Guerra más que avisada

Que la oposición hoy en día no le quede otra alternativa que gritar fraude, ya lo sabemos. Y ahora más, a raíz de sus mentiras que - con sus piernas bien cortas - empiezan a salpicar el escenario electoral. Aun así es importante estar pendientes de algunos detalles y principalmente no creer que ya lo sabemos todo.

De hecho, la cosa no es bien así. En el arte de engañar, mentir, confundir y fabricar violencia ellos están muy bien preparados. Sin duda eso amerita nuestra máxima atención. Debemos desconfiar. Gritarán fraude ¿así no más? O, al contrario, hay algo más por detrás de eso.

Quizás haya otro elemento que nosotros no estemos tomando en cuenta, una carta bajo la manga, pues. Pero, ¿cuál es esa carta? En otras palabras, ¿qué podría pasar durante las elecciones que les facilitara el gritar fraude?

Bien, acá conmigo tengo una muy mala experiencia que quizás nos revele una de esas posibilidades: un apagón en todo el medio del proceso de elección. Tipo tres de la tarde o siete de la noche. Lo sabrán ellos.

Por supuesto que para los votantes opositores, los organismos del Estado Venezolano por lo general están bastante desacreditados. Pero, específicamente Corpoelec tiene una cuota extra, una especie de empuje que lo lleva a ser incluso motivo de burla en algunos sectores de la ciudad. Eso es muy visible en el este de Caracas, particularmente en Los Palos Grandes, donde varios de los postes están sin luz desde hace más de tres años, cosa que ha colaborado definitivamente con ese descrédito.

Testigos de esa situación, nosotros hemos intentado llamar la atención a ese problema, pero fuimos derrotados por algo que aun hoy no terminamos de entender. Por lo menos una buena explicación merecía. ¿Falla comunicacional? En Aporrea y CiudadCcs salieron publicados sendos reclamos hechos en su oportunidad. Y nada.

En el mencionado proceso de reclamo pasó de todo, irrespeto, falta de compromiso, mentiras, etc. Incluso Corpoelec hizo una promesa al CiudadCcs que arreglaría todo. Promesa incumplida, por lo pronto.

Además, insistimos más veces, por otras vías pero ya no conseguimos ningún eco. Así que la cosa quedó de ese tamaño y me imagino que igual pasó por muchos otros lugares. Para ser francos, sí hemos visto postes apagados de a patada.

En fin, los postes quedaron sin luz, Corpoelec sin credibilidad y nosotros sin ese importante respaldo que tanto vamos a necesitar el 7-O.

Todo lo contrario para los golpistas que con tamaño descrédito, la cosa les quedó facilita: un pequeño apagón bien podría tener un efecto multiplicador en su grito de fraude. La pregunta es, ¿estamos preparados para una respuesta caso eso ocurra? Esa guerra huele a guerra avisada.

odoricoribeiro@hotmail.com



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