Pablo Pérez El breve

Los hechos, recientemente, ocurridos en el Estado Zulia, que tuvieron como protagonista al gobernador de dicho Estado y precandidato oposicionista, Pablo Pérez; marcan el inicio y fin de las aspiraciones candidaturales del  “medio pollo” de Manuel Rosales. El pueblo zuliano, pudo observar en vivo y en directo, la calaña de quien hoy gobierna su Estado. El “encendido de las luces de navidad” de la Avenida Bella Vista, prende la feria a la venerada virgen de la Chiquinquirá y las gaitas y festejos empiezan a formar parte de la cotidianidad de los habitantes marabinos y marabinas. Es un festejo en que se unen lo religioso y las expresiones culturales, típicas del pueblo zuliano, en especial, la gaita. Como señala la wikipedia: “El 18 de noviembre, día central de la celebración de la Feria, se oficia una misa pontificia y se lleva a cabo la "procesión corta", que incluye un recorrido lacustre por todos los muelles de los principales puertos del estado. A la semana siguiente se realiza la conocida "procesión de la aurora", en la que se saca la imagen de la Basílica a las tres de la madrugada, para que recibe el día en la calle. Ese domingo, la imagen es subida de nuevo al altar…”

  “Maracaibo se viste de fiesta para dar gracias a Dios por la lluvia de bendiciones que la Virgen de Chiquinquirá ha derramado sobre nosotros”, expresó monseñor Ubaldo Santana, arzobispo de Maracaibo, durante la solemne eucaristía pontifical realizada junto a los obispos de Venezuela. Son más de 3 siglos de la aparición de la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, lo que nos da el rango de importancia que tiene para el zuliano, ese evento.

  Este año, a diferencia de años anteriores, este evento ha tenido una connotación distinta; el “encendido de luces” se inició con un gobernador y precandidato oposicionista que llegó encendido, con su botella de Cacique bajo el brazo, y mientras transitaba por los espacios de la Avenida Bella Vista, se zampaba su guamazo de ron. Haciendo su primera parada, en una tarima donde un conjunto animaba al pueblo marabino con una tradicional gaita; ya en la misma, el precandidato oposicionista y gobernador del Zulia, competía en alegrías con el cantante del conjunto gaitero, suponemos que las dosis ingeridas, de alcohol, por el ciudadano gobernador, hasta ese momento, eran bajas ya que, como han demostrado diferentes estudios médicos: “producen la sensación de elevar el estado de ánimo y relajar a la persona…” Todas/todos los presentes fueron testigos de la forma grosera en que el ilustre gobernador, tocaba al cantante por el fundillo, “metiéndole mano” como decimos en criollito, además de despojarlo de sus pertenencias personales, las cuales les quitaba y lanzaba al público presente, entre ellas, hasta un zapato. Su estado era de extremado éxtasis y alegría.

  Estudios médico, continúan describiéndonos lo que va ocurriendo al ir incrementando la dosis de alcohol en nuestro organismo: “Las dosis medias alteran el habla, el equilibrio, la visión y el oído. Se tiene una sensación de euforia y se pierde la coordinación motora fina, por lo que ya no es aconsejable conducir un automóvil ni manejar cualquier tipo de maquinaria. En dosis altas, los síntomas anteriores se agudizan y se alteran las facultades mentales y del juicio. Si el individuo continúa bebiendo puede ocurrir una pérdida del control motor en la que se requiere ayuda para poder moverse y hay una evidente confusión mental…” Suponemos, sería en esta última condición, en que se encontraría el ciudadano gobernador y precandidato oposicionista, Pablo Pérez, al acercarse a la tarima de  Corpozulia, ya que rodeado de su equipo de seguridad, conformado por una centena de funcionarios de la policía estadal, se abalanzaron sin mediar palabra alguna, sobre las/los presentes alrededor de esa tarima, como bien explica la compatriota  Jenireé Salas: “se paró en la tarima y nos agredió. Nunca los marabinos habíamos visto tantos policías como esta noche. Ni siquiera respetaron que estábamos con nuestros niños y el sentir del pueblo. Nos lanzó a las policías, hubo bastantes afectados, partidos en la cabeza por los rolos, amenazas”, (Correo del Orinoco, 05-11-11).

  Esta bochornosa actuación del gobernador del Estado Zulia, nos retrocedió a tiempos de Jaime Lusinchi, quien gobernaría nuestra Patria en el período entre 1984 y 1989. Es importante que nuestro pueblo concientice la peligrosidad que implica dar una responsabilidad tan vital, como es la conducción de la dirección de nuestra Patria, a una persona que no tiene la plenitud de sus facultades mentales, habida cuenta su adicción a esa sustancia psicoactiva que es el alcohol. Lusinchi, ese médico pediatra que “gobernó” nuestra Patria, y colocamos comillas, ya que su permanente estado etílico conllevó a que su secretaria privada, Blanca Ibáñez, fuera quien, progresivamente, se convirtiera en el poder  real, tras el trono. Como bien lo señala el Profesor Lupa: “El adeco Jaime Lusinchi, por ejemplo, sabía que era Presidente porque todo el mundo lo llamaba “Presidente”, estuviera o no borracho, y porque le tocaban el Himno Nacional cuando llegaba a los actos públicos. El día que terminó su mandato tuvieron que llamar a su mujer para que se lo llevara, porque creía que el Palacio de Gobierno era un bar y se negaba a que lo cerraran…” (Así Habla Montes Kiú, Vidal Chávez López). El mismo camarada Hugo Chávez, quien para entonces se encontraba asignado en el Palacio de Miraflores, nos da cuenta de sus vivencias de aquellos años: "Yo era mayor y trabajé en Palacio... y yo veía con estos ojos como al presidente, quien era Jaime Lusinchi, se lo llevaban borracho, así como se llevan a los borrachos con las patas en el aire, así se lo llevaban. Y además no se quería ir, como el típico borracho pues. Yo no me voy... decía bravo porque se lo llevaban de la fiesta". Y, mientras ello ocurría, en la cotidianidad de la vida presidencial, el “mago” de la propaganda, Carlos Croes, sí, ese que vemos los domingos por Televen, después de ver a José Vicente Rangel, se encargaba desde la OCI, de maquillar la imagen presidencial, presentándolo como un hombre bonachón y buena gente, al fin al cabo, era un profesional de la pediatría, quien se encontraba al frente de Miraflores.

