¡Prohibido olvidar!

Como siempre, la ultraderechafascista se coloca su máscara y sale a relucir con su doble moral, aprovechándose del fatal accidente (¿o sabotaje?) en Amuay, para atacar despiadadamenete al Comandante Presidente Hugo Chávez, con ulgares fines electoreros: por una parte. se hacen los dolidos y escandalizados por el incidente, y por otra se  frotan las manos y celebran dentro y fuera del país, con  la peregrina e inútil esperanza de perjudicar la triunfante candidatura de nuestro Presidente.

Pero, además de la doble moral, muestran una sorprendente falta de memoria, o se haen los locos para no recordar la pésima política petrolera de la 4ta. República controlada justamente por la MUD y la burgesía que ellos representaron y representan: jamás se utilizaron los grandes recursos petroleros para desarrollar el país, y, pior el contrario, lo sumieron en un a espantosa miseria y brutal subdesarrollo. Estuvieron a  puntico de privatizar (vender en remate)  a PDVSA para terminar de entregar al país a potencias extranjeras, especialomente USA.

Pero el colmo de los colmos, es creer que al pueblo se le ha olvidado que ellos, la ultraderechafascista, utilizó a los ¨tecnicos¨ (que hpy se muestran tan ¨sabios acusadores¨) para realizar el LETAL PARO PETROLERO que causó tanta pérdida para el país y para la industria petrlero y dolor y sufrimiento al pueblo. Habrá que recordar algunos de los daños causados por el GOLPE PETROLERO:

-  Suspensión de suministro de combustible desde las plantas de Carenero, Guatire y Catia de la Mar

-  El cierre de 90% de las estaciones de servicio de los estados  Aragua. Guárico, Apure y Carabobo

-  La suspensión total de las actividades en las Plantas de Yagua  y de Barquisimeto, susrtirdora esta última de los Estados Yaracuy, Lara y

    Cojedes

-  Suspensión  de las Guaraguao, Maturín, San  Tome

-  Paralización del buque Pilín León (poniendo en grave peligro al Lago y a Maracaibo) y de otros 12 tanqueros

-  Presencia de 11 buques pertenecientes a armadores internacionales, fondeados en diferentes puertos petroleros del país

-  La negativa de buques tanqueros de terceros en atracar en muelles de PDVSA por considerar !que no existe persinal calificado en dichas

   instalaciones! Coa que los ¨tecnicos¨ se apresuraron a difundir dentro y fuera del país.

-  La producción total de crudo disminuyó en un 68%

-  Paralización tta en algunos casos, funcionamiento parcual de las refinerías de El Palito, Puerto la Cruz y Paraguaná,

-  Pérdidas enormes en dólares para el país

-  Enorme padecimiento del publo por falta de gasolina, de gas, de alimentos y mediicinas. Prácticamente revenaron al pueblo por  varios

   meses

Fue el más terrible paro realizado en el país y lugar alguno, con la insólita característica, jamás conocida de ser un paro patrolnal.

¿Ahora bien ¿quién de la ultraderechafascista se atrevió a emitir una sola palabra acusadora? ¿Quién de la ultraderechafascista y los

¨tecnicos¨ que realizaron tan brutal paro ha asumido su evidente responsabilidad, y fue sometido a oa justicia y consecuente castigo?

¿Con qué boca vienen ahora a dar opiniones y recomendaciones y, peor aún, acusaciones, al Comandante Presidente y al Ministro Rafael Ramírez y técnicos de Amuay?

A esos hipócritas y desmemoriados ultraderechafascista les saco a relucir de nuevo un escrito que hice en ocasión del GOLPE PETROLERO

con la advertencia a todos nuestros compatriotas que !ESTÁ PROHIBIDO OLVIDAR!


