Es axioma que en el mar, en el aire y en la tierra los hombres valen por sus méritos y no por su cara bonita.
De un lado está la MUD, Sanedrín de la aristocracia chupasangre, ese club de hombres de carteras repletas, y sin importar que ese dinero provenga de una letrina gringa porque a decir verdad ese dinero está lavado.
Del otro lado estamos nosotros, batallando codo a codo junto a los más pobres y necesitados.
A ellos no les importan la patria ni el nosotros sino el bolsillo, el yo, el hedonismo y para lo cual poco les preocupa pasar por encima de los demás a cualquier costo, con tal de saciar sus cochinas ambiciones; he ahí la pelea, somos dos clases sociales y políticas; ellos, arremillados ante el férreo y sanguinario poder imperial y sus acólitos, tal como el Uribe Vélez; en cambio, nosotros movemos los remos en pos del socialismo y que, por cierto, es una gran obra por hacer pero ahí vamos a proa y con Chávez frente a la bitácora y estamos seguros de que esos carajos no resistirán el embate de las olas de nuestra pujanza.
Ahora andan con la necedad de una tarjeta que no será “unitaria” ni “única” sino “unicataria” que seguramente llevará una gran “U” en homenaje a Uribe, mentor de Capriles y de Lepoldo López, o acaso la “U” pueda que represente al Fraile Urosa Savino.
Y para financiar, ya tienen sus ONH -(Organizaciones No Humanitaria)- en la frontera Col-Ven, con sus motosierras haciendo el trabajo.
Es previsible que la MUD no soportará la pesadilla de saber que Chávez va darle una pela el 7 de Octubre próximo y cada noche se volverán más locos, hasta el paroxismo; pero, tienen la opción de tirarse a la lona de una vez.
Ya andan esgaritaos y en una guerra de fragmentos pero ojalá cojan mínimo y piensen un poquito en la patria.
¡Ojalá la oposición sensata (valga el contrasentido), reflexione!
Observación: Recuérdese a Saulo de Tarso.