  Propaganda y Represión, era fórmula de Croes para quien intentara cuestionar e informar sobre lo que pasaba tras telones, en las oscuridades de Miraflores. El estado etílico de Lusinchi, le hacía ver en algunas oportunidades alegres y, en otras, violento, al igual que Pérez, como en aquella oportunidad en que el periodista Luis Guillermo García le formulaba una pregunta, y de seguidas el Jefe del Estado, en vivo y en directo, le respondía en tono agresivo:  “Tú a mí, no me jodes”, y mientras, el Presidente Lusinchi, vivía sus borracheras; el verdadero poder, Blanca Ibáñez, filtraba todo acceso al presidente, nombraba y destituía funcionarios, decidía sobre los beneficios de los contratos de obras públicas y hasta seleccionaba los ascensos a generales de las fuerzas armadas.

  El alcohol, minimizaba las posibilidades reales del ejercicio pleno de sus funciones presidenciales a este venezolano proveniente de las mismas filas ideológicas de Pablo Pérez, Acción Democrática. Corrupción, barraganas, nepotismo, eficaz propaganda, sometimiento de los medios de comunicación a los dictámenes de Miraflores, represión estudiantil, entrega de la soberanía nacional a los EEUU, en fin, un gobierno negativo a los intereses de nuestro pueblo, eso fue, el período comprendido entre 1984 y 1989, fechas entre las cuales se fueron incubando las condiciones objetivas y subjetivas que, días más tardes, al combinarse con las medidas fondomonetaristas de Carlos Andrés Pérez, detonarían la bomba social del caracazo, febrero de 1989. El alcohol y el poder, demostraron en ese período de gobierno, que forman una fórmula nociva para el pueblo.

  Sin duda, esos hecho, marcan el principio del fin de la candidatura de Pablo Pérez, quien se veía seguro candidato oposicionista, ya que recibió el apoyo de los partidos simbólicos de la cuarta república: AD y Copei. Ramos Allup, debe tener tremenda rabieta, al quedar sin candidato para contraponerle a los "petimetres" y "lechuguinos" de Primero Justicia, a quienes acusa: “El secretario general de Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup, consideró que el discurso que ha planteado el precandidato presidencial de Primero Justicia, Henrique Capriles Radonski, es “cursi” y proviene del “himno del fascismo”. En declaraciones a la prensa tras culminar el acto de postulación del precandidato Pablo Pérez ante la Comisión Electoral de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramos Allup desestimó los señalamientos que hiciera Capriles ayer en contra de AD, quien arremetió contra la tolda blanca por “representar un regreso al pasado”. El dirigente adeco dijo que “eso de estar hablando siempre de la juventud es un lema típicamente fascista, Hitler y Mussolini lo planteaban en el himno del fascismo”, dijo Ramos, tras lo cual apuntó: “Para nosotros no hay diferencias generacionales" (El Aragüeño, 08-11-11).

  Compartimos plenamente, la caracterización que hace Ramos Allup de sus aliados oposicionistas, solo agregaríamos que se trata de un partido político, Primero Justicia, cuya génesis data de un acto de corrupción administrativa, precisamente, del cual, está pagando sanción administrativa otro candidato oposicionista, Leopoldo López. Inhabilitado por la Contraloría General de la República, cuando era funcionario de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y se desempeñaba como analista del entorno nacional. Entonces, recibió una donación de 60 millones de bolívares de la estatal petrolera, destinados a la entonces Fundación Primero Justicia (hoy partido político), de cuya directiva él formaba parte. El dinero le fue otorgado por su madre, Antonieta Mendoza de López, que ejercía el cargo de gerente de Asuntos Públicos de la PDVSA de entonces.

  Corruptos, tomadores de embajadas, golpistas, matones, y ahora, lo que faltaba, borrachos, en eso se resume, los prototipos de “hombre nuevo”, que persigue alcanzar un eventual gobierno oposicionista. La Anti Patria.

  Difícilmente, el pueblo de Bolívar, decida dar marcha atrás y entregarse a la dominación imperialista de los EEUU. Chávez será reelecto, los oposicionistas chillarán, al igual que hoy lo hacen en Nicaragua ante la apabullante derrota que les dio el camarada Daniel Ortega, se despejará así, el camino irreversible de la construcción de la Patria Nueva, la Patria Socialista… 


 henryesc@yahoo.es

Caracas, 08-11-11



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Henry Escalante


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