RÓNICA DE UN CRIMEN LESA PATRIA

(Golpe petrolero en Venezuela)

2002-2003

Oye:

Venezolano,

latinoamericano,

obrero,

campesino,

soldado.

pueblo entero,

oye esta crónica

jamás vista en la historia,

grábala en tu memoria

para que nunca olvides,

para que nunca vuelva:

I.  EL SUEÑO DE UNA NACIÓN

La noche va clausurando

el primer día de diciembre

del año dos mil dos.

En Caracas,

Pacheco no se decide a bajar:

arrebujado entre nubes

y flores de Galipán,

bosteza, se despereza y sonríe.

No quiere traer neblina

sobre los sueños del valle,

que aún titilan desvelados

para no apagar la luna.

Duérmete –dice la madre-

porque mañana hay escuela.

Pero Juancito no duerme:

escribe en el techo,

por adelantado,

la carta al Niño Jesús,

con sonrisa esperanzada

y sus ojos muy abiertos:

una patineta,

un camión de descarga 

como el de mi papá.

No. Mejor una bicicleta.

Desde la ventana

del bloque 23 de Enero,

alumbrada por luces de neón,

aún se ve a Dolores y Ernestina:

ríe una, otra muy seria.

¡No, que va! ¡Mis hallacas

son mejores que las tuyas!

¿Hallaca andina? ¡Miranda!

¡Mejor las hallacas llaneras!

Nos veremos. Ya me voy.

Tengo demasiado sueño.

Otra ventana abierta

y, desde allí, vemos

a Julián desplomado en la cama,

todavía en franela.

La faena fue dura

y el cansancio desvela.

¡Vente a dormir, mujer!

- la llama- ¡Vente a dormir

que es tarde!

-y ella contesta-

¡Hace calor, no puedo!

¡Prende el ventilador! – Él dice-

¡Ya vot! – contesta-

Pero no su mueve.

Porque Rosa se mide de memoria

el futuro estreno navideño:

muy apretado a la cintura

y un gran descote

,porque a Julián así le gusta.

Una niña, entre tanto,

El ya viejo pesebre

desempolva en su cuarto.

La vecina de al lado,

deja para mañana los adornos

navideños y se duerme.

Genaro, pulpero de la esquina,

trabaja horas extras:

arregla en los estantes

panteones y bebidas

de las fiestas.

Joao, el de la panadería,

arregla sus vitrinas

para jamones y tortas navideñas:

y Froilán, el carpintero,  ilusionado,

en la cama da vueltas.

Programa sus tres meses de aguinaldo,

Mientras su mujer, Teresa,

celebra por anticipado

el viaje de diciembre a Mérida.

Ya lo niños hicieron sus tareas

y ahora duermen confiados,

y también las maestras.

Más lejos, allá en la playa,

en Oriente,

las redes trasnochadas

atrapan peces soñolientos

y las olas chocan con las barcas,

mientras los pescadores

espantan los mosquitos del sueño.

Y  más lejos, aun,

mucho más lejos,

donde el fogón todavía chirrispea

las risas de las brasas

burlándose del frío,

allá, en losAndes,

el rastrillo reposa

y la familia duerme.

En el Centro,

en la sabana abierta

atragantada de estrellas,

ya se apagó el grácil verso

de la copla llanera.

¡Hasta mañana, compadre!

¡Hasta mañana!

Ya nos llegó diciembre.

Ancina es, llegó,compadre.

Y en la ya negra selva,

sólo se escucha

el incansable rumor

de las cascadas.

Los chinchorros de moriche

ya están quietos,

y la brisa refrescante

rinde al pueblo.

Es la primera noche de diciembre

y en todos los confines de la Patria,

la luna instaló el sueño:

en los trabajadores de los bancos,

los buhoneros,

los empleados de los supermercados,

de las oficinas,

de las farmacias,

el doctor,

el abogado,

el ingeniero,

el `pintor,´

el músico,

el poeta,

el profesor,

el soldado de guardia,

en los pro y en los contras

y en el Parlamento.

