efervescencia fue exponencial pero la caída vertiginosa, un microsegundo después del primer boletín de resultados, “Facebook” explotó con cualquier cantidad de sandeces, consignas apátridas, pataleos y pare de contar. Las expresiones de mayor frecuencia fueron “el futuro es nuestro”¨, “ha surgido un nuevo líder” y mi preferida “hay un camino”. En ese momento me desconecté y decidí esperar.

El día siguiente, en su rueda de prensa, el candidato Henrique Capriles mostró un viso interesante, que no fue exhibido durante su campaña. A pesar de las limitaciones en su verbo y reiteraciones, asomó la posibilidad de anotarse en el juego político, a la par que fustigó a los radicales y su letalidad al movimiento opositor. Dialogando con algunas personas se cree que la conversación telefónica con Hugo Chávez apalanco esta actitud.

El liderazgo no puede decretarse, como él lo expresó, Capriles tendrá que hacerle frente a muchos factores en el juego político que se avecina, y si no estudia e invita al juicio honesto, su futuro será una fotocopia de muchos otros negados a una realidad y al peso del liderazgo indiscutible de Hugo Chávez. A continuación suelto tres elementos y retos para la gestación del llamado nuevo liderazgo:

- La especie de unidad conformada en el bando opositor es originada esencialmente por el deseo de sacar de cualquier manera a Hugo Chávez del poder, pero una vez más hay una deficiencia en el contenido ideológico que sustentan un proyecto de cambio, que no es más que un proyecto típico de corte neoliberal . La campaña del bando opositor tuvo visos estratégicos interesantes sin embargo con los errores recurrentes de no pulsar la realidad y el contexto nacional e internacional para vincular al electorado en el autobús que promovían. Cuantitativamente el voto opositor se incrementó, demostrando que la estrategia logro calar y movilizar a su electorado, sin embargo no obedecieron a la vinculación hacia un nuevo liderazgo pero en el sentimiento antichavista y la pesadilla que para ellos representa Hugo Chávez al frente de Venezuela.

- Un liderazgo requiere de una plataforma política y la MUD no es precisamente el piso idóneo.

- El punto anterior es muy importante y pienso que la decisión de Henrique Capriles de optar por la reelección a La Gobernación del Estado Miranda, es un gran error. Primero, La Gobernación limita su radio de acción, para capitalizar los resultados lo mejor sería actuar desde un terreno más amplio, recorriendo al país, apoyando a sus candidatos, supervisando las gestiones regionales y buscando el verdadero reconocimiento del pueblo. Segundo, la probabilidad que pierda La Gobernación debe ser considerada, y dos derrotas en fila lo catapultaría a la dimensión del olvido o serviría de presa a Los Tigres inclementes de la MUD.

Al final, y colocando a un lado mi opinión, se entrevieron indicios y lógicas acertadas para gestar un liderazgo e impulsar una agenda y proyecto. El ingrediente faltante y el cual Henrique Capriles tendrá que trabajar, es el de impregnar su propuesta de un mayor contenido ideológico que vincule a un pueblo con sus innumerables necesidades, acepte el marco de cambio social que vive Venezuela e irremediablemente, gústele o no, tendrá que sentarse a estudiar …y mucho.

Los opositores de buena fe revisarán todo lo acontecido, los otros (la mayoría) insistirán desde sus posiciones irracionales a seguir con el hobby de sacar a Hugo del poder y yo entre tanto celebro porque la victoria de este proceso Bolivariano dignifica a todos los Venezolanos.

alperezyub@yahoo.com


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