Ante la derrota electoral intentan crear desasosiego y violencia

La Necrofilia es el centro de la campaña de guerra sucia de la derecha venezolana

En la historia electoral de diversos países, se ha recurrido a la llamada “guerra sucia” a través de la publicidad en vallas, cuñas radiofónicas o spots televisivos que hablen mal, o muestren imágenes negativas que puedan desfavorecer a ciertos candidatos en una determinada contienda electoral. Dichas prácticas son constantes sobre todo en los EEUU y otros países democráticos que muchos han calificado como democracias jóvenes, tercermundistas o primitivas. Eso ha hecho pensar que la publicidad electoral contribuye en gran medida a deformar o distorsionar la información que se debería transmitir en tales campañas y que la reduce a una forma vulgar de manipulación y exaltación de la imagen por encima de los temas de interés social.

El ejemplo más sobresaliente de guerra sucia según estudios de medición publicitaria, fue la empleada en la campaña electoral estadounidense de 1964, en los que se enfrentaban Lyndon Johnson y Barry Goldwater, fue considerada la más aguerrida en cuanto a contenidos de propaganda negativa desde el uso de la televisión en política. Se dice que cincuenta por ciento de los mensajes electorales fueron negativos y pretendían el desprestigio feroz de un bando a otro.

En dicha cuña publicitaria de manera muy gráfica se daba a entender que el candidato Goldwater poseía un carácter tan agresivo y pendenciero que era capaz de llevar a la nación, de manera irracional, a una guerra nuclear en caso de que ganara las elecciones.

El spot (cuña) fue llamado “Daisy” o también “Peace little girl”, éste proyectaba una dulce niñita deshojando una margarita, con un fondo aural de campo, pacífico y tranquilo. Cuando aquélla terminaba de deshojarla se escuchaba en voz en off una cuenta regresiva apareciendo en pantalla un hongo nuclear en medio de una gran explosión. El narrador decía una moraleja:

“Estas son las apuestas. Para hacer un mundo en el que todos los hijos de Dios puedan vivir, o para ir a la oscuridad. Debemos amarnos unos a otros o debemos morir.”-

Esto causo una respuesta electoral por temor a la guerra a favor de Lyndon Johnson .

Haciendo analogía con la estrategia de la derecha venezolana el politólogo Nicmer N. Evans nos revela en su artículo de aporrea .org, que La estrategia de Stan Greenberg el nuevo asesor, en combinación con la de J.J. Rendón empieza a aplicarse en la última etapa de campaña de Capriles.

Por una parte, la tesis fundamental de Greenberg se basa en la "estrategia política progresista", que reconstruye a cualquier candidato neoliberal en un candidato "populista" que "aboga por la ampliación de oportunidades para la clase media".

Por otra parte, la tesis fundamental de J.J. Rendón se basa en la práctica de "la guerra sucia" en las campañas electorales, que consiste en tomar las debilidades del enemigo para hacerlas fortalezas de su cliente, además de maximizar las debilidades del candidato a vencer sin importar la verdad de los argumentos, haciendo que estas mentiras sean creíbles.

Como bien lo hemos alertado en nuestras publicaciones anteriores, estamos ante una guerra de alta intensidad comunicacional, donde todos los actores dispersos o confrontados ayer, hoy como consecuencia de la sombra de la derrota, hacen su último esfuerzo por atacar en una práctica de guerra sicológica total en el marco de acto desesperado, centrando su esfuerzo en el mensaje necrófilo. Manteniendo la tendencia mediática privada junto a factores de oposición de minimizar y desestimar la gestión y despliegue del Gobierno Bolivariano para atender la emergencia suscitada por el accidente de Amuay, estrategia que tiene como objetivo seguir presentando un “escenario de caos” e “ineficiencia gubernamental” ante la opinión, con miras a disminuir la intención de votos a favor del Candidato de la Patria.

Al mismo tiempo, -estos medios privados nacionales e internacionales- promocionan la presunta negligencia dada la alerta sobre esta situación a través de informes previos a la tragedia. Asimismo, la vocería opositora trata de seguir generando desconfianza en torno a las otras refinerías del país promocionando “la falta de mantenimiento” en las instalaciones de la industria, además de poner en duda la transparencia de la investigación ya que supuestamente “se busca ocultar las verdaderas causas del incidente de Amuay”. Tendencia que es reforzada principalmente por el gobernador de Carabobo, junto a otros representantes de la derecha como el Diputado Luis Mata y el primer vicepresidente de COPEI en Falcón.

Sin embargo, gracias a que existen los medios públicos se han ofrecido una amplia cobertura a las medidas que implementa en el Gobierno en la zona afectada, resaltando la rehabilitación de 546 viviendas en la Península de Paraguaná, y los avances en las investigaciones, junto a la existencia de un sistema de inspección continúa en las instalaciones, como parte la tarea que ejecuta el Gobierno para recuperar las zonas afectadas e investigar los hechos ocurridos. Resaltando, que las distintas refinerías del país se mantienen bajo los estándares internacionales en cuanto a la seguridad industrial y políticas de mantenimiento. En la misma línea y con el fin de alimentar el clima de conmoción social que revierta la tendencia electoral que le perjudica a la candidatura de Capriles, medios de comunicación privados y agencias internacionales -valiéndose de las declaraciones del secretario ejecutivo de la Organización Yanomami Horonami, Luis Shatiwë- potencian en la palestra informativa la “presunta masacre contra un pueblo indígena en Venezuela”. Asimismo, para desacreditar el apresto operacional de la FANB, a la vez enlazan el tema carcelario, los desastres por las lluvias y la violencia delictiva resaltando ahora el secuestro de niños en diferentes partes del país.

Pero el hecho que evidencia la injerencia de expertos de guerra de cuarta generación es la propaganda electoral de Voluntad Popular, donde se utilizan recursos de terrorismo psicológico en franca violación a la normativa electoral, asociando íconos claramente identificados con el candidato Chávez (uniforme de la UNEFA, canción de campaña) con el problema de la inseguridad en nuestro país, en un ejercicio de simplificación temática, tan perversa como la propaganda del abasto, donde se daba por hecho que la propuesta de reforma constitucional eliminaría la propiedad privada. Esta acción no puede pasar por debajo de la mesa al menos que exista complicidad con la expresión más miserable de la "campaña sucia"

Aun con todo eso, contra un pueblo organizado y consciente no habrá terrorismo mediático que valga este, 7 de Octubre vamos Con Chávez Corazón de mi Patria, Viviremos y Venceremos.

Aordonez47@hotmail


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