Callaron las cornetas de los autos,

de las cacerolas el metálico estruendo,

en las colinas,

en los cerros,

al este,

al oeste,

al sur,

al centro.

Ante la tregua del sueño,

todo calló.

Silencio.

¡Duerme el pueblo!

II.  EL AQUELARRE

Duerme confiado el pueblo.

La nación entera duerme.

Y, mientras tanto,

en la parte más oscura de la ciudad,

la más sombría, aterradora y lúgubre,

donde no llega voz humana alguna

sino chillidos de atormentados gatos;

donde el atesorar desvaría,

se oscurece la razón,

y el corazón no se aquieta,

se oye un espantoso ruido

metálico,

fúnebre,

guerrero:

Impecables, de negro,

los eternos brujos se reúnen.

Ni siquiera se miran,

ni siquiera sonríen.

Todo cuesta allí mucho dinero.

La obsesiva tención, por eso,

secó sus rostros

hace ya mucho tiempo.

Serios,

Erectos,

Tiesos,

en un caldero global

mueven el asqueroso brebaje

de sus tretas.

Mas no con cuchara,

a la antigua,

sino con teclas de Internet

y satélites.

¡No duermo hace un tiempo!

¡Ya no duermo!

- gorgojea alguno yn otro gruye-

¡Hace un tiempo él –Chávez- perturba

mi escaso  sueño!

Y mueven el brebaje furibundos,

Y con voz cavernosa

en coro gritan:

¡Le haremos beber esto

hasta la última gota!

¡Una vuelta a la derecha,

otra a la izquierda!

Y los buitres,

ya en la madrugada,

baten sus alas

detrás de ellos.

Y todos los animales carroñeros.

tesoreros de billones y billones

frotándose las manos,

ríen con impaciencia

y los oyen elucubrar

mientras resuellan:

¡Hay que salir de Él

cueste lo que cueste!

¡Mueve el caldero global!

¡NI un paso atrás!

¡Helga! ¡Huelga!

¡Cinco días!

¿No  es mucho?

Tal vez sean muchos más.

¡Pero habrá muchas  quiebras!

Seguramente.

Después vendrán ganancias,

Agita, mueve.

¿Y el pequeño comerciante?

¡Siempre serán pequeños!

¡Podríamos fracasar,

como otras veces!

No. Que el caldero es global

y el plan perfecto.

¡Llegó la hora final!

¡Al paro! ¡Al paro!

¡Ni un paso atrás,

al paro todos!

¿Y la luz?

¡La apagaremos,

o cómprate tu propia planta!

¿Y los hospitales?

¡Siempre de miserables

están llenos!

Y ¿para qué quieren vivir así?

¿Y la comida?

¡Tendrán que soportar un largo ayuno,

su ayuno eterno!

¿Tienes lista tu despensa?

¡Está repleta!

¿Viajaron tu mujer y tus hijos?

¡Ya están lejos!

Y ¿cómo  nos movilizaremos?

¡Que tontería!

¡Con mi gasolinera particular

nos moveremos!

¿Tienes tu escolta personal

ya lista?

¡La tengo,

y algunos Generales

que adquirimos!

También gobernadores

y alcaldes compañeros.

¡Ah, y policías adeptos!

Y ¿las fábricas

y los obreros?

¡Siempre habrá manos

de obra hambrienta!

Podrían morir muchos niños

-dice un brujo sonriendo-

Y otro dice:

¡Que paran las mujeres  de nuevo!

¿Dónde están los planes

de los barcos?

¡Bien guardados,

lejos, muy lejos!

¿Y las claves?

¡También las tengo!

¡Serán unas navidades muy tristes!

-Sentencia un brujo siniestro-

¡Serán! – contesta otro.

por teléfono-

Y mientras tanto.

los niños, confiados duermen

en sus cunas,

en sus camitas,

o en el suelo.

