¿Qué quiere la derecha?

Está muy claro, que el proyecto político de la derecha venezolana y el proyecto que promueve el PSUV son proyectos contrapuestos. A pesar de ser contrapuestos, ambos proyectos tienen en común la ocupación de Estado como espacio a partir del cual es posible darle viabilidad a los objetivos que cada uno ha formulado en sus respectivos programas. Intento con esta nota analizar las intenciones de la derecha y en dos notas adicionales más, analizar lo que quiere el PSUV y lo que debería querer el Poder Popular. En esta primera nota, trato la directriz que tiene el programa de la derecha y la visión que tienen de los venezolanos y venezolanas.[i]


Si nos atenemos al contenido de los lineamientos programáticos presentados por la oposición, su punto de arranque, vendría por un desmontaje del Estado y con ello no se está afirmando, que la Derecha tiene la pretensión programática de liquidar el Estado. Nada de eso, simplemente la derecha toda y la venezolana más particularmente, tiene la pretensión de desmontar el Estado como un mecanismo para restarle capacidad y asumir, desde sus instituciones privadas, las competencias que están asignada al Estado social y de derecho consagradas en la Constitución y que pudiendo ser rentables a través de un proceso de privatización; la derecha la transformaría estas competencias en mercancías. En su lenguaje, este proceso desmontar al Estado puede visualizarse en estos lineamientos a través de las alternativas contenidas en el punto con el subtítulo: “Redirigir las prioridades del Estado”, cuyos subpuntos van desde el identificado con el número 390 hasta el punto 415. Pueden verse (entre otros) los puntos: 394,395, 396, 397, 398.



Concentrando o unificando estos puntos que consideramos esenciales en su programa y en la visión que tienen del Estado, me permito colocar las siguientes citas:



“El Conjunto de leyes aprobado por Ley habilitantes y por la Asamblea Nacional para conformar un Estado socialista debe ser revisado en profundidad, tanto en sus alcances como es sus consecuencias”

“La Constitución no define un Estado que monopolice las competencias de planificar, poseer medios de producción y producir bienes y servicios (…), sino uno [Estado] que debe garantizar los derechos humanos, la descentralización y la iniciativa privada”

No corresponde al Estado ser el único proveedor de bienes y servicios, ni fijar los precios a los que cada uno deba venderse, sino promoviendo el crecimiento económico mediante su propias inversiones “

La creación del Estado socialista en los términos establecidos ene estas leyes [las habilitantes] es contraria al interés de los individuos y de la sociedad (…) Entendiendo –continúa el punto- que ningún Estado puede darle entera satisfacción material ni cultural a la sociedad, le corresponde mantener un ambiente propicio para que la sociedad trabaje en su propia satisfacción y en la provisión de recursos para el Estado. No debe subordinarse la sociedad al Estado. Debe subordinarse el Estado a la sociedad” (subrayado es mío)



Estos puntos dibujan perfectamente lo que la derecha quiere y haría en caso de llegar al poder y tener control de instituciones claves del Estado. Su aparente iteres de defender un Estado social y de derecho es sólo propagandístico, porque los puntos anteriores quiebran esa posibilidad. El Desmontaje del Estado y esa frase de “Estado subordinado a la sociedad”, suenan a interés común o en cierta medida, es una forma de expresar todo lo que el viejo positivismo reconocía como la “voluntad general” o un supuesto Estado que representa a toda la sociedad. No es así, no porque lo diga yo, sino porque la historia la confirma una y otra vez. Nos guste o no, hay proyectos hegemónicos: Son ellos o somos nosotros.



Este: son ellos o somos nosotros, no es una conclusión mía, es cosa de revisar sus lineamientos y ver como las “soluciones” que presentan tiene el sentido de ser ellos con su proyecto. Revisen las políticas que hablan del gasto público y precisen, cuál es el sentido de la “reorientaciones” que formulan. Es cosa de observar por ejemplo el punto identificado como 412 y la propuesta de no expansión del gasto con una modificación de la Ley Hacienda Pública Estadal.



¿Qué sentido tiene la modificación de esta ley en el marco de un proceso que busca contraer el gasto público? Sencillo, la reforma tendrá por objeto la contracción del gasto público que es una de sus recomendaciones fundamentales. Una reforma a esta ley, plateará (y así lo reconocen) nuevas competencias tributarias que huelen a nuevos impuestos y una imposición de su esquema de descentralización. Si queremos saber qué es lo esta derecha quiere, no especulemos y veamos a través de una lectura su propuesta. Veamos el sentido que dan a los recursos que tienen como destino el hombre: Se llama gasto o lo llaman gasto. Todo lo que lleva el sello social se califica de gasto. Nosotros somos un gasto, el pueblo es un gasto, la juventud haciendo deporte y en la universidad es un gasto y las misiones son puro gasto. Si los recursos son para el crecimiento económico si es inversión. No es que dejemos de apostar a invertir en otras actividades, es recordarnos que esa propuesta de valorar el crecimiento económico por sobre el desarrollo humano, tienen entre nosotros su historia. Si algo está claro en la ciencia económica, es esa premisa. Venezuela en la IV y con esta misma gente, experimentó un alto crecimiento económico, pero proporcional a ese crecimiento económico, también creció aceleradamente la pobreza.

[i] Puede verse dos notas: La Derecha y su Programa 2013/2019 I y II. Disponibles: http://www.aporrea.org/oposicion/a147089.html http://www.aporrea.org/oposicion/a147193.html

marcano.evaristo@gmail.com


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