A William Ojeda le salió el tiro por UNT

En la política, “los errores se pagan tarde o temprano”, reza un proverbio, el cual,  conocemos todos.

William Ojeda no es santo de mi devoción, lo he enfrentado cuando vivía en La California Norte por su condición de “Guabino”, ahora, surge como un reaccionario en contra de una corriente derechista que nunca ha sido propia de nuestra cultura política, o por lo menos no se habían identificado. Está muy bien que alguien de sus filas salga y los ponga al descubierto, ya que muchos venezolanos no se terminan de convencer que esos dirigentes son los mismos que acabaron con la economía de nuestro país durante 40 años o más, los mismos que se lanzaron un Paro Nacional, un Golpe de Estado, un Paro Petrolero (produciendo pérdidas cuantiosas a la nación), violentaron embajadas, pusieron bombas, trajeron paramilitares al país para acabar con la vida de soldados venezolanos, así como para asesinar al presidente Chávez.  Es decir, estamos al frente de un grupo de ciudadanos que no comprenden que su tiempo ya pasó, y ahora se apoyan en un sector radical de la sociedad que no está preparado para dirigir a una sociedad como la nuestra.

Considerando que todo gobierno tiene aciertos y errores, y el pensar  que nuestra sociedad pudiera ser gobernada por gente de Primero Justicia, estaríamos entonces al frente de una hecatombe de proporciones incalculables, que, ni ellos mismos serían capaces de enfrentar de manera coherente. Es decir, nuestra sociedad no puede darse el lujo de correr esa aventura.

La oposición venezolana viene dando tumbos desde la época de Irene Sáez, figura sacada del sombrero del mago para lavarle la cara a los partidos tradicionales. Esa señora, por demás hermosa, tuvo su acierto al proponer una forma distinta de gobernar, sin embargo, sus promotores no fueron capaces de sostener ese estilo, por el contrario, vienen usando un estilo de estirpe fascistoide que ha convertido el escenario político en un ring de boxeo bufo, sin estrategias, sin estilo, sin programación, sin ponderación, sin ideas, sólo les llena la idea de acabar con el contrario por la vía del nock out, craso error de quien no tiene ni la fuerza, ni el empuje social para realizarlo. Los “nuevos” dirigentes de la mal llamada Mesa de La Unidad, no tienen la base ideológica que permita equilibrar tendencias sociales, y por ende proponerle al elector una alternativa válida que enfrente al gobierno de Chávez, y que pueda sustentar programas e ideas claras, sin trasnochos, sin ocultamientos de esquemas superados por nuestra nación. A estas alturas de la contienda electoral, nadie conoce el programa de gobierno de Capriles Radonsky, les aseguro que la única ideología de esos factores de la derecha es salir de Chávez, y luego vemos que hacemos. Una experiencia así no es provechosa para un país.

Cuando William Ojeda ocupa un espacio para discernir de la manera como lo hizo, y descalificarlo de la forma como lo plantearon los integrantes de UNT, demuestra que mi teoría se consolida, al considerar que la oposición no viene a tomar el poder para levantar del atraso (según ellos) el país, lema de su campaña electoral, sino que, la intención de esos grupos es acabar con la corriente chavista de una vez por todas. Ni Leopoldo López, ni Marquina, ni Barbosa, ni Aveledo, ni Allup, ni Julio Borges, ni Ocariz, ni Fedecámaras, Ni Consecomercio, ni la Gente del Petróleo, ni Globovisión, ni Marcel Granier, ni la SIP, ni Ravel, y tampoco Capriles Radonsky, están ganados a gobernar un país lleno de afectos a Hugo Chávez, y sus ideas revolucionarias. Es una tarea que contemplaría una progresiva campaña de exterminio, conllevaría a radicalizar los efectos de carácter policial, se mantendría, o se profundizaría la teoría fascista de maltratar a los ciudadanos que no compaginen con sus posturas sociales. Además, el solo hecho de eliminar políticas sociales exitosas (aunque no lo reconozcan), pudiera ser un detonante que desarrollaría el escenario ideal para una Guerra Civil, que permitiera la intervención de fuerzas foráneas de tipo militar y paramilitar, para controlar la insurgencia, condición que abonaría el terreno para justificar sus intenciones de erradicar todo aquello que signifique chavismo, dejando el país a merced de las grandes corporaciones, empresas petroleras, y todo aquello que represente al gran capital internacional. No olvidemos los videos que hemos visto de Capriles Radonsky y Leopoldo López, hablando en inglés de sus proyectos, promoviendo la incursión en nuestro territorio del ejército estadounidense, todo ello promovido por la cadena de noticias CNN, y la embajada de Estados Unidos en Venezuela.

Capriles Radonsky, representa el último eslabón de la cadena del Golpe de Estado de 2002, no existe un representante más genuino de la oposición que ese “joven” para aceptar el reto que el Departamento de Estado le ha encomendado. Adinerado, habla inglés, los medios de comunicación se han colocado a su lado, viene de familia judía, sus seguidores en el mundo no quieren a Chávez, los empresarios venezolanos se han rendido a sus intereses con aportaciones millonarias a su campaña, por lo tanto, estamos frente a  un fenómeno de características desastrosas para nuestra sociedad, y encima de eso, se dan el tupé de sacar un programa de gobierno de tinte Neoliberal, el cual sería la chispa  que encienda los enfrentamientos entre venezolanos, sólo un pueblo apolítico aceptaría semejante barbarie.

Valientes o no, William Ojeda, y David de Lima, han puesto el dedo en la llaga lo que representa Capriles Radonsky, Leopoldo López, Armando Briquet, y la corriente de Primero Justicia,  para la sociedad venezolana, son la esencia del radicalismo puro, el cual sueña con gobernar, sueña con abolir el chavismo, sueña con echarle la mano a PDVSA, sueña con tener bases militares estadounidense en nuestro territorio, sueña con acabar con las misiones sociales, sueña con intervenir en el conflicto colombiano apoyando a los paramilitares, sueña con acabar con todo aquello que huela a izquierda. Así mismo, William Ojeda ha descubierto los verdaderos intereses de su partido UNT, quien no ha sido capaz de someter a discusión un elemento tan relevante de la sociedad moderna, como lo es el Neoliberalismo, corriente que está acabando con la especie humana, los pueblos se rebelan contra esos paquetes que ahorcan a los ciudadanos, y estos dirigentes en vez de ponerse al lado de los más débiles, entonces, se colocan al lado de los poderosos. William Ojeda es petareño, siempre ha vivido de cerca  la desidia gubernamental de los gobiernos municipales, siempre ha sido crítico de políticas excluyentes, su discurso ha sido coherente, sin embargo, sus “amigos” no lo han perdonado, se desquitaron de él por sus comienzos al lado del chavismo.

Estoy seguro que William Ojeda, hay muchos en la oposición, sólo que, sus intereses son otros. ¿Qué dirá Ismael García de todo esto?, ¿Será capaz de pararse ante el país a denunciar ese paquetazo?, ¿Tendrá la suficiente hombría de desprenderse de las dádivas que ofrece Capriles por ser candidato a la Alcaldía de Caracas?, ¿Tendrá la capacidad de reconocer el error de salirse de la izquierda para apoyar a quienes los desprecian?.

“Quien salta la Talanquera hacia la Derecha, al regresar a la Izquierda, se encuentra con dos (2) problemas, uno es convencer que se equivocó, y otro es saber quien lo recibirá con los brazos abiertos para darle la bienvenida”


dayilegon@gmail.com



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