Ya el pescador recoge su atarraya.

y las  parejas hacen el amor

y las flores del jardín

abren sus pétalos,

y la paleta del artista reposa

y los sueños de su viaje sideral

regresan confiados

y serenos,

cuando son las cinco de la madrugada

del año dos mil dos

del dos de diciembre.

Ahora los brujos

se ajustan la corbata.

Alguno bosteza,

otro cierra el celular,

otro contesta.

¡Ya es la hora!

-dice alguno-

¡No. Faltan cinco minutos!

-otro contesta-

¡Y los minutos vuelan,

sobre los desprevenidos

sueños infantiles,,

los de las abuelas,

de los enfermos de los hospitales,

de las embarazadas,

sobre todos los techos del pueblo!

¡Ahora sí!

-Vocifeera uno de los brujos-

¡Ahora sí!

-todos contestan-

¡Llegó la nora!

¿Qué esperan?

-Se oye la poderosa voz

desde muy lejos-

Y el delirio infernal comienza.

Ahora todos los brujos vuelan

con su hacha global levantada

y un solo grito de guerra:

¡Al paro! ¡Al paro”!

¡Ni un paso atrás!

¡Al paro!

Y como un solo resorte, todas

las pantallas de TV se encienden

y circulan enloquecidas

todas las hojas de prensa

que armaron manos trasnochadas

de veneno e impaciencia.

Y también los volantes´,

los e-mails, los teléfonos,

Internet

y los rumores ciegos

de las inclementes serpientes

que a una sola voz arremeten:

“!Al paro! ¡Al paro!

¡Hay que salir de Él,

cueste lo que cueste!

Es el rugido de diabólica alianza

Patrono-sindical y petrolera.

¡Estamos hambrientos!

-reclama un gourmet,

después del vómito-

desde un restaurant de Las Mercedes-

Una señora en la alta peluquería,

le hace eco,

otra a la masajista,

y otra a su cocinera.

Y los  diabólicos Carlos,

un Juan y un Antonio marionetas,

se abrazan coordinados,

enceguecidos,

cantando

ante la exterior batuta:

¡Paro, sabotaje, quiebra!

¡Por la patria!

¡Por la patria!

¡Arrasemos con todo lo que queda!

¡Acumulemos dolor con la miseria!

¡Amasemos odio con la violencia!

¡Terrorismo!

¡A cerrar todas las tuercas,

todas las barrenas,

todas las computadoras de los extractores,

cierren el paso de gas

y las gasolineras!

¡Por la  patria!

¡Por la patria!

¡Acabemos con toda PDVSA!

¡Todo para nosotros!

es la consigna.

¡Para nosotros, toda Venezuela!

III.  LA RESPUESTA 

Por un instante,

el estupor y la sorpresa,

el desconcierto y la incredulidad

detuvieron el tiempo.

Mamá, no tengo escuela

-dice un niño-

La maestra no está.

Pedro, el niño llora, trae la leche.

¡No la consigo, mujer! Leche no queda.

Y entre tanto, las lecherías vacían

billones de litros

en la árida tierra.

¡Que se  pierda1 ¡Que se pierda!

¡Ni una gota a ese lumpen!

¡Que se pierda!

Mamá –grita Antonieta-

la leche de la abuela

no queda en la nevera.

Y desde la lechería

se oye de nuevo el grito:

¡Que se  pierda! ¡Que se pierda!

¡Ni una gota a esas hordas tan violentas!

¡Ni una tienda,

ni un hospital,

ni un banco,

ni una pulpería,

ni una escuela!

¡A bajar la santamaría del odio!

¡Venezuela a la quiebra!

¡Venezuela a la ruina!

¡Ni un solo pan a la mesa!

¡Viene la Navidad,

viene el Niño Jesús!

-gritan los niños-

¡Que se pierdan!

-contestan voces agoreras-

¡Celebremos las navidades

con nuestras banderas negras!

¡Exprimamos la última esperanza!

¡Ni una sola cocina,

ni una sola nevera!

¡Al sabotaje mayor!

¡A PDVSA!

