La prepotencia surge de creerse superior a los demás, triste papel. Ya la MUD se viene abajo.
Haga lo que haga, la desmoralizada agrupación irá cabezapabajo. Sea que consense, ora que primaria, pabajova.
Y, sea cual fuere el mequetrefe escogido, este no pasará de ser un candidato guachapeado, además de sólo el portador de una máscara.
Ahora bien, nosotros no debemos desentendernos del significativo grupo de opositores a los que se les debe una operación de salvamento para ayudarlos a abrir los ojos. Muchos de ellos no votarían nunca en la tarjeta del PSUV pero sí lo harían en una tarjeta independiente-lo que está por ser y debe ser-en apoyo al proceso revolucionario.
Por desgracia, la MUD apuesta al arma de la información incompleta, cuando no torcida, para embaucar; en contraposición, nosotros debemos llegar a todo el pueblo venezolano con informaciones de alta definición y es que desestimar el papel del pueblo en las manifestaciones del lenguaje político y relegarlo a adherirse a sus contenidos, es erróneo.
En cada información, el conocimiento debe estar de por medio, es decir, que sí la información no nos hace avanzar en el conocimiento de la realidad, no sirve de mucho.
La MUD no hace más que exaltar la violencia para provocar miedo y el miedo bloquea la capacidad de análisis; en cambio, la verdad verdadera desbloquea la mente. El miedo anula el poder de comprensión. Hay que espantarle el miedo a quienes andan enfermos de noticias falsas.
Sus propias mentiras destruirán a la MUD, está atrapada en su propio anzuelo.
No olvidemos que la pelea es por la cabeza de la gente.
El arponazo a la MUD se lo dará el pueblo el 7 de Octubre, para entonces ya andará a gatas pero hay que clavarle ese bicho-el arpón-sin misericordia.
Pero, mientras tanto, hay que descorrerles el velo ante el pueblo y mostrarlos tales como son, sinvergüenzas, apátridas.
Hay que darles julepe con butría a esos facinerosos.
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