Querer a Venezuela

24/09/12.-Venezuela sólo constituye el 0,4 por ciento de la población del planeta, reunida en un pequeño país subdesarrollado, cuya muy modesta presencia mundial se debe a estar situada sobre un mar de petróleo, el cual está obligado a vender para sobrevivir. No tenemos mayor peso en la comunidad internacional, ni siquiera somos los más importantes en Sudamérica. Nuestro amor por la patria, más que dedicarlo a expresiones heroicas muy alejadas de la verdad, debería centrarse en sacarla del subdesarrollo y hacerla verdaderamente independiente.

El párrafo anterior, es autoría de Luis Fuenmayor Toro, conocido profesor universitario, ex Rector de la UCV, y connotado crítico del gobierno de Hugo Chávez, lo cual no lo descalifica para nada, por el contrario, lo sitúa en la justa dimensión de lo que tanto niega la oposición; la plena libertad de expresión, además, en un medio representativo de las corrientes chavistas.

Su postura en relación con la candidatura de Capriles Radonsky, es, a mi parecer, un poco simplona, inocente tal vez, o trata de estar bien con Dios y con el Diablo. Él lo sabe, conoce los intereses que representa ese candidato, de allí a decir que Capriles Radonsky no es un peligro para la paz de Venezuela, me resulta muy sospechoso el artículo que hoy leo en Aporrea.

Capriles, Prof. Fuenmayor, es la herramienta perfecta para el Imperio Estadounidense de romper la barrera que sustenta la integración latinoamericana, y que busca de consolidar la región como territorio libre de invasiones, e intervenciones contrarias a un Estado de Derecho. Capriles no solo es el emisario del gran capital, el cual ha estado alejado de la gran manzana de color negro en estos últimos años de democracia revolucionaria. Nadie apuesta a una Venezuela retrocediendo, ellos (los opositores) hablan de progreso, de futuro, de cambio social, entonces, resulta difícil aceptar a gente hablando de progreso, cuando todos sabemos que detrás de esa candidatura está la más alta y rancia oligarquía esperando escondido para darle el zarpazo al Estado.

Organizaciones empresariales como: Fedecámaras y Consecomercio, no se sentirían a gusto con Hugo Chávez de nuevo en el poder por 6 años más, es oportuno recordarle a Fuenmayor, el alejamiento manifiesto de esos sectores con el gobierno central. Ese comportamiento irracional de los dirigentes nacionales de esos gremios, constituye una verdadera contradicción cuando de progreso se trata; quien desea progresar se arrima al árbol que da más sombra, cosa que no han hecho desde el año de 1998. Viendo el comportamiento gremial de esos señores empresarios, desnuda la real intención del inversionista venezolano, su interés no es hacer crecer al pueblo de Venezuela, su real interés, es tener a un individuo capaz al frente del gobierno central que los incorpore a la rebatiña del boom petrolero venezolano.

El Prof. Fuenmayor, nos tilda de subdesarrollados, nos coloca como pocos importantes en el mundo, nos sitúa al margen de la sociedad mundial…nuestra importancia es relativa, según él. ¿Qué dirá José Miguel Cabrera de su importancia en Detroit?, ¿Qué pensará Luis Aparicio de su bien ganado Hall of Fame?, ¿Qué pensarán los millones de estadounidenses que se benefician del petróleo venezolano?, ¿Qué pensarán los miles de comerciantes del Sur de la Florida cuando reciben los dólares de los turistas venezolanos?, ¿Qué opinarán los profesionales venezolanos que se han graduado en la UCV, y hoy ocupan puestos importantes en el mundo?. Son algunas interrogantes que surgen después de leer el mencionado artículo.

Por si fuera poco, el articulista nos coloca en una escala de países sin aspiraciones, cuando manifiesta la poca importancia que tenemos en el concierto mundial y regional. Es decir, intenta desmontar las verdaderas intenciones que tiene el pueblo con su proceso político, y asoma la posibilidad de que la república no sufriría ningún cambio en un supuesto negado triunfo de Capriles Radonsky. Por supuesto, para él, seguiremos siendo un país de atrasados, con profundas grietas sociales, con cordones de marginalidad que sirven de caldo de cultivo para seguir manipulando los escenarios electorales.

Prof. Fuenmayor, entendemos muy bien su artículo, la orientación que trató de dar, el error está en la descalificación hacia el pueblo, y decirnos que la campaña contra Capriles Radonsky no debería ser de esa forma. En otras palabras, ni Chávez es lo que aparenta ser, ni Capriles es todo lo malo que pareciera.

Capriles Radonsky no es Neoliberal, no representa al capitalismo más rancio, no tiene intenciones de acabar con el chavismo, no está rodeado de quienes colocaron a nuestro país en eso que usted llama subdesarrollo, no se encuentra interesado en ponerle la mano al Estado para abrirle el espacio que perdió Estados Unidos con el gobierno de Hugo Chávez, no aspira a gobernar para los más pudientes, su gran interés es convertir a Venezuela en un país independiente.

Chávez no es un lucero para el mundo…según usted, pero, representa la esperanza de millones de seres que jamás tuvieron voz en los estamentos que dirigen el mundo, y a días para la elección presidencial, Hugo Chávez tiene la voluntad de unir a Sudamérica de manera sostenida para lograr la verdadera independencia que usted aspira.

dayilegon@gmail.com


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