Pero, de pronto,

el estupor pasó

y la sorpresa.

Mil brazos a una sola voluntad,

a una sola voz,

a un solo pueblo,

cual maquinaria gigantesca

de tuercas invisibles

y enchufes

y bisagras

y tornillos

y teclados de computadoras ignotas,

impulsados por gigante energía

que antes estuvo inerte,,

levantó la palanca del esfuerzo supremo.

Desde el Lago.

el oriente,

el sur, el centro

y occidente,

chirrearon los balancines

con fervor patriota:

¡La  Nación no se pierde!

¡A la Nación nadie la detiene!

El campesino,

el obrero,

el soldado,

el laboratorista,

el técnico,

el latonero,

el capitán,

el mayor,

el general,

el pueblo entero

dijeron:

¡La Nación no se pierde!

¡La Nación no se para!

¡No habrá quienla detenga!

¡Un capitán, por Dios!

¡Piratearon un buque!

¡Que se mueva!

¡Que se mueva!

¡Hay que moverlo!

Horas enteras,

días completos

a la espera angustiosa,

a la larga espera.

Y el buque se movió.

Y un grito victorioso

se oyó en la Patagonia,

y lo oyeron los chinos

y en Liberia.

Resonó en el Congo,

en Argentina,

la repiten riendo en Indonesia,

en Pamplona, en Portugal, en Francia,

en Noruega, en Panamá, en Rusia,

en Cartagena.

El buque se movió

y con él PDVSA,

y con él VENEZUELA,

la Patria entera.

IV.  NUEVO AQUELARRE

Ahora el desconcierto

arrinconó a los brujos

en su madriguera.

El caldero global está vacío,

el venenoso brebaje

no surtió efecto.

Los brujos estupefactos,

enardecidos, delirantes,

como hervidero de gusanos

se mueven por toda Venezuela,

acá y allá

y muy lejos,

arriba, abajo.

adentro y afuera.

¡Nuevo brebaje, a prisa!

¡ Nuevas tretas!

-gritan y vociferan-

y volvemos a verlos

con sonrisas de hienas

cada minuto,

cada segundo,

cada día,

sin descanso ni tregua,

con una esperanza negra

en sus entrañas,

sembrando el terror

en toda pantalla de TV

en toda hoja impresa,

visionarios de tétricos paisajes

de la patria dolida.

Inventando nuevas ruinas,

nuevas miserias:

¡Ni un céntimo al Erario Nacional,

ni un solo cheque,

ni un solo pago fiscal,

la ruina entera!

Persignándose todos compungidos,

En las casas, sus palacios,

en las iglesias,

murmurando al mismo tiempo

con voz oscura:

¡Ojalá que se muera!

Ahora el pueblo atónito,

dolido, cansado

de la larga espera

en los bancos,

en las gasolineras,

en las universidades,

en las escuelas,

no pueden explicarse

por qué ese odio,

tanta maldad,

por qué ese horrendo brebaje

de hiel y humana miseria.

Pero el glorioso pueblo de Bolívar,

armado de paciencia,

de coraje,

ardor patriótico,

claridad y certeza,

alza su poderosa voz

ante los brujos

y los enfrenta:

Depredador: te conozco.

Sé distinguirte gorgojo,

ave de rapiña,

conozco tu espuela,

sé donde te encuentras.

Tus infinitas y poderosas arcas

podrán comprar

alimañas rastreras,

confundir a ignorantes,

envalentonar malas conciencias,

Pero jamás podrás cegar mi vista

ni engañar mis oidos

en pantallas siniestras,

ni callarás mi voz

porque la Patria duele.

Depredador: te conozco

y te advierto:

no caeré en el abismo

de tus tretas,

ni me llevarás jamás

a la violencia.

Sé donde está mi fuerza:

Aquí, en mi Constitución

y en mi bandera

y en toda esta Patria bella

de Bolívar herencia.

*Caracas, 2002


blansan@hotmail.com



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